Jesús EstévezSUMARIO: Entrevista concedida por Marco Pannella a "EL PAIS" en la que aborda el tema del terrorismo, el del Partido Comunista Italiano, el del aborto y el del presunto peligro de la burocratización del partido delineado por algunos sectores de la prensa italiana. Con respecto al terrorismo, Pannella afirma luchar asimismo contra todo tipo de violencia y contraviolencia, incluso la del poder. Afirma que "los terroristas, en su desesperación, se parecen terriblemente a quienes les matan. Sobre todo a los violentos que matan." Pannella propugnan la unidad de la izquierda. "Comprende" pero no comparte la colaboración del PCI con la Democracia Cristiana a la que tacha de "partido del desorden establecido, de la corrupción, no sólo del Estado, sino también de los valores democráticos e incluso de los valores cristianos". Con respecto al aborto el problema no es Juan Pablo II sino el concordato fascista de Mussolini ratificado por la Constitución de 1947 y por el "compromiso histórico". Niega rotundamente que exis
ta el peligro de que el Partido radical se burocratice pues es un partido sin funcionarios.
(Jesús Estévez, "EL PAIS, viernes 14 de noviembre de 1980)
"Nosotros (los radicales) luchamos no sólo contra el terrorismo, sino contra todo tipo de violencia y contraviolencia", declaró Marco Pannella líder del Partido Radical italiano (PR), que se encuentra en Madrid, donde mañana, a las 11,30 horas, en el hotel Ritz, mantendrá un encuentro con la Prensa y cara al público, al que puede asistir sin necesidad de invitación toda persona que esté interesada. Pannella se pronunció por la renovación y la unidad de la izquierda para convertirse en alternativa política en Italia.
Pannella dimitió como diputado radical en el transcurso del congreso radical celebrado recientemente para dedicarse a la "refundación" de esta fuerza política.
Pregunta. El secretario general del Partido Socialista italiano (PSI), Bettino Craxi, afirma que su partido y los radicales pertenecen a la misma área del socialismo democrático y libertario.
Respuesta. Nosotros nos hemos definido siempre come laicos, socialistas y libertarios. El PSI ha vuelto a utilizar estos calificativos, pero en nosotros es una definición. También somos internacionalistas y, como los socialistas de finales de siglo pasado y comienzos de éste, estamos, sin ninguna reserva, a favor del desarme total del Estado y de la sociedad.
P. Entonces, cómo ve la defensa contra el terrorismo?
R. La lucha activa y casi agresiva contra la violencia no admite excepciones. Luchamos no sólo contra el terrorismo, sino también contra todo tipo de violencia y contraviolencia. No queremos asimilarnos a la violencia del poder que nosotros combatimos. Los terroristas, en su desesperación, se parecen terriblemente a quienes les matan. Sobre todo a los violentos que matan. A la violencia se combate con la no violencia, entendida ésta no sólo según la tradición gandhiana sino también según la tradición obrera y socialista: la plebe se convierte en proletariado cuando deja de pensar que matando al patrón o destruyendo su casa se puede ganar y descubre la mejor arma democrática de clase: la huelga de brazos caídos.
Al hablar del tema de la unidad de la izquierda, Pannella dijo que los radicales "estamos por la unidad, la renovación y la alternativa de la izquierda" como una esperanza para aquellos hombres honestos que ven que la paz, la libertad y el orden no pueden ser asegurados por los partidos del centro y la derecha. "Debemos", dijo, "obligar a los dirigentes comunistas a la unidad sobre objetivos y valores auténticamente socialistas e, incluso, libertarios".
Con relación a los socialistas, sobre la misma cuestión dijo que "comprendemos, pero no compartimos las razones de nuestros amigos y camaradas del PSI para que continúen colaborando con al Democracia Cristiana, que es lo mismo que decir el partido del desorden establecido, de la corrupción, no sólo del Estado, sino también de los valores democráticos e incluso de los valores cristianos".
Añadió que "queremos convencer al partido socialista de que es necesario preparar un programa y un proyecto de sociedad diferente".
El aborto y el Papa
Cuando le preguntamos su opinión sobre la actitud del papa Juan Pablo II contra la ley del Aborto italiana, afirmó: "Es un hombre simpático, pero es más bien un condottiero que busca el enfrentamiento sobre tesis y posiciones culturales que son más clericales que cristianas".
Sin embargo, explicó que el problema con relación a la citada ley no era Juan Pablo II, sino el "concordato clérico-fascista que firmó Mussolini y que fue ratificado por la Constitución de 1947 y por el "compromiso histórico" entre Alcide de Gasperi (uno de los fundadores de la Democracia Cristiana) y el estalinista Palmiro Togliatti".
Tras señalar que los radicales quieren abolir el Concordato, manifestó que la actual ley del Aborto era mala, "porque al menos en diez regiones italianas no puede funcionar y obliga a las mujeres al aborto clandestino". Considera que para defenderla hay que mejorarla. En este sentido, los radicales han conseguido las firmas necesarias para convocar un referéndum en tal sentido.
El peligro de la burocratización
En Italia, la Prensa y algunos sectores políticos han mantenido que el partido radical, con su espectacular crecimiento en las elecciones legislativas de 1979 corría el riesgo de burocratizarse. Pannella rechaza esta posibilidad: "Cuanto más crezcamos, más multiplicaremos los temas radicales y más se aplicará el rigor libertario. Por otra parte, nuestro partido no tiene un solo funcionario, y menos aún los necesitaremos cuando seamos más fuertes". "Si queremos un socialismo autogestionario a nivel de las instituciones, de la producción, la descentralización de la economía, debemos ser capaces de autogestionar nuestras luchas y nuestras organizaciones".
También rechazó las alegaciones que le presentan como un "líder carismático" que quiere tener bajo su control personal el PR. "Mi fuerza en el partido", dijo, "está confiada a mis ideas, mi vida y mis relaciones con los camaradas. En otros partidos hay "padrinos" y "patrones", pero cuando hay militantes, tengo la impresión de que el problema es el de la lucha para alcanzar objetivos acordes con las nuevas necesidades, no el de repartirse proporcionalmente el "poder".