SUMARIO: Leonardo Sciascia se declara contrario a la tesis de McLuhan de aplicar el apagón total con respecto a los comunicados y las peticiones de los terroristas. La aplicación de una idea semejante, en tiempos de democracia, es casi imposible, la prensa no puede ignorar el terrorismo de la misma manera que no puede ignorar ningún fenómeno, ni tan siquiera de delincuencia. "El oscurecimiento de las noticias constituye un síntoma muy feo". Ni que decir tiene, "el espacio dedicado al terrorismo tal vez suele ser ... un espacio excesivo... Sería necesario limitarse a publicar los hechos y los documentos... son los análisis los que confunden... las ideas a los ciudadanos".
(NOTICIAS RADICALES, 8 de enero de 1981)
Roma, 8 de enero de 1981 - N. R. "Apagón": algunos periódicos han decidido no seguir publicando los comunicados de los terroristas. Aunque, en realidad, se ven inevitablemente obligados a ignorar la entrega. Y cada cual sigue informando, ni más ni menos, como antes. A menudo quien ha anunciado el silencio de la prensa no cambia de comportamiento, sino que se limita a informar tal y como ha hecho toda la vida. Es decir, no informa.
Sobre este tema y otros, el periódico "Il Messaggero" publica una entrevista a Leonardo Sciascia.
Pregunta: "El apagón total por parte de McLuhan puede causar efectos decisivos contra el terrorismo?"
Sciascia: "La de McLuhan es una idea. Incluso una idea bastante sensata, pero sensata en abstracto. Su aplicación, en plena democracia, es casi imposible. La información ha llegado hasta un punto tal de difusión, por ejemplo en un país como el nuestro, que el proceso es, sin lugar a dudas, irreversible. Tal vez se puede establecer una especie de código de honor, pero al final habrá siempre competencia, que no podrá cesar si no cesa el sistema".
Pregunta: "Una prensa que en la actualidad ignore el terrorismo, podrá el día de mañana ignorar otros argumentos? Cuál será su función en el equilibrio de poderes de un Estado democrático?"
Sciascia: "La prensa no puede ignorar el terrorismo, es más no puede ignorar ningún fenómeno, por muy delincuente que sea o parezca. El ciudadano tiene derecho a que le informen, es más a formarse una opinión sobre cualquier argumento. Esta es una de las primeras exigencias de cualquier colectividad. El oscurecimiento de las noticias constituye un síntoma muy feo".
Pregunta: "En el caso de que se trate de una decisión no dictaminada por una ley, qué eficacia podrá tener si hay órganos de prensa que no lo aceptan?"
Sciascia: "La consecuencia de una práctica de este tipo podrá ser solamente que los lectores dejen de leer algunos periódicos y se pongan a leer otros. Y dejarán de leer aquellos periódicos que no hayan obedecido a su función natural, que es precisamente la función de informar, en beneficio de quién siga informando al público de los lectores y ciudadanos".
Pregunta: "En la medida en que se pueda proceder a una simple reducción de los espacios que se dedican al terrorismo, a partir de qué criterios cabe llevar a cabo esta reducción? Es suficiente no publicar los comunicados? Hay que ignorarlos o publicarlos? Se podía, por ejemplo, ignorar totalmente las condiciones impuestas para liberar al juez D'Urso(1)?
Sciascia: "Discutiendo más concretamente sobre el "Caso D'Urso", creo, en primer lugar, que el gobierno ha hecho bien en desmantelar la cárcel de Asinara: de esta manera ha logrado dos cosas. La de aplicar el cumplimiento de la constitución y la de acallar casi completamente al que se ha dado en llamar el partido de las negociaciones.
A mí también me pone incómodo, me pondría incómodo, decir que hay que negociar. En cuanto a los periódicos, tal vez sea verdad que deberían publicar menos análisis, y dar cuenta de los hechos, no sólo en este caso, en el que el espacio es excesivo. Se habla demasiado de ello, se publican demasiados artículos sobre el mismo hecho, sobre la misma noticia. Tal vez habría que limitarse a los hechos y a los documentos, publicándolos resumidos o íntegros, pero evitando los análisis. Son precisamente los análisis los que confunden o pueden acabar confundiendo las ideas a los ciudadanos".
N.d.T.
(1) D'URSO GIOVANNI . Magistrado italiano. Secuestrado por las Brigadas Rojas el 12 de diciembre de 1980. El secuestro, que pareció repetir el de Aldo Moro, desencadenó una violentísima campaña político-periodística a lo largo de la cual se propuso la formación de un gobierno de "emergencia" formado sólo por técnicos. El Partido radical desempeñó una tarea importante - gracias al compromiso del escritor Leonardo Sciascia - al obtener la liberación y desechar toda solución autoritaria. El magistrado fue puesto en libertad el 15 de diciembre de 1981.