SUMARIO: El entrevistado considera que un juicio de carácter "moral" sobre los "políticos italianos" no se debe ni se puede generalizar, tal y como suelen hacer los extranjeros. El juicio de carácter "político" debe ser "desastroso": "la politiquería" se está cargando a la "política". Ha sido buena la idea de enviarles a los diputados un cuestionario sobre "la estadística patrimonial personal". Lamentablemente, la iniciativa ha sido insuficiente para "moralizar la vida pública". Con respecto al gobierno, mientras Sicilia está representada por una persona honesta, no parece que su composición satisfaga la petición de Pertini de que se llamase a personas "sin habladurías". No cree que el PCI pueda atribuirse el calificativo de "gran moralizador".
(NOTICIAS RADICALES, 22 de abril de 1980)
Roma, 22 de abril 1980 - N.R. - El "Settimanale" de esta semana publica una entrevista al escritor Leonardo Sciascia, entrevista que reproducimos íntegramente.
Pregunta. " Qué opina usted sobre el juicio de carácter moral con respecto a los políticos italianos?"
Sciascia: "Creo que se trata de una especie de otra cara de la luna en la vida política italiana. Una cara invisible que el poder por la manera en la que se ha estabilizado en los partidos no deja entrever con claridad. Considero que también en el Parlamento existe una cierta variedad. De la misma manera que en el pueblo italiano los hay buenos y malos. El Parlamento refleja la realidad del pueblo. Personalmente no estoy de acuerdo con la opinión de los extranjeros que siempre tienden a generalizar. Para ellos los italianos son desordenados, distraídos, arrogantes, no observan las leyes..."
Pregunta: " Y usted? Usted qué opina?"
Sciascia: "La mayoría es honesta, comprende los problemas y se preocupa por respetar las leyes. Repito: esta mi opinión se aplica asimismo a los políticos. La mayoría de los hombres que se sientan en Montecitorio(1) es como todos los italianos".
Pregunta: "Pero también los hay corruptos".
Sciascia: "Es natural. En el "palazzo"(2) hay hombres corruptos, hombres que detentan mal su poder y hombres que les impiden a otros salir a la luz, contar, contribuir de forma factible".
Pregunta: "Este es su juicio de carácter moral. Y el político?"
Sciascia: "Mi juicio: desastroso".
Pregunta: " Qué piensa usted de Evangelisti?"
Sciascia: "Uno que sale a relucir en toda su integridad. Negativa. Sin embargo, le reconozco un mérito: juega con las cartas boca arriba, no se mitifica. He usado el término cojeante. Pero tal vez me haya equivocado, se mueve como pez en el agua".
Pregunta: "Sciascia y el Palazzo. Qué opina usted tras 10 meses en el Parlamento?"
Sciascia: "La política se nota poco. Lo que sí se nota es la politiquería".
Pregunta: " Eso es un balance negativo?"
Sciascia: "Negativo. Se halla en los hechos del país. Si el país se desmorona, es imposible trazar un balance positivo de lo que sucede aquí dentro".
Pregunta: " Volvería a ser diputado?"
Sciascia: "Sí, lo sería. Pero no lo volvería a ser. Me explico: en las condiciones actuales, sí, sería diputado. Es decir, no me arrepiento. Pero no estoy dispuesto a quedarme como huésped. Soy huésped en tránsito".
Pregunta: " Es posible moralizar la vida pública?"
Sciascia: "Todo es posible. Pero es improbable que se logre".
Pregunta: "Usted ha sido uno de los primeros a contestar a las preguntas de nuestro cuestionario sobre la estadística patrimonial. Qué le parece la iniciativa?"
Sciascia: "Es un instrumento. Desde luego, debería ser el Parlamento el que apruebe la ley".
Pregunta: "Las propuestas de ley existen, pero hace años que se empolvan en los archivos".
Sciascia: "Sí. Haría falta una ley que no diese la posibilidad de mentir. Y luego, penalizar a quien miente. O a quien evade".
Pregunta: "Los medios de comunicación pueden hacer algo para moralizar la vida pública. Nuestra iniciativa quería llegar precisamente a eso: impulsar al Parlamento a que hiciese algo".
Sciascia: "Han hecho ustedes bien. Pero, me gustaría sugerirles una cosa: no se limiten a pedirles noticias a los interesados. Saquen a suertes diez nombres de entre los que han contestado e investiguen sobre la consistencia patrimonial real. Busquen entre los parientes: esposas, hermanos y cuñados".
Pregunta: "Hoy en día ser diputado es un oficio. A principios de siglo, la política era un hobby. En resumidas cuentas, eran las personas destacadas las que se dedicaban a la política. Y había menos escándalos. Cree usted que, en pro de la moralidad pública, ofrece mayores garantías el político del primer tipo que del segundo?"
Sciascia: "No se puede decir cuál de las dos líneas es la mejor. No existen personas a salvo de la corrupción por motivos económicos. Algunos deberían dejar de robar y en cambio siguen tal cual."
Pregunta: "El Presidente Pertini(3) había solicitado a Cossiga(4) un gobierno compuesto por hombres "sin habladurías". Se le ha concedido al Jefe del Estado lo que había pedido?"
Sciascia: "En resumidas cuentas, por lo que se refiere a Sicilia, aunque no del todo, estoy bastante satisfecho. La cuestión es que en el gobierno hay un solo siciliano: Capria. Lo conozco como hombre inteligente y honesto".
Pregunta: " Y lo demás?"
Sciascia: "No se ha respetado la petición del Jefe del Estado. Sobre todo por las personas a la espera de juicio. Por ejemplo el caso del subsecretario, el señor Perrone. Es el caso más venial, pero el más irritante. Y es irritante porque es venial".
Pregunta: " Se merece el PCI el calificativo de gran moralizador?"
Sciascia: "Se esperaba que lo hubiese sido. Pero no lo ha sido".
N.d.T.
(1) MONTECITORIO . Plaza romana en la que se halla la sede de la Cámara de los Diputados italiana. Por extensión, indica a la Cámara.
(2) PALAZZO . Referido al PALAZZO DI MONTECITORIO, sede de la Cámara de los Diputados italiana. Por extensión, indica a la Cámara, y por consiguiente la sede del poder.
(3) PERTINI SANDRO . (Stella 1896 - Roma 1980). Político italiano. Socialista, encarcelado durante el fascismo y exiliado. De 1943 a 1945 participó en la Resistencia italiana. Secretario del Partido socialista, diputado, presidente de la Cámara (1968-1976), Presidente de la República italiana (1978-1985).
(4) COSSIGA FRANCESCO . (Sassari 1928) Presidente de la República italiana desde 1985 hasta 1992. Diputado desde 1958, fue posteriormente subsecretario (1966) y Ministro (1974). Ministro del Interior (1976-78) en la época del secuestro de Aldo Moro, presentó su dimisión cuando se descubrió el cuerpo del estadista asesinado. Jefe del Gobierno (1979-80). Como presidente de la república, en la segunda parte de su mandato ha hecho de todo para que cambiase la Constitución italiana, abandonándose a feroces polémicas con la mayor parte de los exponentes políticos y sobrepasando los límites establecidos por la ordenación constitucional. Por estas razones fue denunciado por Marco Pannella en agosto de 1991, por delito de atentado contra la constitución.