Reconstruimos el secuestroSUMARIO: Día a día, descripción de cómo los radicales lograron vencer y convencer. Cómo se buscó el diálogo con los "compañeros asesinos", sin negociar y sin ceder, contra ese partido "de la firmeza" que ha sido en realidad el partido de la inercia y de la indiferencia, de la muerte y del desmembramiento. El fracaso no es tanto de las BR, de los que creen los imbéciles, los lúgubres y los violentos, sino lo que las BR pueden hacer crecer a partir de ella: el enésimo grito desesperado y suicidad de "Viva la muerte". Etapas de la batalla: desde el secuestro hasta los primeros comunicados, una nueva estrategia de las BR. Las reacciones políticas, el debate en la Cámara; el arresto de Marco Donat Cattin en París; el vacío de iniciativa de las fuerzas políticas. En "Lotta Continua" carta de Marco Pannella a las Brigadas rojas; el cierre de la cárcel de Asinara. Estalla la revuelta en la super-cárcel de Trani, posteriormente de Palmi. El scoop de "L'Espresso": publicado el interrogatorio a D'Urso. El asesinato del
General Galvigi. En Radio Radical, en directo, el tam-tam de las noticias desde las cárceles asediadas. Las Br condenan a muerte a D'Urso: se puede salvar si se publican en versión integral los comunicados de los prisioneros en revuelta en Trani y en Palmi. Llamamiento a las Br de Leonardo Sciascia; el llamamiento a los directores de los periódicos recoge las adhesiones de la viuda Tobagi, de la viuda Moro, del hijo de Carlo Casalegno entre otros. En Montecitorio se solidifica de nuevo el partido de la firmeza. Sobre la piel de D'Urso se tejen juegos políticos gravísimos. Vuelve en auge la propuesta Visentini de un gobierno "de técnicos" para salvar la economía nacional. El Pci presiona a favor de la solución fuerte. El Partido radical ofrece su Tribuna Política a la familia D'Urso: la hija Lorena lee los comunicados de las cárceles de Palmi y de Trani. "L'Unità" y "La Repubblica" atacan. El presidente Pertini recibe presiones. La liberación de D'Urso desencadena la crisis del "partido de la firmeza" que ti
ene que hacer olvidar al país que ha sido por encima de todo "partido de la muerte y del desmembramiento".
(NOTIZIE RADICALI n.1 del 1· de enero de 1981)
El secuestro
22:15 del viernes, 12 de diciembre. En la redacción de "Il Messaggero" (1) hay un ambiente de relativa somnolencia. El cuadro de las noticias está más o menos completo, salvo sorpresas, no queda más que ordenarlas y prepararlas para la edición nacional. De repente, el de la centralita comunica que un desconocido quiere hablar urgentemente con un redactor. Contesta el jefe de servicio de sucesos, Mario Spetia. Al otro lado del aparato, tal y como se intuye por el tono, sin lugar a dudas un joven, que habla apresuradamente. De sus palabras, no siempre comprensibles se entiende con claridad este mensaje. "Aquí BR (2). Tenemos al magistrado Giovanni D'Urso (3). Pedimos la suspensión de la cárcel de Asinara (4). Sigue comunicado..."
Una nueva estrategia
El secuestro de D'Urso, es evidente, ha puesto en entredicho la estrategia antiterrorista del gobierno al completo, y el mismísimo general Dalla Chiesa (5), inspirador antes que ejecutor de dicha estrategia. Se produce un contragolpe que abre de nuevo los interrogantes inquietantes presentados al día siguiente del secuestro de Moro (6). La desenvoltura con la que la operación ha sido llevada a cabo insinúa la sospecha de que la capacidad operativa de las brigadas rojas no se halla para nada en vías de desaparición, tal y como desde hace meses los órganos de prensa querrían hacer creer haciendo hincapié en los arrestos a puñados que desde hace tiempo se vienen produciendo. Una vez más se quiere - por supuesto - llevar el ataque al "corazón del Estado". Pero, mientras que en el caso Moro la estrategia apuntaba a una desestabilización desde la cúpula hasta la base, en el caso D'Urso la acción parece estar finalizada directamente al desmantelamiento del sistema carcelario, con el cierre inmediato de Asinara y de
las secciones de máxima seguridad de las demás cárceles.
Los comunicados
Este viraje, que entre otras cosas no representa una novedad para nada, es enunciado claramente por los mismísimos interesados. Coherentes con la promesa hecha a "Il Messaggero", en las primeras horas de la tarde del 13 de diciembre, los secuestradores depositan en un recogedor de basura delante del cine Ambassade, en la calle "Accademia degli Agiati", el primer comunicado. Junto al comunicado, una foto en la que, con un panel de fondo en el que está escrito "Brigate Rosse" con letras de imprenta, en el centro la estrella de cinco puntas, resalta la imagen amedrentada del magistrado D'Urso, junto a un cartel en el que reza: "Cerrad inmediatamente Asinara". El guión es el mismo que el utilizado en su día para el juez Mario Sossi, para el juez Giuseppe Di Gennaro y para Aldo Moro.
En cuanto al posible resultado del juicio, los miembros de las brigadas no se desabrochan mucho; pero por la truculencia del lenguaje dejan intuir que no cabe esperar nada bueno.
Las reacciones políticas
El día 15 de diciembre se difunde otra octavilla que no añade nada a la anterior, salvo para información relacionada con el juez D'Urso, "que está bien", y complacidas menciones al "juicio" en curso.
En las investigaciones se marca el paso. Y a nivel político, por el contrario, el problema no tarda en ponerse al rojo vivo. El primero en tomar postura, inmediatamente después del secuestro, es el senador Leo Valiani, editorialista de "Il Corriere della Sera" que desde siempre ha sostenido el puño de hierro: "Al secuestro de D'Urso - se apresura a escribir sobre el folio rizzoliano (7) - es necesario contestar con la misma firmeza con la que se respondió a secuestro Moro". Es lo mismo que decirles a las Brigadas Rojas: "daros prisa en enviarnos un cadáver, y no se hable más". Paralelamente, Valiani exulta a favor de la prórroga del "fermo di polizia" (8), exhortando ha hacer "un uso enérgico de esta medida". "No se trata de separarse entre halcones y palomas - afirma Mammì - sino de preguntarnos si al secuestro no seguiría otro secuestro, al chantaje otro chantaje, al cedimiento otro cedimiento, siempre que se negociase con un partido armado que tiene una necesidad desesperada de reconstruir a su alrededor
franjas de solidaridad presentándose como válido contrapoder". Lo mismo Ugo Pecchioli (9), responsable de la sección problemas del Estado del PCI (10) había declarado el día antes, que es como decir pocas horas después del secuestro, una afirmación perentoria publicada en un recuadro en la primera página de "L'Unità" (11) (particular que hace resaltar el carácter oficial, implicando la responsabilidad de todo el partido): "Todo lo que sea ceder a los chantajes es inaceptable. Sobre todo, si se cede, se da espacio y fuerza al terrorismo, se le ayuda a superar la crisis en la que se encuentra".
La prematura indisponibilidad republicana para una negociación, entre otras cosas no solicitada todavía, es en realidad una advertencia a Forlani (12), para forzar la voluntad y predisponerlo a ejercer toda su influencia en las demás fuerzas de la mayoría que tuviesen tentaciones humanitarias. Forlani, hasta aquí, ha mantenido sólo contactos informales, telefónicos con Piccoli, Craxi (13), Spadolini (14) y Longo (15); espera convocarlos alrededor de una mesa para decidir una línea unitaria. Para los radicales el problema de negociar o no es un pretexto. Y si precisamente el Estado tiene que afirmar una cierta firmeza (16), no puede hacerlo omitiendo el cumplimiento de sus deberes democráticos o en otros términos, utilizar la justificación de un "chantaje" para legitimar su ausencia democrática.
Al no existir de hecho un "chantaje" terrorista, o una propuesta larvada de negociación, la intransigencia antinegociación está dirigida hacia atrás y no hacia delante; no puede interpretarse más que como un sello hacia las medidas en vías de aplicación o en cualquier caso debidas. Puesto que la Asinara estaba a punto de ser cerrada, estaba programado y se había producido el desmantelamiento mucho antes del comunicado número uno de las brigadas rojas, un entumecimiento para con estas últimas es una forma basta de intentar paralizar un proceso que ha sido ya puesto en marcha.
Por lo menos con respecto a lo que a Asinara se refiere, cuando no con respecto al sistema carcelario al completo, salvo los misinos (17) (para quiénes la autoridad del Estado se mide según el número de gente que se mete entre rejas) existe una alineación unánime a favor de la liquidación y de su cierre. La divergencia estriba en los tiempos, que los duros, capitaneados por los republicanos, querrían postponer, porque así darían una "prueba de fuerza" a las brigadas, como si el problema de la democracia en el país se redujese a una confrontación entre el Estado y el terrorismo. El gobierno, por el momento, se mantiene prudentemente a distancia.
El debate en la cámara
El 15 de diciembre, el problema se desplaza a Montecitorio (18), en donde han sido depositadas decenas de interpelaciones e interrogaciones a las que el gobierno tiene que responder. A parte de las interpelaciones radicales, que tienden a detectar qué iniciativas se van a emprender para la liberación de D'Urso, la mayoría de los parlamentarios interrogados se contentaría con saber cuál ha sido la dinámica del secuestro.
El radical Franco De Cataldo, a pesar de tomar nota de la disponibilidad del gobierno para discutir los problemas de seguridad, objeta al ministro que la acción del gobierno es un fracaso desde todos los puntos de vista y que la última iniciativa adoptada de común acuerdo con el secuestro del magistrado, de prolongar durante sesenta días el "fermo di polizia", sirve en todo caso para "recrudecer el espiral de violencia". Marco Boato (19) se remonta a las gravísimas omisiones de las que acusa al gobierno y que han preparado el terreno para el secuestro del magistrado.
La carta de Pannella
Del 16 al 24 de diciembre, se produce un vacío casi absoluto de iniciativa política. La polémica prosigue al rojo vivo, pero no sale de ahí. Con el paso de los días, ante el temor de que se pueda hacer algo para facilitar la liberación de D'Urso, el "partido de la firmeza" se pone de más mala leche. De nuevo, ante el frente específico del secuestro no hay nada, pero los eventos que implican el fenómeno terrorista son varios. Mientras se discute sobre el tercer comunicado de las brigadas (lo examinaremos más delante) desde París llega la noticia de que en la noche del 19 de diciembre, fuera de una brasserie de los Champs Elysées, ha sido arrestado Marco Donat Cattin (20), uno de los líderes de Prima Linea (21) perseguido desde hacía cerca de tres años con mandatos de orden y captura por homicidios, secuestros y pertenencia a banda armada. En la tarde del 20 de diciembre, mientras una sabia dirección pilota la exultación por esta operación, Alberto Buonconto, considerado uno de los jefes históricos de los NAP
(22), consuma el último acto de su trágica odisea ahorcándose en su casa de Nápoles, en via Nennella Di Massimo, Vomero.
Entre las fuerzas políticas, sólo los radicales desarrollan una acción tal que tiene efectos presumiblemente positivos para la salvación de D'Urso. Adelaide Aglietta (23), Franco De Cataldo y Marco Boato envían al ministro de Justicia una carta para recordar que desde hace tiempo políticos sociólogos y magistrados concuerdan sobre la necesidad de cerrar Asinara. Pero el comunicado número 3 de las br, un mensaje bajo muchos aspectos anómalo y extraño, les pone en entredicho. Según el mensaje - que la Digos a duras penas reconoce como auténtico - los radicales tenían que proseguir su tarea, favoreciendo el debate sobre las cárceles, en su línea tradicional. El grupo parlamentario decide proseguir con mayor decisión a lo largo del camino trazado. Cada iniciativa, repiten tanto el grupo como el consejo federativo del partido inmediatamente reunido, tiene que adoptarse a la luz del sol, para que todos la juzguen: esto, repiten, es el primer significado del término "diálogo".
Llega por último el cuarto comunicado de las br. No contiene peticiones dirigidas al gobierno ni propuestas de negociación. A pesar de las amenazas, está claro que la suerte del magistrado secuestrado podría cambiar, en sentido positivo, en caso de que intervengan hechos nuevos con respecto las cárceles de máxima seguridad.
Pero para revolver las aguas, el 24 de diciembre aparece en Lotta Continua (24) una carta de Marco Pannella dirigida a las br. "Diálogo, diálogo, diálogo" - grita Pannella a los miembros de las brigadas, a quiénes sembrando el escándalo llama "compañeros asesinos". "Nada de negociaciones. No hay negociación posible ni digna de respeto por ninguna parte si está impuesta por la violencia, el miedo, el chantaje. No se colabora con quién realiza la violencia: es un deber. No hay reglas de guerra a seguir: por suerte y por voluntad del pueblo la guerra la dictamina la Constitución, dictada por el antifascismo de la Resistencia (25), y traicionada por el antifascismo y el neofascismo de los partidos parlamentarios, de 1947 hasta nuestros días, con la única excepción del partido radical".
Pannella pide la liberación de D'Urso: sin condiciones. Un cadáver legitimaría la violencia del poder, advierte, ofrecería en una bandeja de plata el pretexto para perpetuar la traición de la Constitución y de las mismísimas leyes del Estado, en vigor desde 1947. En el fondo, es lo que están deseando, y aunque sólo fuese por ello habría que negarlo. "Pero, estáis seguros, compañeros (26) - si tales os consideráis - que ya no conviene, no os convenga, liberar, poner en libertad a Giovanni D'Urso?" pregunta Pannella a los miembros de las brigadas. "En realidad no lo desean, no se lo esperan. No serían felices de ello. En cambio, la gente sí lo espera, sí sería feliz, y lo sabéis, la gente, nosotros, vosotros mismos".
Desde luego, existe el precedente de Moro, y no en vano ahora el escenario reproduce grandes rasgos la trama y el desarrollo. "Pero con una gran diferencia, que nadie parece haber calibrado: el 16 de marzo se asesinaron, para capturar a Aldo Moro, a los hombres de su escolta, a los humildes trabajadores de policía que cumplían su trabajo. Liberar a Moro, el poderoso, el enemigo, tras haber asesinado en Via Fani (27) a los cuatro agentes constituía una dificultad política, ideológica, humana incluso, una contradicción peligrosa". Cabe esperar que en el parlamento italiano - prosigue Pannella - haya quién piense, ahora, inmediatamente, a parte de los compañeros radicales, en proponer una moción, un instrumento de debate en pro de una orientación nueva y fecunda de respuesta política al peligro en que tenéis a D'Urso. No se trata de venceros, tal y como estos imbéciles, lúgubres y violentos creen o sienten, sino de vencer lo que en vosotros puede hacer crecer y determinar o peor, un enésimo grito de "viva la m
uerte" (28), desesperado y siempre suicida, si proviene de quién se considera o es compañero".
Cierra la cárcel de Asinara
La carta de Pannella desencadena la rabia entre los forjadores de la "firmeza", que tienen como carro de combate al comunista Pecchioli y al republicano Mammì. La vida de D'Urso puede ser sacrificada en aras de un rostro feroz que mostrar a los miembros de las brigadas. Ello no es óbice para que siguiendo la onda radical, el frente humanitario crezca. Poco después de la publicación de la carta de Pannella, gran número de intelectuales, entre los que destacan Sabino Acquaviva, Gianni Baget Bozzo, Marco Boato, Cesare Cases, Oreste del Buono y Franco Fortini, firman un llamamiento para que se "proceda inmediatamente al cierre de la cárcel de Asinara, serenamente conscientes de no estar cediendo ante un chantaje, sino de actuar según lo considerado justo y oportuno en plena libertad".
Posteriormente, precisamente el día de Navidad, un comunicado de la dirección del PSI (29) solicita explícitamente el cierre inmediato del cárcel especial.
24 horas después, el día de San Esteban, una nota del Ministerio de Justicia, acordada - parece ser - en una reunión en Palazzo Chigi entre Forlani, Rognoni y Sarti, anuncia que el programa para el cierre de la sección especial de la cárcel Asinara "está predispuesto desde hace tiempo, y se realiza progresivamente tanto que es así que los detenidos de la sección Fornelli (precisamente la sección especial), considerablemente inferiores con respecto a las posibilidades efectivas de acogida, son actualmente 25 y disminuirá el número a 18 en el marco de la semana ... la realización completa del plan de desalojo se efectuará a corto plazo".
Los comunistas se indignan, pero exultan: para ellos si la medida es señal de un "ceder inaceptable", de un rendirse gravemente a las brigadas, es también sintomático de fragmentación entre las fuerzas de la mayoría. En perspectiva ven elecciones anticipadas, a las que la dc (30) llegaría impotente y frustrada.
La revuelta de Trani
Más que por la controversia, el 28 de diciembre corre el rumor de una sucesión de hechos que dan la sensación de no ser meros episodios sino de presagiar eventos más dramáticos. En la supercárcel de Trani, los detenidos se amotinan tomando como rehenes a 19 funcionarios de la cárcel, y paralelamente los secuestradores de D'Urso divulgan un quinto comunicado, incluyendo una carta de D'Urso al director de los institutos penitenciarios sobre el cierre de Asinara.
Cediendo a las instigaciones de los órganos de prensa, los forjadores de la "no negociación" se desencadenan ejerciendo una fuerte presión a favor de una intervención inmediata. A los republicanos les parece mentira poder tomarse la revancha por el sapo que han tenido que tragarse; de esta manera transmiten a tiempo una nota a Palazzo Chigi de este tenor: "un hilo común une el amotinamiento de Trani al secuestro del juez D'Urso. No se puede concebir ceder ante estas condiciones".
Estamos a lunes 29 de diciembre. A las 14 horas o poco más concluye la cumbre de ministros de seguridad, y algunos minutos después el ministro Sarti dicta el fonograma con el que invita al director de la cárcel de Trani a solicitar "la intervención necesaria de las fuerzas del orden". La respuesta, en el sentido deseado, llega en menos de una hora. Se produce por lo tanto la operación que persigue un "no" seco a las posibles soluciones por vías normales.
La exultación por la restauración de la "firmeza" es indescriptible. La vanguardia de los "duros" se envalentona entre la opinión pública, ondeando nuevas declaraciones de Pertini (31) contra las negociaciones y a favor de la intransigencia. Pertini no quiere explícitamente inclinarse con respecto al cierre de Asinara, en cuanto medida administrativa del gobierno, pero quiere subrayar: "Con Moro se actuó de forma distinta. El Estado no tiene que ceder".
Pocas horas antes del inicio de la operación había llegado el sexto comunicado de las brigadas, con fecha del 29 de diciembre, adjuntando el comunicado número 1 del "Comité de lucha de los proletarios presos de Trani". La posesión de este último documento por parte de los secuestradores de D'Urso da la talla para conjeturas más fantasiosas, hasta la hipótesis de una programación y organización conjunta, entre miembros de las brigadas en libertad y detenidos, de la revuelta de Trani y del mismísimo secuestro del magistrado, que más que los funcionarios de la cárcel rehenes, iba a servir como "mercancía de intercambio" segura.
En el comunicado nº 6, a pesar de haberlo escrito antes de la operación, la intervención de los cuerpos especiales está prevista, es más proyectada en términos de desafío: "Sea lo que sea lo que el gobierno está tramando para reprimir las luchas de los proletarios presos en Trani, que sepa que hallará una respuesta inmediata de las brigadas rojas". Sigue una intimidación que algunos interpretan como una amenaza para D'Urso: "Los comunicados emitidos desde Trani y desde Pali tienen que ser publicados inmediatamente y en versión integral. Lo que tienen que decir sobre su programa los proletarios de estos dos campos cabe escucharlo de su propia boca. Si lo que dicen no es atendido, total o parcialmente, sacaremos la conclusión de que vuestra política homicida no admite por parte de la fuerzas revolucionarias duda alguna: actuaremos consiguientemente".
El asesinato de Galvaligi
Algo en el ambiente hace presentir que el tiempo apremia. El ansia de que acabe todo predispone a lo peor. La mañana del día de San Silvestre, cuando en la memoria aún no se han pulverizado las imágenes de la exposición de la más sofisticada quincallería propia de 007 en la cárcel de Trani, es la noticia de un formidable scoop de la revista semanal romana L'Espresso (32): la publicación, en el número que salió el sábado 3 de enero de 1981, del acta del interrogatorio del magistrado preso y de una entrevista a las brigadas rojas, articulada en 54 preguntas. Las preguntas luego resultarán ser muchas menos, y sobre todo parecerán más bien sugeridas por los entrevistados que...
.... son Mario Scialoja y Giampaolo Bultrini.
El texto de la interrogación a D'Urso transmitido a L'Espresso confirma cuanto ya se sabía a través de comunicados anteriores de las brigadas, en los que se relevaba que el preso "colabora". En el conjunto, sin embargo, no se transmite la novedad de relieve. Aún no se ha absorbido el eco de tan estridente acontecimiento, cuando otro mucho más grave se cierne sobre el país: el asesinato del general de carabineros Galvaligi, inmediatamente reivindicado por las Brigadas Rojas: "Hemos ajusticiado al general Enrico Galvaligi, de la coordinación de servicios de seguridad de las cárceles". El delito es cometido con una técnica comprobada, segura y eficaz; a pesar de las medidas adoptadas inmediatamente, de los asesinos no se sabe nada de nada. Lo único que queda es la octavilla nº 7 en la que se dice explícitamente que el asesinato es la respuesta a la cuestión de Trani.
D'Urso condenado a muerte
Mientras se ordenan las cartas en juego, se empieza a saber que la cuestión de Trani no ha sido indolora. La primera denuncia tiene lugar en un programa en directo del 4 de enero de Radio Radical (33), presentado por Franco Roccella. Desde Milán llama por teléfono la convivente de Vaccher, del comité de los familiares de detenidos de la cárcel de Trani, quien dice llamarse Daniela, y se niega a dar su apellido. Pide leer, si se le permite, el siguiente llamamiento: "Los familiares de los detenidos de la cárcel de Trani lanzan un llamamiento para solicitar la intervención inmediata de la comisión médica externa para que compruebe directamente la actual condición física de los detenidos tras el amotinamiento del domingo 28 de diciembre". Las noticias hasta el momento presente recogidas, prosigue Daniela, "hablan de torturas, de fuertes palizas subidas indistintamente por todo el mundo. Sabemos que muchos de los nuestros han sido torturados, y muchos han sufrido trauma craneal".
Al día siguiente, una delegación de parlamentarios radicales, compuesta por los senadores Gianfranco Spadaccia (34) y Sergio Stanzani (35) y por los diputados Domenico Pinto (36), Massimo Teodori (37) y Franco De Cataldo se desplaza hasta Trani y Palmi, para comprobar si son ciertas las acusaciones de Daniela y conocer las razones de los detenidos. Las acusaciones de Daniela son confirmadas: 47 detenidos, durante cerca de tres horas, por lo tanto durante y tras la acción, han sido pesquisados, y torturados muchos de forma salvaje; la mayoría tienen manos o dedos fracturados, lesiones craneales y lesiones difundidas. Todos, durante una noche entera, han sido tenidos a la intemperie. Al regreso de la visita, los parlamentarios radicales llevan los documentos emitidos por los comités de los detenidos y los distribuyen a la prensa para que los publique.
A lo largo de la llamada telefónica de Daniela a Radio Radicale, llega un despacho ANSA con la siguiente dramática noticia: las br, con el comunicado número 8, anuncian haber condenado a muerte al magistrado secuestrado el pasado 12 de diciembre, añadiendo que eventualmente la ejecución podrá ser suspendida "si no se le impide al comité de presos de Trani, al comité de campo de los presos de Palmi, expresar íntegramente, sin censurar ni tan siquiera las comas, sus evaluaciones políticas, y su opinión. Esto es lo que queremos oír a través de vuestros instrumentos radio-televisivos, leerlo en los periódicos italianos de mayor tirada, tal y como habían solicitado los proletarios en lucha de Trani".
Cuando llega la octavilla, se alza al unísono el coro de la "no negociación". Todos los órganos de prensa se alinean siguiendo las indicaciones del periódico romano "Il Tempo", del montanelliano (38) Giornale Nuovo, de L'Unità y Paese Sera (39). Il Tempo anuncia "el más completo silencio de la prensa ante las peticiones de los terroristas que han secuestrado a D'Urso". El bloqueo demuestra grietas significativas. Seguirán, en esos días, dramáticas asambleas de redacción, algunos directores abiertamente afirmarán su disponibilidad, a nivel humanitario, a publicar documentos carcelarios. En esta línea, interpretada de distinta manera (y con gran contrariedad), figuran: "L'Avanti" (40), "Il Messaggero", "Il Secolo XIX" e "Il Giorno". Giuliano Zincone, director de Il Lavoro de Génova, publica el documento, e inmediatamente después presenta su dimisión. Rizzoli, propietario del periódico, lo exime de traspasar poderes. La clase de los periodistas está desconcertada por la responsabilidad que le ha caído encima.
El llamamiento de Sciascia (40)
Es cierto lo que afirman los radicales. No se trata de gobierno, ni de cedimientos suyos. La vida de D'Urso se halla única y exclusivamente en las manos de los directores de los periódicos. Si tres o cuatro de ellos estuviesen dispuestos a dar, a cambio del cadáver de magistrado "dos columnas de plomo", el drama se disolvería: sólo dos columnas de plomo serían suficientes. El llamamiento, las denuncias de "Radio Radicale" - a donde llegan a partir de ese momento adhesiones importantes, en un crescendo reconfortante - por la sordera demostrada por los periódicos que en otras ocasiones han dado siempre enorme e injustificado espacio a la documentación de los miembros de las brigadas, a sus teorizaciones y elucubraciones, parecen tener la claridad de lo que es evidente. Pannella insiste en que los radicales utilizarán todos los medios legales y constitucionales "para hacerse intérpretes de las voces de los detenidos, de acuerdo con una línea que no consiste en ceder a la intención contenida en la octavilla nº 8
sino en una firmeza coherente de perseguir una política de reforma de las cárceles, de desmilitarización de la policía y de adecuación del conjunto y del estatus de los funcionarios de los centros penitenciarios".
El frente antirradical está que arde. Se dan cuenta de que esta vez no va a pasar lo que con Moro, cuando el partido "humanitario" salió perdiendo con respecto al eje de la dureza representado por Zaccagnini, Andreotti (41) y Berlinguer (42). Al llamamiento dirigido por Sciascia a los directores de los periódicos para que publiquen los documentos de los detenidos, se suma la viuda de Walter Tobagi, la viuda Aldo Moro, el hijo de Carlo Casalegno. En su mensaje a los directores, Sciascia repite que "los periódicos no son el gobierno" que "estar bajo chantaje es mucho más noble y provechoso, en este momento, que negarse". Sciascia amonesta que no dar noticias tiene que ser una decisión drástica y absoluta, que cabe respetar siempre y por siempre, pero que no se pueden cambiar ahora las reglas del juego: las br han podido contar siempre con el interés de los periódicos para amplificar sus discursos, y un viraje no puede ser justificado, ahora, de ninguna manera.
Nos hallamos - y se nota - en la recta final. Y ahora todo el mundo, excepto los radicales, le han dado la espalda a D'Urso. Los socialistas intervienen en la prensa, pero no quieren descubrirse, no asumen una postura pública clara: y sin embargo, si se desea salvar la vida de D'urso es necesario hacer lo que sea posible, con decisión sin lagunas políticas, sin compromisos, aunque - todavía - sin negociaciones: entre otras cosas, no hay nada que negociar, y el gobierno no se pone en entredicho, ni con la "firmeza" ni sin ella, puesto que no se le pide nada, ni tiene que hacer nada; lo único que tiene que hacer es no intervenir para que se mantenga el bloqueo periodístico: son los periódicos quiénes tienen que decidir.
Se reanuda mientras tanto el debate en Montecitorio, el gobierno tiene que contestar a una avalancha de interpelaciones e interrogaciones. En esta instancia también, el partido de la firmeza utiliza sin manías el caso, dejando cada vez más claro el proyecto que existe tras sus comportamientos. Se quiere romper el gobierno, aislando al PSI de la DC y del PRI (43). Y es precisamente el PRI (al tener como interlocutor, desde fuera de la mayoría, al PCI) quién pone las cartas boca arriba cada vez con mayor determinación. En la DC, el ala zaccagniniana defiende su papel en el caso de dos años antes, en el caso Moro, y conjuntamente impulsa a todo el partido a un nuevo acuerdo con el PCI. En el drama humano y civil se introducen de esta manera gravísimos juegos políticos, a todos los niveles. Y son juegos que se basan en la certeza de la muerte de D'Urso.
Llega el gobierno de los "honestos"
En esta instrumental exasperación, cobra nuevo cuerpo y peso la propuesta, presentada hacia finales de diciembre por el profesor Visentini de un gobierno de "técnicos", de "honestos", escogidos independientemente y por encima de los partidos. A partir de la propuesta, que al inicio había sido acogida con frialdad e incluso con alguna que otra ironía, se coagulan ahora impulsos y presiones procedentes de distintos sectores, sacando a la luz del sol intereses oscuros y - claramente - gigantescos, ondeados desquiciadamente por "La Repubblica" (44) y por "Il Corriere della Sera". Surgen de la sombra graves indicios que conducen a la tan cacareada logia "encubierta" masónica P2 (45), a los ambientes de la financia sindoniana (46), que ahora muestran evidentes soldaduras externas, en el mundo del periodismo, con el grupo rizzoliano propietario de "il Corriere". Son estos ambientes, desde hace tiempo más o menos reciente interesados a una hipótesis de "gobierno fuerte", que parte de la desconfianza en los partidos
y en la mismísima DC, que ya se la considera inadecuada para gobernar el país y dar garantías a las fuerzas económicas y financieras.
En el seno de la DC se mueven fuerzas contrastadas; se advierte lo que está en juego. El jefe del gobierno, Forlani, interviniendo en una ceremonia a lo largo de la cual el comandante del cuerpo de carabineros, el general Capuzzo, solicita - y sus palabras saben a crítica - una intervención más articulada a nivel político con respecto a la subversión terrorista, se desequilibra en un discurso con acentos increíblemente tensos. "La represión de la policía - declaró Cappuzzo - por sí sola no resuelve el problema de la criminalidad política y común" y añadió que era necesario "recuperar el consenso de esa franja de jóvenes de la que la subversión saca adeptos". Pero Forlani ataca "el jaleo de las polémicas, de las alteraciones de datos y de la verdad, del carácter faccioso de las disputas en las que se produce parte de l prensa" y exalta a "la mayoría (de los italianos) que no participa en el jaleo de tanta polémica..."
El PCI de Berlinguer sin manías, y con extrema violencia, impulsa hacia la solución "fuerte". Es evidente: los comunistas intentan romper el gobierno, reanudar el diálogo al menos con una parte de la DC, para entrar en una posible mayoría, la caracterizada con el tan cacareado "viraje", enunciada con motivo del terremoto de Irpinia. En la propuesta del viraje comunista figura el llamamiento a los "honestos". Lejos de proponer la alternativa con la unidad programática de las izquierdas, para echar a la DC del gobierno, Berlinguer afirma que el gobierno nuevo solicitado por el país no quiere aislar a los elementos "honestos" presentes en el partido católico; una vez más, en resumidas cuentas, Berlinguer pretende cambiar las mayorías internas de este partido, para hallar consensos y contactos como en tiempos d Zaccagnini. Sin embargo, el PCI se ha dado cuenta de que esta vez la resistencia opuesta por el Partido Radical a sus proyectos es sumamente fuerte. Para doblegar la resistencia de los radicales, pilar de
l "diálogo" y de la salvación de D'Urso, el PCI recurre a una campaña desenfrenada, de incitación a la masacre política del antagonista: lo que los radicales invocan es un diálogo "que ha constituido el eje de la verdadera y turbia negociación entre un partido representado en el Parlamento y un grupo de terroristas..." Toda iniciativa radical es analizada en esta clave, desde la visita de los parlamentarios a Trani hasta la aparición de Lorena D'Urso en TV, en un crescendo de ataques inaudito.
Bien mirado, esta determinación enmascara más de una preocupación. El PCI se da cuenta de que la línea de la dureza no puede ser popular en toda la base de su partido, constituida por ciudadanos demócratas, no demasiado propensos a aceptar que haya que "morir" por un Estado que se viene derrumbando desde hacer treinta años de gobierno DC. Por lo tanto lo que el PCI intenta hacer es zanjar la cuestión lo antes posible. Lo que hay que "endemoniar" es precisamente ese "diálogo" que, al haber tenido lugar ante los ojos de todo el mundo, de Italia entera, permite que se consoliden sentimientos, reflexiones, actitudes maduras, problemáticas, que conducen a rechazar, en resumidas cuentas, la idea de la irreversibilidad del sacrificio de una vida humana.
El 13 de enero, probablemente, marca el punto de impulso más decisivo del "partido de la muerte", para sofocar el "partido de la vida". La noche antes, Lorena D'Urso apareció en TV demostrando la firmeza y el valor de los fuertes. De hecho, con la Tribuna flash (47) que le concedió el Partido Radical, se rompió el silencio de la televisión.
Las reacciones son exacerbadas, furiosas. "La Repubblica" de Scalfari (48) juega la carta clave: intenta llevar al mismísimo presidente de la República, Sandro Pertini, al terreno del enfrentamiento.
Pertini actúa?
Pertini siempre ha estado a favor de la firmeza con respecto a los terroristas, todo el mundo lo sabe. Desde su tan alto cargo, no puede estar implicado en una confrontación clara y serena para demostrar de qué lado está la verdadera firmeza. Desde su aislamiento, desde la imposibilidad de articular el diálogo, sin embargo, en este asunto Pertini ha estado lejos de asumir posturas de ruptura. Pero, ahora, eso es lo que se quiere de él. La ruptura, decidida y neta, de todo el partido "humanitario", en primer lugar del partido radical y del PSI. Es evidente que las consecuencias de un paso semejante serían incalculables, para el equilibrio de nuestra democracia. Pero el 13 de enero aparece en La Repubblica un artículo de fondo, sin firmar, titulado "Esta vez no será como el 8 de septiembre". El 8 de septiembre es la fecha del desmembramiento y derrota del ejército italiano tras el armisticio con los angloamericanos. El artículo es un llamamiento al Presidente Pertini, para que intervenga, para que actúe, casi
como si nos hallásemos en el umbral de una nueva ocupación nazi y hubiese que echarle una mano a una nueva Resistencia. Se evocan las "terribles horas" del rendimiento badogliano (49). Se ataca a los radicales forjadores "conscientes de un instrumento de mensajes de chantaje y de muerte" convertidos en reyes del "auténtico terrorismo" por haber indicado "con nombre y apellidos" a los directores de los periódicos; se denuncia a "fuerzas políticas y miembros del Parlamento" que "traicionan las leyes a las que han jurado fidelidad". Ante la espectral conclusión de que se está "vendiendo la República a sus adversarios", sigue un llamamiento directo, dramático, un ultimátum, al presidente Pertini: "Hoy más que nunca esperamos con confianza una palabra de Sandro Pertini. Y no sólo de Sandro Pertini, jefe del Estado, sino de Sandro Pertini combatiente antifascista. Porque una vez más la lucha contra los enemigos de la libertad ha empezado".
En el mismo número, se da gran relieve a la noticia de que el procurador sustituto, el Sr. de Sica, ha incriminado a sesenta y cinco detenidos, entre políticos y comunes, de Trani y a catorce terroristas recluidos en Palmi, "por concurrir en el secuestro del juez Giovanni D'Urso". El movimiento parecía estar dirigido a provocar una decisión entre los detenidos, de manera que uno de ellos se abriese a una colaboración que permitiese llegar hasta las brigadas rojas. De hecho, se tiene la impresión inmediatamente de que puede desencadenar la ira de los secuestradores, una ira tal que les haga llegar al viraje drástico y matar al magistrado; que sea, en resumidas cuentas, un nuevo paso hacia lo irreversible.
La tarde del 13 de enero, tiene lugar en Roma, bajo una llovizna triste y amarga, una manifestación del PCI, encabezada por el alcalde Petroselli, que aparentemente ataca la "claudicación" del PSDI, en una orgía verbal descompuesta e indigna. Pero la presión no obtiene el resultado esperado. Pertini no interviene. La esperanza de una catástrofe política tiene que ser, así pues, abandonada. A las 13.30 horas del 14 de enero, a la Cámara llega el anuncio de que D'Urso ha sido liberado. En efecto, D'Urso será hallado con vida la mañana después, pero el anuncio hace que entre en crisis el partido de la firmeza, que tiene que hacer olvidar inmediatamente a los italianos que ha sido, también, el "partido de la muerte" y del desmembramiento.
N.d.T.
(1) IL MESSAGGERO . Diario romano, difundido sobre todo en Italia central. Perteneció a la familia de industriales Perrone, fue comprado posteriormente por la Montedison, pasó bajo control de la DC y del PSI.
(2) BRIGADAS ROJAS . (Conocidas con las siglas BR). Organización terrorista clandestina de extrema izquierda, nacida en Italia en 1969. Proclamando la revolución obrera, intentó abrir frentes de revuelta armada contra el Estado y el sistema político, reivindicando los atentados, heridos, secuestros, homicidios de políticos, periodistas, magistrados y dirigentes industriales. Tuvo por líder a Renato Curcio. En 1978 secuestró y asesinó a Aldo Moro.
(3) D'URSO GIOVANNI . Magistrado italiano. Secuestrado por las Brigadas Rojas el 12 de diciembre de 1980. El secuestro, que pareció repetir el de Aldo Moro, desencadenó una violentísima campaña político-periodística a lo largo de la cual se propuso la formación de un gobierno de "emergencia" formado sólo por técnicos. El Partido radical desempeñó una tarea importante - gracias al compromiso del escritor Leonardo Sciascia - al obtener la liberación y desechar toda solución autoritaria. El magistrado fue puesto en libertad el 15 de diciembre de 1981.
(4) ASINARA . Cárcel de seguridad, en Cerdeña.
(5) DALLA CHIESA CARLO ALBERTO. (Saluzzo 1920 - Palermo 1982). General de los carabineros. Coordinador de las investigaciones sobre las Brigadas Rojas desde 1978. Afiliado, junto a su hermano, a la logia masónica de Licio Gelli "P2", aunque sostenía que se había afiliado sólo para controlarla. Fue nombrado en 1982 gobernador civil con poderes especiales de Palermo para luchar contra la mafia. Asesinado junto a su mujer en Palermo el 3 de septiembre de 1982.
(6) MORO ALDO . (Maglie 1916 - Roma 1978). Político italiano. Secretario de la Democracia cristiana (1959-65). Artífice de la política de centro izquierda. Ministro en repetidas ocasiones, Presidente del Consejo (1963-68, 1974-76). A partir de 1976 presidente de la democracia cristiana (DC). Preconizó el acercamiento del Partido Comunista Italiano (PCI) al gobierno delineando al hipótesis de una "tercera fase" (tras la del "centrismo" y la del "centro izquierda") del sistema político. Secuestrado por las Brigadas Rojas en Roma, el 16 de marzo de 1978, fue encontrado muerto el 9 de mayo del mismo año.
(7) RIZZOLIANO . de RIZZOLI . Importante familia de editores, a partir de Angelo (Milán 1889 - 1970), fundador en 1929 de la Casa del mismo nombre. Propietario de "Il Corriere della Sera", lo cedió a su sobrino que se llama igual que él, implicado en escándalos político-financieros relacionados con la P2.
(8) FERMO DI POLIZIA . La policía si cree que un individuo es sospechoso lo puede tener arrestado por un breve periodo de tiempo sin informar al juez.
(9) PECCHIOLI UGO . (Turín 1925). Senador, exponente del Partido comunista Italiano (PCI), Ministro del Interior en el gobierno-sombra. Durante mucho tiempo responsable de su partido de las cuestiones relacionadas con la política interna, indicado por los radicales como corresponsable de muchos de los oscuros acontecimientos relacionados con los años de plomo.
(10) PARTIDO COMUNISTA ITALIANO . (PCI) fundado (bajo la denominación Partido Comunista de Italia) el 21 de enero de 1921 en Livorno, al abandonar el partido socialista una fracción disidente que se remitía a Gramsci y a Bordiga. Conectado con la tercera Internacional, el PCI entró en la ilegalidad con las leyes represivas de 1926; tras el arresto de sus máximos dirigentes (Gramsci, Terracini), siguió con su lucha contra el fascismo bajo el liderazgo de Togliatti. A finales de la guerra de liberación, en la que desempeñó un papel decisivo, participó en el gobierno del 44 al 47 y posteriormente sufrió una derrota en las elecciones del 48; durante la postguerra se convirtió en el mayor partido de la oposición de izquierdas, y tras la muerte de Togliatti (1964), Longo tomó las riendas del partido, y posteriormente Enrico Berlinguer. Con Berlinguer llegaron los tiempos del Compromiso histórico basado en la colaboración orgánica entre comunistas y católicos. Su proyecto de dar vida al que se ha dado en llamar "
Eurocomunismo", es un intento de proyectar en occidente un reformismo que no renegase del todo la experiencia comunista.
(11) L'UNITA'. Periódico del Partido comunista italiano (PCI), posteriormente Partido democrático de la Izquierda (PDS), fundado en Turín en 1924, por Antonio Gramsci.
(12) FORLANI ARNALDO . (Pesaro, 1925), secretario de la Democracia cristiana (1969-73), ministro de defensa (74-76) y de asuntos exteriores (76-79), Presidente del Consejo italiano (80-81).
(13) CRAXI BETTINO . (Milán, 1934). Político italiano. Socialista, diputado desde 1968. Secretario del Partido Socialista italiano (PSI) en 1976 cambió profundamente la fisonomía del partido a partir de un amplio diseño de reformas incluso institucionales y de unidad de las fuerzas socialistas. Actualmente, venido a menos y condenado por comisiones ilegales y corrupción.
(14) SPADOLINI GIOVANNI . (Florencia 1925-Roma 1994). Historiador y político. Director de "Il Resto del Carlino" (1955-68), y de "Il Corriere della Sera" (1968-72). Ministro de bienes culturales (1974-76), secretario del Partido Republicano Italiano (PRI) de 1979 a 1981 año en el que fue nombrado Presidente del Consejo. Ha sido asimismo Presidente del Senado.
(15) LONGO PIETRO . (Roma 1935). Político italiano, secretario del Partido socialdemocrático italiano (PSDI) desde 1978, abandonó la secretaría y la política porque se vio implicado en graves escándalos.
(16) FIRMEZA : Término muy usado en dicho período que indicaba la necesidad ante la 'desestabilización' de tener "MANO DURA".
(17) MSI. Movimiento Social Italiano, de marcado carácter fascista.
(18) MONTECITORIO . Plaza romana en la que se halla la sede de la Cámara de los Diputados italiana. Por extensión, indica a la Cámara.
(19) BOATO MARCO . Uno de los dirigentes de "Lotta continua".
(20) Marco Donat Cattin es hijo de Carlo Donat Cattin, dirigente democristiano.
(21) PRIMA LINEA . Organización terrorista de extrema izquierda.
(22) NAP . Siglas de los "Núcleos Armados Proletarios", formación terrorista de extrema izquierda.
(23) AGLIETTA ADELAIDE . (Turín 1940). Actualmente presidenta del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo. Diputada del Parlamento italiano en repetidas ocasiones. Secretaria del Partido radical en 1977 y en 1978, año en el que salió elegida a suertes para formar parte del jurado popular en el proceso que tuvo lugar en Turín a las Brigadas Rojas y a Renato Curcio. Promotora del CISA (Centro Italiano per la Sterilizzazione e l'Aborto) de Turín.
(24) LOTTA CONTINUA . Uno de los más importantes y difundidos movimientos políticos de la extrema izquierda italiana, fundado en 1969 en Turín. En 1971, dio vida al periódico del mismo nombre. Separó a la izquierda extraparlamentaria de la obrera, penetrando en el mundo estudiantil, entre los reclutas, en las cárceles, etc. De entre sus líderes cabe destacar al periodista y escritor Adriano Sofri.
(25) RESISTENCIA . Nombre que indica la lucha popular, política y militar llevada a cabo durante la II guerra mundial en las regiones de Europa ocupadas por las tropas de la Alemania nazi durante la II guerra mundial.
(26) COMPAGNI. En italiano, compañeros. Pero también camaradas, que no se debe confundir con "camerate" que son los fascistas. En este sentido, de camaradas, es decir de compañeros de izquierdas, Pannella denomina a los miembros de las Brigadas Rojas "compagni assassini" compañeros asesinos.
(25) VIA FANI . Calle romana en la que fue secuestrado Aldo Moro. En dicha ocasión, las Brigadas Rojas asesinaron a la escolta de Moro.
(28) Viva la muerte. En el texto original italiano, dicha expresión aparece en castellano.
(29) PSI . PARTIDO SOCIALISTA ITALIANO. Partido fundado en Génova en 1982 como Partito dei Lavoratori Italiani (partido de los trabajadores italianos). Pasó a llamarse PSI en 1893. Su órgano oficial es "L'Avanti". Coexistieron distintas tendencias en el PSI de la edad giolittiana: desde la corriente reformista liderada por F. Turati, hasta la sindicalista revolucionaria de A. Labriola hasta el ala maximalista de B. Mussolini. Tras la I guerra mundial el PSI sufrió la escisión de comunistas (Livorno - 1921) y reformistas del ala maximalista (Roma - 1922). Disuelto por las leyes de excepción del fascismo en el 26 el partido se exilió bajo la guía de R. Morandi y S. Pertini y participó en la Resistencia con las formaciones "Matteotti". Reconstituido formalmente en el 42 con el nombre de PSIUP (Partido Socialista de Unidad Proletaria) tras la liberación estuvo en el gobierno del VI- 45 hasta el V - 47, Tras la escisión del 47 en Palazzo Barberini (escisión del ala socialdemócrata de Saragat) recuperó el nombre d
e PSI y estuvo en la oposición. Hasta el 56 desempeñó una política de unidad de acción con los comunistas. Su participación en el primer gobierno de centro-izquierda (XII-63) causó la escisión de una mayoría de izquierdas PSIUP) y condujo a la reunificación PSI-PSDI, hasta el 69. En la postguerra bajo el liderazgo de: Nenni, Giacomo Mancini, F. De Martino, y en 1976 capitaneado por el actualmente investigado y encausado Bettino Craxi (Milán, 1934), uno de los más destacados y controvertidos protagonistas de Tangentopoli, que en su día llegó a ser presidente del gobierno italiano. El Partido Socialista Italiano, desde que se empezó a tirar el hilo de la madeja de las comisiones ilegales ha ido desapareciendo del escenario político italiano.
(30) DEMOCRACIA CRISTIANA (DC) . Partido italiano de inspiración cristiano/católica. Constituido con este nombre en la postguerra recogiendo la herencia del Partido Popular, nacido en la primera post-guerra gracias a la obra de un sacerdote siciliano, Luigi Sturzo. Tras las elecciones de 1948, en el clima de la guerra fría, se convirtió en el partido de mayoría relativa, rozando a veces la mayoría absoluta. Elemento central de todos los gobiernos, detente ininterrumpidamente el poder desde hace medio siglo condicionando fuertemente en sentido moderado el desarrollo de la sociedad italiana. En las elecciones de 1992 por primera vez estuvo por debajo del 30% de los sufragios. Actualmente ha cambiado de nombre, pasándose a llamar Partido Popular Italiano. Se ha escindido una corriente que ha fundado un nuevo partido denominado Centro Cristiano Democrático.
(31) PERTINI SANDRO . (Stella 1896 - Roma 1980). Político italiano. Socialista, encarcelado durante el fascismo y exiliado. De 1943 a 1945 participó en la Resistencia italiana. Secretario del Partido socialista, diputado, presidente de la Cámara (1968-1976), Presidente de la República italiana (1978-1985). Muy amado por los italianos.
(32) L'ESPRESSO . Publicación semanal, político/cultural romana, fundada en Roma en 1955 por Arrigo Benedetti con carácter radical: llevó a cabo, en los primeros años, célebres campañas de moralización.
(33) RADIO RADICALE . Es la única emisora de radio considerada servicio público nacional, pues transmite las sesiones en versión íntegra del Parlamento, los congresos de todos los partidos políticos y las audiencias de los juicios penales de mayor relieve. 24 horas al día de política e información.
(34) SPADACCIA GIANFRANCO. Periodista. Uno de los fundadores del Partido Radical, secretario general del mismo en 1968, 1975 y 1976; Presidente del Consejo Federal en repetidas ocasiones. En 1975, organizó con el CISA (Centro de Información Esterilización y Aborto) la desobediencia civil contra el delito de aborto. Fue arrestado y acusado por asociación para delinquir y por aborto provocado. Elegido en repetidas ocasiones en la Cámara de los diputados y en el Senado italiano, ha sido presidente del Grupo Federalista Europeo.
(35) STANZANI SERGIO AUGUSTO GHEDINI . (Bolonia 1923). Exponente de la unión Goliarda Italiana en los años 50. Uno de los fundadores del Partido radical. Senador y diputado, actualmente secretario del Partido Radical. Fue funcionario del IRI. Es ingeniero.
(36) PINTO MIMMO . (Protici, Nápoles 1948) Militante de Lotta Continua y líder del "Movimiento de Napolitanos en paro" ("Movimento dei disoccupati di Napoli") electo en las listas radicales en las elecciones de 1979.
(37) TEODORI MASSIMO . (Force 1938). Diputado y senador radical italiano. Desde muy joven activo en política, fue uno de los fundadores del Partido radical. Licenciado en arquitectura y politólogo. Profesor de historia americana en la universidad estatal, en la John Hopkins University y en la LUISS. Encargado en el Parlamento de los problemas relacionados con los más grandes escándalos políticos. Experto en técnicas electorales.
(38) MONTANELLI INDRO . (Fucecchio 1909). Periodista y escritor italiano. Famosas sus corresponsalías desde Hungría en el 56. Tras una larga colaboración en "Il Corriere della Sera" dejó periódico en 1974, pues ya no compartía la línea del mismo, para fundar "Il Giornale Nuovo" del que desde aquel entonces es su director, y muy respetado. Ha escrito libros con éxito.
(39) PAESE SERA . Periódico romano, fundado en 1950, posteriormente pasó al área comunista. Su publicación ha sufrido distintos altibajos pero en estos momentos parece estar atravesando una profunda crisis.
(40) L'AVANTI . Periódico del Partido socialista italiano (PSI), fundado en Roma en 1896. Lo cerró el fascismo en 1926, y reanudó su actividad en 1944. Organo oficial del Partido Socialista Italiano (PSI).
(40) SCIASCIA LEONARDO . (Racalmuto 1921 - Palermo 1990). Escritor, autor de novelas famosas ("Le parrocchie di Regalpetra", 1956; "Il giorno della civetta", 1961; Todo modo, 1964), pero conocido también por su talante controvertido, partícipe de la vida civil italiana durante veinte años. Fue diputado radical en una legislatura (1979-1983) ha intervenido enérgicamente en las batallas en pro de los derechos civiles (Caso Tortora, etc.).
(41) ANDREOTTI GIULIO . (Roma, 1919) Exponente de la Democracia Cristiana. Secretario de A. De Gasperi, empezó muy temprano como Subsecretario de la Presidencia del Consejo, una ininterrumpida carrera ministerial: ministro del interior (1954), de hacienda (1955-58), del tesoro (1958-59), de defensa (1959-66) y 1974), de la industria ((1966-68), del presupuesto del Estado (1974-76). Presidente del consejo italiano del 1972 al 1973, del 1976 al 1979, y en 1990. Acusado de conexiones con la mafia.
(42) BERLINGUER ENRICO . (Sassari 1922 - Padua, 1984). Político italiano. Diputado desde 1968, secretario general del Partido comunista italiano (PCI) desde 1979 hasta su muerte, tras la crisis y el asesinato de Allende forjó el "compromiso histórico", que produjo desde 1976 hasta 1979 la llamada "mayoría de la no-desconfianza", máxima realización de la estrategia togliattiana para un acuerdo orgánico con la Democracia Cristiana. Su proyecto de dar vida al que se ha dado en llamar "Eurocomunismo", es un intento de proyectar en occidente un reformismo que no renegase del todo la experiencia comunista.
(43) PRI . Partido Republicano Italiano.
(44) LA REPUBBLICA. Uno de los periódicos de mayor tirada en Italia.
(45) P2. Nombre de una Logia masónica ("Propaganda 2"), cuyos miembros estaban encubiertos por el secreto. Su jefe era Licio Gelli. Lugar en el que se tramaron oscuras maniobras políticas y se efectuaron grandes movimientos financieros. Disuelta en 1981 por decisión del gobierno. La mayoría de sus miembros sufrieron una larga cuarentena política y social.
(46) SINDONA MICHELE . (Patti, 1920 - Voghera 1986). Financiero italiano. Entre 1969 y 1974 construyó un imperio financiero ante cuya caída huyó a EE UU. Implicado en un nuevo crack, fue arrestado y condenado. Se mató, en circunstancias poco claras, en la cárcel de Voghera el 22 de marzo de 1986.
(47) TRIBUNA POLITICA . Programa de televisión de la RAI dedicado al debate político, especialmente en periodo electoral.
(48) SCALFARI EUGENIO (Civitavecchia 1924) periodista, director del "Espresso" (1966-68), fundador y director del periódico "La Repubblica", desde 1976.
(49) BADOGLIO PIETRO . (Grazzano Badoglio 1871 - 1956) General italiano, que desempeñó un papel importante en la primera guerra mundial. Jefe de estado mayor desde 1925, contrario a la entrada de Italia en la segunda guerra mundial. A la caída de Mussolini (julio de 1943), guió el gobierno, y negoció el armisticio con las fuerzas aliadas. Tras el armisticio capeó, junto a los partidos un gobierno que duró cerca de tres meses.