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Vittorini Elio - 1 novembre 1980
NOSOTROS Y LOS FASCISTAS: (22) fascistas los jóvenes?
Elio Vittorini

(de "Il Politecnico", nº 15 - 5 de enero de 1946)

SUMARIO: Elio Vittorini contesta a los cientos de miles de cartas recibidas de jóvenes todavía confundidos, desesperados y humillados por haber sido fascistas. En su carta, distingue entre el fascismo-adjetivo y el fascismo sustantivo. Se intenta hacer pasar el fascismo por un fenómeno de aberración moral pues de esta manera es fácil condenarlo en su aspecto ejecutivo (dictadura, represión etc.), pero no lo ataca en su causa ni en su naturaleza intrínseca. De esta manera el pseudo-antifascismo condena a los ejecutores materiales y salva a los auténticos responsables, es decir "condena el adjetivo y cobija el sustantivo". El fascismo como sustantivo es una aberración político-económica y no simplemente moral. Para Vittorini, el capitalismo, que ha alcanzado su fase más elevada de desarrollo industrial y financiero, ve en el desarrollo del proletariado un grave peligro. El capitalismo ya no ncecesita la libertad política, simplemente la tolera como precio a cambio del derecho a ejercer su dictadura económica.

Insiste en la necesidad de decirles a los jóvenes actuales que fueron víctimas engañadas y que su forma de luchar era una forma "antifascista". Contrapone el derecho a ser "hombres" a la convicción errónea de haber sido "no-hombres".

A menudo recibo cartas de jóvenes que parecen sentirse todavía confundidos o desesperados, o por lo menos humillados, por haber sido fascistas. Tienen venticuatro o venticinco años, algunos incluso veinte. Uno dice que tiene dieciocho, y proceden de todas las clases sociales, la obrera inclusive, a pesar de que la mayor parte de ellos declaran estudiar en la Universidad, o que se acaban de licenciar. La mitad de ellos vuelven de campos de concentración en Alemania, o de campos de encarcelamiento; y de la otra mitad algunos han sido soldados del ejército de Graziani(1) o de la X Mas(2). Pero no falta quién ha sido partisano y todavía sigue sintiendo haber sido "durante un cierto tiempo" fascista. Cada cual tiene su "desde-hasta" de pertenencia al fascismo. Hasta enero del 43, hasta febrero del 43, hasta marzo del 43, y hasta el 25 de julio o el 8 de septiembre, o hasta hace un mes, o hasta el 44, uno incluso "hasta ayer por la mañana", dice en su carta con fecha del 5 de noviembre pasado. Pero en todos ellos

me escriben por un mismo motivo: la misma confusión, la misma desesperación, el mismo sentimiento de inferioridad y la misma esperanza de librarse de él. Todos dicen lo mismo, y todos llaman la atención con igual intensidad por la honestidad de espíritu que revelan. Por qué se dirigen a mí?. Escriben a propósito de algún que otro artículo del "POLITECNICO"(3), pero siempre van más allá de la ocasión inmediata, se remiten a mis libros, y demuestran que desde hace tiempo buscaban a "alguien a quien dirigirse". Sus cartas empiezan a llegar tras el primer número de "POLITECNICO". Dos de ellas llegaron en cuanto salió el primer número, y yo hubiese contestado inmediatamente si no hubiese sido porque las cartas se iban multiplicando, pasaron a ser cientos, miles de cartas, por lo que ahora me alegro de no haber contestado inmediatamente. Gracias a lo que he aprendido leyéndolas, ahora puedo contestar mucho mejor. Siguieron siendo "fascistas" hasta el último momento, o vivieron algún que otro año de antifascismo a

ctivo en la lucha clandestina, en todos estos jóvenes lo más destacado es que cada cual se acusa a sí mismo de no haber sido un "hombre". De haber podido serlo.... Creen haber sido "no-hombres"(3). Buscan un desmentir, quieren una esperanza. Quién se la puede dar?. Les cuesta abrirse. La necesidad de abrirse es casi necesidad de lanzarse casi a ciegas, y al mismo tiempo de ser comprendidos, tomados en consideración. Y que se dirijan a mí no obedece a ningún motivo específico sino que demuestra cuán grande es su necesidad de hallar a alguien a quién dirigirse.

Actualmente, su crisis

Ahora les contesto a todos juntos. No distingo entre la crisis de quién dice haber sido "no hombre" (es decir "fascista") hasta enero o julio del 43 y la crisis de quién dice haberlo sido hasta hace un mes. Puede haber diferencias entre los unos y los otros. Desde luego, las hay. Pero espiritualmente no cuentan si no han evitado la crisis, o no la han superado. Cuál es el motivo de su crisis en realidad? Si se tratase sencillamente de "culpables" se resolvería enseguida con el auto-reconocimiento de su culpa. Pero se trata de personas que se "creen culpables" sin serlo en realidad, y los únicos que logran resolverla son los que logran convencerse de que no son culpables. Si muchos jóvenes tienen en la actualidad la conciencia tranquila es porque se han convencido de que no son culpables de nada, y no porque piensen que ya han pagado de alguna manera (con su participación en la lucha clandestina) el papel desempeñado (activo o pasivo) durante el fascismo. Por lo tanto, acaso no hay que decirles a cada uno d

e estos jóvenes que tiene derecho (en cuanto joven, es decir en cuanto persona criada en pleno fascismo) a convencerse de que no es culpable? Acaso no debemos ayudarl nosotros a cada uno de estos jóvenes a convencerse de que no son culpables? Y la única manera de ayudarles a convencerse de que no son culpables es demostrándoles lo que en realidad han sido: instrumentos del fascismo, ciegos ante lo que el fascismo era, víctimas de lo que parecía, débiles, no fuertes, pero no fascistas.

Qué es el fascismo?

Debemos decir lo que es realmente el fascismo, lo que ha sido en Italia, y lo que ha podido parecer. La propaganda reaccionaria actual, sobre todo la anglosajona sin excluir la vaticana, intenta hacerlo pasar por un fenómeno de aberración moral. De esta manera puede condenarlo y atacarlo sólo en su aspecto ejecutivo: en la dictadura material, en las persecuciones de la policía, en las represiones, en la forma, en el método. Pero no lo ataca ni lo condena en su causa ni en su naturaleza intrínseca. Esta causa y esta naturaleza no son italianas o alemanas, son tambièn anglosajonas, también vaticanas, de todo el mundo, y la propaganda reaccionaria actual no puede condenar una causa y una naturaleza de la que es también cómplice; condena a sus ejecutores materiales y salva a los auténticos responsables de toda posibilidad de recibir ataques; condena el adjetivo y cobija el sustantivo.

El fascismo como sustantivo

Qué es el fascismo como sustantivo? Podemos admitir que es una aberración. Pero se trata de una aberración político-económica, y no simplemente moral. Moralmente cobraría incluso aspecto dignitoso y venerable; parlamentarios, pontífices; aspectos ingleses, aspectos americanos y aspectos vaticanos? Es su sustancia político-económica lo que cuenta. Y esta sustancia es el capitalismo, que ha alcanzado su fase más elevada de desarrollo industrial y financiero, que ataca para defenderse y conservarse. Ve en el desarrollo un peligro mortal alcanzado a la par por el proletariado. Ve que el desarrollo del proletariado ha sido favorecido, desde el punto de vista político, por la democracia. Quiere frenar este desarrollo, detener la democracia política que favorece dicho desarrollo, y extiende su dictadura económica al campo político. Así pues, qué es, como sustantivo, el fascismo? Ya lo he dicho: la extensión de la dictadura capitalista al campo político. El capitalismo ha necesitado asimismo, para desarrollarse,

la libertad política. Ahora que ha alcanzado la fase extrema de su desarrollo, el capitalismo ya no necesita la libertad política. La tolera como una especie de PRECIO que se paga en cambio del derecho a ejercer su dictadura económica? Pero este PRECIO es cada vez más caro, se vuelve peligroso, amenaza con eliminar su dictadura de clase, y he ahí que el capitalismo intenta no pagarlo, o bien reducirlo, limitarlo, trasladarlo a una cuenta de crédito, transformarlo en papel estraza etc. Todo intento, digo: el demagógico y totalitario tal y como lo ha sido el ítalo-alemán, el fraudulento y complejo que esporádicamente se asoma en Inglaterra o en América, si cabe más fraudulento y más complejo y que da una cierto toque retrógrada a ciertos sermones no dominicales del "OSSERVATORE ROMANO"(4) y otros muchos; los que han sido y los que serán.

El "fascismo" que fue de los jóvenes

Pero los jóvenes que me escriben podían saber que era eso el "fascismo"? Parece que ni tan siquiera ahora lo saben. Se sienten culpables de haber sido "fascistas" en el sentido de "aberración" moral", es decir, en el sentido del fascismo-objetivo, y no en el sentido del fascismo-sustantivo. Nunca le han visto la cara al fascismo-sustantivo. Difícilmente se la hubiesen podido ver. El fascismo italiano siempre se ha encargado de escondérsela, y si en los hechos se ha ido traicionando pasito a pasito, era igualmente difícil que jóvenes criados para no entender pudiesen entender. Quién ha hecho algo para que entendiesen? El antifascismo se hallaba en el extranjero, y su voz llegaba a Italia como todo lo que llegaba a Italia desde el extranjero: deformado, desfasado y ridículo. Y sin embaro, los jóvenes eran generosos; no eran reaccionarios; no estaban de parte de Donegani(5), Agnelli(6), etc. sino contra Donegani, Agnelli, etc. Estaban a favor de un progreso, de una "mejor justicia social", y a favor de la eli

minación del latifundio y la socialización de las grandes empresas. El fascismo les dijo que era precisamente eso: progreso, justicia social, eliminación del latifundio, etc. Se les presentó el fascismo en calidad de anti-Donegani, y nadie les dijo que era todo lo contrario: el máximo exponente de los Donegani.

Por desgracia, existían en Italia fuerzas más reaccionarias que el fascismo: resíduos feudales y retrógradas de los viejos partidos de derechas que el fascismo con su importación moderna de régimen pro-monopolio, había superado netamente. Resistían, fue fácil hacer ver que se hallaba en ellos todo el antifascismo; y los jóvenes se persuadieron de que el fascismo era una lucha contra toda suerte de reaccionarios para aplicar un programa socialmente revolucionario. No hay más que echarles un vistazo a los periódicos juveniles sobre todo del período entre el 31 y el 35 como botón de muestra. Los eslóganes demgógicos del fascismo se convierten, en aquellas páginas, en argumento de debate entusiasta, y en motivo de ataque concreto al capitalismo, a la burguesía, a las relaciones de producción de la sociedad burguesa. Los jóvenes cuentan con un desarrollo del fascismo en el sentido colectivista. Cuentan en una aproximación de Italia a la URSS. Y si luego no sucede nada que les confirme sus esperanzas, les echan la

culpa a la "reacción que se ha insinuado", dicen, "en el partido fascista".

No son paparruchas. Estoy hablando de una experiencia que es también mía. Yo nací en 1908 y no en el 20 ni en el 22. Tenía ya 14 años cuando la marcha sobre Roma. Había oído hablar, de alguna manera, de cómo había nacido el fascismo. Y sin embargo, tras una desconfianza debida sólo al hecho de que me habían inscrito por el mero hecho de ir al colegio, a las organizaciones juveniles fascistas, yo también me "agité" en el sentido que he descrito anteriormente, con las hojas fascistas más o menos de provincia. Tengo que decírselo a estos chicos que me escriben. Yo también he sido uno de ellos. He sido "no-agudo", y "no-fuerte". No-hombre?. He sido uno "de los débiles". Pero, qué joven que no haya sido nunca, aquí en Italia, uno "de los débiles", puede ser hoy uno de los "verdaderamente fuertes"? Para mí, personalmente, la ceguera ante el fascismo acabó pronto. La agresión a Europa, que reconcilió con el fascismo todos los residuos prefascistas de la reacción italiana, me metió dentro las primeras dudas. Era

esto lo que sabía hacer el fascismo? Repetir en el siglo XX empresas de la época mercantilista? La aproximación a la Alemania de Hitler y el apoyo dado a Franco en España me devolvieron totalmente la capacidad de comprender. El otoño del 36 osé escribir para una revista semanal "que el fascismo hubiese debido dar su apoyo al gobierno de Madrid y no a Franco". Y la revista semanal se atrevió a publicarlo (aunque recortó alguna que otra frase). No me encontraba solo en mi evolución. Así fue como me expulsaron del partido fascista, y empecé a pensar tal y como pienso ahora. Podría por ello echarles en cara a los más jóvenes que yo que no hubiesen seguido mi evolución, y de no haber roto con el fascismo en "sus primeras pruebas"? Yo nací en 1908, viví en cierto sentido cómo se había "formado" el fascismo; había en mí una desconfianza de "antes"; y leía mucho... Asimismo, sentía simpatías y antipatías instintivas; simpatía por los americanos y los rusos, antipatías por la Alemania de Hitler, la iglesia española

y los generales carlistas. Hubiese sido capaz de llegar a conocer el SUSTANTIVO fascista sin mi afortunada antipatía por los ADJETIVOS con los que se engalanaban sus nuevos cómplices?

Desde siempre, contra el "sustantivo"

Sé de muchos jóvenes que se salieron del fascismo durante la guerra civil española. Pero los jóvenes, que en número mucho mayor, siguieron vinculados al fascismo a pesar de aquella guerra y a pesar del Anschluss, a pesar de Munich, a pesar del 39 o el 40 o el 41 o el 42; los mismos jóvenes, ahora ya en minoría, que se dejaron arrastrar por el fascismo a pesar de la ocupación de Italia por parte de los alemanes. Estos chicos que me escriben, y todos los chicos como ellos que querrían poder "explicarse con alguien", no siguieron vinculados al fascismo de forma distinta al que lo habían estado antes, ni de forma distinta a la que lo había estado yo, antes de la intervención fascista a favor de la reacción española. Estoy seguro de que el modo siguió siendo para ellos (los "débiles", dentro del engaño, simples militantes obreros, o simples militantes estudiantes, simples chicos de buena fe, dispuestos a pagar con su persona, y no los que estaban para trepar el escalafón) más o menos lo mismo que había sido para

mí hasta el 36. Una forma tonta, si se la quiere llamar así, pero no reaccionaria; una forma anti-Donegani, no pro-Donegani, y modo anti-inglés, anti-americano, anti-medio-mundo por lo que de doneganesco y nada más se les dejaba ver de todo ese mundo. No debemos olvidar que la propaganda fascista ha sido tal que ha cultivado en los jóvenes la falacia de ser revolucionarios siendo fascistas. Y cuanto más se ha aproximado el fascismo a la derrota, más intensa ha sido la propaganda fascista. Hasta el último momento, los jóvenes han podido creer que el fascismo luchaba contra toda suerte de reaccionarios para aplicar un programa socialmente revolucionario. Puedo expresarme con una paradoja? Ha sido una forma antifascista, su manera de ser "fascistas". Creo que hay que decírselo a chicos como aquellos que me escriben oprimidos por un sentimiento de inferioridad por haber sido "no-hombres", "fascistas". Podremos abandonarles a su sentimiento de inferioridad? Sería dejar que no se hagan nunca "hombres". Y que se

corrompan; mientras, en efecto, son puros. Yo quiero decírselo. Vosotros no habéis sido nunca fascistas. Vuestra manera de serlo hasta la fecha que sea, ha sido una forma "antifascista" de fascismo. Habéis sido "débiles"? Pero precisamente porque habéis sido de los "débiles", y sabéis lo que significa ser "débiles", hoy podéis ser de los más fuertes entre los "fuertes". No siempre es la forma más auténtica la de quién ha sido "siempre fuerte". Ahora que el fascismo-adjetivo se ha acabado lo que importa es ser "fuertes" contra el fascismo-sustantivo que no quiere acabar nunca; eso es conocer, eso es combatir. Vosotros no habéis sido fascistas nunca en el sentido sustantivo, es más creíais combatir, en vuestro combate "fascista" precisamente contra el fascismo sustantivo. Acaso no deberíais combatir en calidad de antifascistas lo que creíais combatir ya en vuestro combatir "fascista". Hoy ya no hay lugar para el equívoco. El fascismo está ahí, tras Donegani, Agnelli, Marinotti, y sólo quiénes están a favor d

e ellos, de la forma que sea y con el adjetivo que sea, nuevo o antiguo, es fascista. Vosotros estáis a favor de ellos?. No, no lo habéis estado nunca. Vosotros tenéis por lo tanto el mismo derecho que los más veteranos de entre los antifascistas a ser, actualmente, antifascistas. Tenéis el derecho a ser "hombres".

N.d.T.

(1) GRAZIANI RODOLFO . (Filettino 1882 - Roma 1995). General. Comandante del frente sur en la guerra ítalo-etíope (1935-36), virrey de Etiopía. Guió las operaciones en Africa septentrional (1940-41). Jefe del ejército de la República Social (43-45). Tras haber cumplido 5 de los 19 años de condena, se sumó al Movimiento Social Italiano (MSI en 1950.

(2) X MAS . Grupo militar fascista.

(3) POLITECNICO . Revista fundada y dirigida por Elio Vittorini en Milán que se publicó durante los años 1945-47. Proponía renovar la vida cultural italiana afrontando, entre otras cosas, el problema de la relación entre la libertad del intelectual y la militancia política.

(3) NO-HOMBRES . Recordemos que Elio Vittorini escribió una novela titulada "Uomini e no", en la que afronta precisamente el tema del fascismo y de la concepción entre el ser hombres o no serlos, temática afrontada a lo largo del presente artículo.

(4) OSSERVATORE ROMANO . El órgano de prensa del Vaticano.

(5) DONEGANI GUIDO (Livorno 1877 - Bordighera 1947) Industrial. Administrador delegado (1910) y posteriormente presidente (1918) de la Montecatini, por aquel entonces empresa minera que orientó hacia el campo de la química.

(6) AGNELLI . Familia de industriales italianos del automóvil. Giovanni (Turín 1866-1945) fue el fundador de la FIAT. Su nieto Giovanni - conocido como Gianni (1921) - es actualmente presidente de la sociedad, mientras que su hermano Umberto (1934) es el vicepresidente. Entre 1974 y 1976, Gianni fue también presidente de la Confindustria, la asociación sindical de los industriales, mientras Umberto ha sido senador desde 1976 ahasta 1979. Gianni Agnelli fue nombrado senador vitalicio en 1991 por el ex-presidente de la República Italiana, Francesco Cossiga.

 
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