de Marco PannellaSUMARIO: Los parlamentarios del Pr solicitan la convocatoria inmediata de las Comisiones parlamentarias, nacionales y europeas, sobre la situación en Polonia. Pannella solicita el visado de entrada para trasladarse inmediatamente a dicho país. Inadecuada la respuesta del mundo político y sindical, capaz solo de solidaridad litúrgica. "L'Unità" que tacha de folklórica la petición de Pannella e comunicar inmediatamente la solidaridad de los trabajadores italianos con el movimiento polaco, demuestra que su eurocomunismo no es más que eurocomplicidad con el comunismo real. Mientras tanto, están a punto de llegar a Danzig las representaciones de las comisiones obreras españolas, con la aprobación del Partido comunista español (PCE).
(LOTTA CONTINUA, 20 de agosto de 1980)
"He solicitado en nombre del grupo radical, a la Presidencia de la Cámara y a la Presidencia de la Comisión de asuntos exteriores, la convocatoria inmediata de la Comisión para discutir sobre las medidas a adoptar con respecto a la situación polaca y a la defensa de los derechos humanos y civiles consiguientes a la Carta de los derechos del Hombre y a los acuerdos de Helsinki.
He solicitado, junto con Maria Antonnietta Macciocchi y Emma Bonino, a la Presidenta del parlamento europeo, Simone Veil, que acaba de volver de París, la convocatoria de las Comisiones de Política y de Relaciones con el Exterior del Parlamento.
He puesto en práctica el procedimiento de petición de un visado para Polonia, a donde pretendo trasladarme inmediatamente.
La reacción hasta el momento presente por el mundo político y sindical italiano me parece inadecuada. La liturgia de las falsas y no sólidas solidaridades debe acabar de una vez por todas. Debe acabar este reflejo suicida y también asesino (que se viene arrastrando en el post Yalta en el que vivimos) de complicidad y de no resistencia con respecto a las agresiones, a las invasiones y a las violaciones de los derechos humanos y de las amistosas reprobaciones recíprocas que solo tienen por objeto explotar en la política nacional acontecimientos que por el contrario pueden se impedidos o que en cualquier caso no pueden quedarse sin respuestas duras y conclusivas.
"L'Unitá" que tacha de folklórica mi petición al sindicato italiano de comunicar inmediatamente "la solidaridad" de los trabajadores italianos al movimiento obrero y demo-socialista polaco demuestra como demasiado a menudo la postura "eurocomunista" no es más que una postura de "eurocomplicidad" con el comunismo real, es decir con el Estado que actualmente representa en el mundo toda la potencialidad de exterminio y de barbarie política que en los años treinta estructuralmente pertenecía al mundo fascista, apoyado por la política de la OTAN y de los "demócratas occidentales" herederos no del antifascismo sino de la política de Daladier y de Chamberlain, de vil complicidad con las violencias y las agresiones, desde España hasta Munich.
Representantes de Comisiones obreras están a punto de trasladarse desde España a Danzig - con el visto bueno - por el momento - del Partido comunista español (PCE).
Repito, es necesario movilizarse inmediatamente para proporcionar la solidaridad del consejo, de la esperanza motivada y prudente a cuantos en Polonia lucha por la paz y la libertad, por el socialismo y una democracia obrera auténtica. Es necesario que quienes crean, a lo largo de las próximas horas, cogerles solos, sepa por el contrario - incluso en aras del derecho internacional y del que dicta el Proceso de Nuremberg - la solidaridad de los demócratas, de los socialistas, y de los pacifistas esta vez es real y firme.