Intervención de Marco Pannella en el Parlamento europeoSUMARIO: El autor se pregunta qué significa "droga". Para la ciencia el alcohol es tan droga como el café pero, sobre todo los tranquilizantes y los excitantes que prepara la industria. El político de lo que se tiene que ocupar es del drogadicto, cuya condición de irresponsabilidad condicionada "da miedo". Por lo tanto, nos ocupamos de la droga que quita "la libertad" y no de la que quita "la salud". Y entonces, qué podemos decir de la "droga-alcohol" y de los daños que produce, mientras que los derivados del cannabis indico dañan pero no crean "dependencia"? Se dice que existe el riesgo de pasar de estas drogas a las peligrosas. Es falso: "es la ley la que crea la relación". Dejemos de perseguir a nuestros "demonios interiores", y combatamos la única verdadera realidad de la droga, es decir el provecho creado por el prohibicionismo.
(DISCUSIONES DEL PARLAMENTO EUROPEO, 14 de febrero de 1980)
Pannella. Señora Presidenta, simplemente quería decir, en el poco tiempo que tenemos, que cuando la política se divorcia de la ciencia para perseguir la demonología de esto o de lo otro, de la política no cabe esperar más que desastres. Qué quiere decir droga, señora Presidenta, según la ciencia? Según la farmacología y la farmacopea cabe considerar drogas sin lugar a dudas: el alcohol, el té, la cafeína, pero sobre todo todos los tranquilizantes y excitantes que presenta la inmensa industria de la droga internacional. De qué nos tenemos que encargar nosotros? Del drogadicto: es decir del que posee dependencia y que, en cuanto tal, es peligroso para sí y para los demás. Para el político, para el derecho positivo, para la sociedad, lo que da miedo es, precisamente, la condición e irresponsabilidad atroz y de peligro para sí y para los demás del drogado.
Y entonces, señora Presidenta, qué quiere decir todo esto? Que la droga de la que nos ocupamos es la droga que quita la libertad, no la que quita la salud, porque también la estricnina, porque otras mil cosas quitan la salud. Droga es lo que quita la libertad y la responsabilidad y que se convierte en peligro social.
Y entonces, no hay drogas blandas ni drogas duras. Acaso es blanda "droga alcohol"? Nosotros estamos debatiendo constantemente la producción del vino, para producir y consumar cada vez más. Pues bien, la "droga alcohol" es responsable del 50 por ciento de los muertos por accidentes de carretera. La droga dura, heroína, es responsable en Europa de mil muertos. Es atroz y peligroso, desde luego. Pero ustedes se contradicen un poco: el tabaco y el vino crean dependencia y toxicomanía, crean también situaciones de carencia física y por lo tanto son droga. Mientras que los derivados del cannabis indico, según la Organización mundial de la Salud y noventa años de estudios científicos corroborados, crearán todos los daños que quieran, pero no la dependencia física ni la toxicomanía y no da crisis de carencia, de peligrosidad para sí y para los demás. Se dice que existe el riesgo de pasar de una a otra droga. Pero, señora Presidenta, se produce el mismo pasaje que hace 30 años en Estados Unidos entre el consumo de
alcohol en periodo prohibicionista y las apuestas clandestinas en dicho periodo. Puesto que los que se dedicaban al estraperlo, al comercio clandestino prohibicionista, con la ley del provecho aplicada tanto al alcohol como a las apuestas clandestinas, facilitaban estas transgresiones de la ley, a menudo quiénes consumían alcohol pasaban a hacer apuestas clandestinas. Es la ley la que crea la relación. El hachís, la marihuana son una no-droga, e tabaco, el alcohol de vuestras empresas de beneficio capitalista, el whisky, son asesinos y crean dependencia, asó como otras cosas. Por lo tanto, señora Presidenta, cuál es el problema que un Parlamento serio se plantea? No el de perseguir los propios demonios interiores, intentando evocar el demonio, los filtros peligrosos; sino que lo que se debería hacer es actuar sobre las leyes económicas y sociales que hacen que la droga dura se extienda, tanto si es alcohol o heroína.
Y, cuál es, señores que defienden el libre mercado y la ley del beneficio, que defienden la ley del beneficio de esta Asamblea, cuál es el incentivo de la droga dura si no el beneficio que se instala con el prohibicionismo? En los años 30, con el prohibicionismo, en América estaban los alcoholizados y nacía la mafia del beneficio. Ustedes, con la penalización no hacen más que introducir la ley económica del beneficio como móvil de la industria de la muerte, y no es casualidad que en Bruselas el gran tutor del Estado contra la droga fuese el primer traficante de droga. No es casualidad que en el Francia de De Gaulle, madame Chouraqui y monsieur Debré, la DST les pilalse con las manos en la masa mientras favorecía y financiaba sus actividades a nivel internacional, protegiendo a nivel internacional las mafias de la heroína. Y en la Marsella socialista, todos sabemos qué es lo que sucedía cuando los hermanos Guerini, respetables, eran los que protegían estos comercios.
Por lo tanto, en primer lugar yo acuso de irresponsable demagogia a todos los que siguen embistiendo contra las afirmaciones científicas de que el hachís es una droga blanda: es una no-droga. Si realmente no son ustedes ni hipócritas ni criminales, propongan leyes penales contra ese alcohol del que por el contrario desean difundir su producción, que apoyan a todos los niveles y que provoca desastres sociales en Francia, en Italia y en Alemania, por doquier.