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Sciascia Leonardo, Viola Sandro - 17 gennaio 1981
"Antes había que aguantar chantajes, pero es que ahora se aplica el silencio informativo"
La liberación de D'Urso: "Durante el secuestro, Leonardo Sciascia ha forjado la "línea blanda". En esta conversación se explica y propone que para el futuro se tenga una actitud totalmente opuesta".

"Establecer la regla del silencio durante el secuestro no es justo: los periódicos no son ni el gobierno ni el Estado"; "La cuestión es que las BR son actualmente una fuerza parlamentaria: hay una mayoría dividida, hay una izquierda dividida..."; "A Pannella se le han dirigido acusaciones de ese calibre, que creo poder justificar a partir de ciertas respuestas".

Sandro Viola

SUMARIO: "La Repubblica", que durante los días del secuestro del juez D'Urso sostuvo la línea de la firmeza, de la mano dura, considera que tiene que dar cuenta ahora de las posturas "de los demás". Al no poderlo hacer con Pannella "al hallarse toda posibilidad de diálogo cerrada", entrevista a Sciascia quién ha mantenido al respecto tonos "más reflexivos".

Sciascia confirma que su postura personal es "un término medio" entre ambas líneas: la "firmeza" y la "negociación"; durante el caso Moro se negó a firmar el llamamiento de "Lucha Continua" para la negociación, pero el caso D'Urso le pareció distinto inmediatamente pues se podía dar una "respuesta aunque fuese mínima" a las peticiones de las BR. Al entrevistador, que remacha la postura intransigente de su periódico, motivada por el hecho de que "el sistema de poder democristiano" ha debilitado hasta tal punto el Estado que éste no puede seguir permitiéndose "ceder", Sciascia subraya que él no predica "la política del ceder", sino que lo único que pide es que el Estado, tal y como ha hecho cerrando la cárcel de Asinara por petición de las BR) se ciña a las "directrices constitucionales". No está de acuerdo con el "silencio informativo" de la prensa mientras que la cuestión estaba en vilo. Los periódicos son precisamente los primeros que no hubiesen tenido que sufrir el "chantaje" de las brigadas. Si la cuesti

ón ha sacado a relucir divisiones en el país es porque ya existe "una mayoría dividida, una izquierda dividida..." Si es necesario hallar una nueva unidad, ésta no deberá ser como "la que se produjo en el 78". Lo que hay que hacer es afrontar inmediatamente "la cuestión moral".

(LA REPUBBLICA, 17 de enero de 1981)

ROMA - A pesar de que, a lo largo de estos primeros días de la liberación de Giovanni D'Urso (1), la polémica haya disminuido, no ha desaparecido por completo. Había que negociar con las BR(2) o no? Quién tenía razón: los periódicos que se negaron a publicar los documentos de los terroristas, o los periódicos que los han publicado? Parece cosa de poca monta, como las discusiones sobre el sexo de los ángeles mientras que alrededor se deshacen los pilares del edificio nacional. Y en cambio (al menos para quiénes no creen en la desaparición de la República) no se trata de un ejercicio retórico. El ataque terrorista se repetirá, de ello no cabe la menor duda, por lo que resulta útil hacer un balance de los comportamientos a lo largo de estos días, e intentar comprender desde ahora como se comportarán, el día de mañana, los actores en el escenario.

A un periódico como "La Repubblica" (3), que cree en la necesidad de rechazar con decisión el chantaje de los terroristas (y que mantendrá inalterada en el futuro esta postura), atañe la obligación de dar a sus propios lectores la opinión de los "demás": de los que durante los días el secuestro de D'Urso lanzaban llamamientos a las BR, impresionaban a los periódicos para que se decidiesen a publicar los textos de los miembros de las brigadas, reclamaban la prioridad de los principios humanitarios por encima de toda lógica u oportunidad política.

Pero, a quién dirigirse en tan enrevesado, azorado - y menudo gravemente intimidador - "fuente de las negociaciones"? Por supuesto, no nos podíamos dirigir a Pannella ni a los pannellianos, quiénes nos llaman "el partido de la horca, del muerte, del golpe". Toda posibilidad de diálogo parece zanjada. Por lo que hemos escogido a Leonardo Sciascia (4), no sólo por su prestigio intelectual, sino porque - a pesar de estar rodeado de gente que lanzaba acusaciones alucinantes contra quiénes no compartían su postura - el escritor siciliano ha mantenido a lo largo del caso, una actitud más reflexiva.

Pregunta: Esta conversación, diputado Sciascia, puede desarrollarse, por suerte, en la mejor de las condiciones. D'Urso está vivo, de hecho, y ha sido devuelto a su familia. Creemos, por lo tanto, que ello nos permite discutir con toda objetividad, sin sobresaltos emotivos, el problema de los dos "frentes". Mientras tanto, qué cree usted de las definiciones corrientes: frente de la firmeza (5) y frente de la flexibilidad, de la negociación y de la no negociación? Podría además resumir su postura y de los radicales, o, de existir diferencias, la postura de Sciascia y la de los radicales?

Sciascia: "Estas definiciones de la firmeza o de la negociación, del ceder o no ceder, en realidad son muy aproximativas. La verdad es que existen muchas posturas intermedias, como la mía personal. Cabe recordar que durante el caso Moro (6) no quise firmar el llamamiento de "Lucha continua" (7) para una negociación con las Br. Por lo tanto, yo no había propuesto por aquel entonces cedimientos de ningún tipo. Simplemente, le echaba en cara al gobierno de entonces el hecho de que inmediatamente después del secuestro de Moro (y antes de que las Br hiciesen ningún chantaje) se había cerrado la puerta de forma irrevocable a cualquier negociación. Por aquel entonces, pensaba que el gobierno no tenía que declarar nada, ni tan siquiera la firmeza, puesto que la firmeza tenía que ser algo implícito en su función de gobierno. Lo que hubiese tenido que hacer en vez de pronunciarse era jugar con la baza que jugaba Moro, que consistía en ir ganando tiempo para permitir que la policía lo encontrase. Este es el punto básic

o de mi postura de por aquel entonces: es decir, la convicción de que la salvación de Moro podía proceder sólo de una acción de policía bien lograda.

"NO PREDICO LA POLITICA DE CEDER"

"Cuando las BR secuestraron a D'Urso, la cuestión me pareció inmediatamente distinta. Tuve la impresión de que las BR se iban a mover con una lógica distinta a la del caso Moro. Que iban a comprender que para a ellos les convenía más dejar a D'Urso vivo. Por consiguiente, pensé que una mínima respuesta a sus peticiones podía acelerar, hacer que fuese aplicable su intención inicial. Serenamente, no creo que la salvación de D'Urso se deba - salvo en parte mínima - a los llamamientos lanzados por mí o por otros. Creo que formaba parte del plan de las BR.

"En cuanto a las diferencias entre el partido radical y yo, diría que con respecto al PR es difícil hablar de "partido". Somos diecinueve parlamentarios elegidos por las listas radicales, y lo que nos ha unido en los días pasados ha sido la voluntad de salvar la vida de Giovanni D'Urso. Por lo demás, cada uno de nosotros piensa y se comporta de forma distinta".

Pregunta: Usted creyó que a las Brigadas Rojas se les debiese una "respuesta por mínima que fuese". Nuestra postura es distinta. Nosotros consideramos que el Estado republicano está atravesando momentos de suma debilidad, y ello no es culpa por supuesto a las fuerzas políticas a las que nos hemos aproximado en los últimos años, sino básicamente por culpa del sistema de poder democristiano. De hecho, estábamos de acuerdo con su apología de 1978. Recuerda? Un oficial de la Gestapo mostraba a Picasso una reproducción del cuadro de "Gernika" (en el que se describe el horror de uno de los primeros bombardeos incesantes de la aviación alemana) y le dijo felicitándole: "Esto lo a hecho usted". Pero Picasso, seco, le contestó. "No, esto lo han hecho ustedes". estábamos de acuerdo con el sentido de esta apología, con el juicio por el que la Italia del terrorismo es un fenómeno en gran parte imputable al gobierno de la Democracia Cristiana. Pero aquí nuestras posturas son distintas. Nosotros creemos que al hallarse l

a República en condiciones tan debilitadas, dar más pruebas de cedimiento aguantando las imposiciones del "partido armado" equivaldría a exponerse a otros chantajes; a hallarse cada vez ante el dilema "salvar una vida o abrir nuevas brechas en el proyecto terroristas", y cada vez tener que vernos obligados a ejercer un derecho de gracia o de muerte. Qué hay según usted de "inhumano", de políticamente peligroso (tal y como siguen diciendo en su partido) en esta postura?

Sciascia: "En primer lugar, quisiera aclarar que yo no predico la política del ceder. En una entrevista reciente a "L'Espresso" ya dije que con el cierre de la cárcel Asinara, el gobierno ho había hecho más que cumplir (a pesar de haberlo hecho en un momento erróneo, que podía hacer pensar en un cedimiento) un dictamen constitucional. Pero añadía que, tomada la decisión de Asinara, el gobierno tenía que dar otras respuestas a las Br; ni yo tenía ganas de solicitar más concesiones.

"Con respecto a la cuestión del silencio informativo de los periódicos sobre los documentos de las BR, bien, quiero decir que - en un principio - no tengo nada en contra. Ahora bien, cabía establecer la regla antes de que secuestrasen a D'Urso, o bien cabe establecerla ahora, en previsión de otros secuestros. Esto es lo que hay que hacer: establecer la regla del silencio informativo para el futuro, y observarla a rajatabla de ahora en adelante. Pero en el momento del secuestro de D'Urso era distinto. Los periódicos al no ser el gobierno, al no ser el Estado, es más al ser un hecho privado, tenían que sentir la necesidad de sufrir el chantaje para salvar la vida de un hombre".

"HARIAN FALTA LOS COMUNISTAS"

Pregunta: Qué quiere decir que los periódicos son "un hecho privado"? Cuántas veces los ciudadanos han tenido que proveer a las funciones de un Estado demasiado débil o incluso inexistente? No fueron desde luego el Estado del Rey y de Badoglio (8) el que organizó la Resistencia (9), sino los ciudadanos.

Sciascia: "Mi punto de vista es que no se puede escoger la muerte de los demás. Si las Br dijesen "Si no haces esto te mato", yo puedo escoger no hacerlo. Pero si me dicen "Si haces esto mato a tu vecino" entonces sufro el chantaje. Comprendo que esta es una postura casi religiosa, más que política. Pero estoy convencido de que todo periodista hubiese tenido que plantearse el problema de esta manera".

Pregunta: Esta división de ambos "frentes" ha acentuado las otras divisiones en el país. Y las Br son, por desgracia, conscientes de ello: "La campaña D'Urso", han escrito, "ha puesto al desnudo toda la debilidad política de este régimen, ha descompaginado los pactos de "omertà" (10) y complicidad entre fuerzas políticas, magistratura, prensa...". Dejemos el lenguaje, las "omertà" y las "complicidades", en realidad Italia se ha dividido.

Sciascia: "La división hubiese tenido lugar en cualquier caso. El hecho es que las Brigadas son actualmente una fuerza parlamentaria, puesto que no hacen más que poner de manifiesto esas incomunicabilidades y esas rupturas que ya existen. Hay una mayoría dividida, una izquierda dividida, y ello independientemente de las Brigadas Rojas...".

Pregunta: El configurarse de una amenaza semejante, las Brigadas rojas que condicionan la vida política del país, acaso no tendrían que impulsar a un esfuerzo de unidad?

Sciascia: "Por supuesto, por supuesto. Pero, a qué tipo de unidad se refiere? Una unidad como la que se había prefigurado en el 78, que consistía en gobernar todos juntos dejando al margen sólo a los fascistas. Eso es lo que quieren las BR. Contra el panorama de una situación semejante, podrían asumir el papel de oposición. Mientras que la forma de marginal al "partido armado", de neutralizarlo, es la de crear una situación en la que todos los males se pongan al desnudo, en el que todas las personas que tienen que ir a la cárcel vayan, es decir aceptando en serio y sin dobles voces la cuestión moral".

Pregunta: Pero una operación por el estilo puede realizarse sólo con el apoyo de los comunistas, y no parece ser que su partido esté luchando por una participación del PCI en el gobierno.

Sciascia: "Es evidente que haría falta la aportación del Pci. Pero por el momento, del PCI como fuerza de oposición. En ello consiste la verdadera solidaridad nacional. En una colaboración del PCI desde fuera del gobierno, en la función de control que tendría que ejercer, en el incentivo a proporcionar a esa parte de la izquierda que está en el gobierno, y que es el partido socialista. Esto, repito, en la fase actual. Mientras que, el día de mañana, en las próximas elecciones, se podría contar con una izquierda unida que vaya finamente al poder..."

Pregunta: Oiga, diputado Sciascia, usted sabe lo que andan diciendo los medios de información de su partido a propósito de los periódicos que se han negado a publicar los documentos de las BR. Así pues le pregunto: qué opina usted sobre las etiquetas que nos enganchan los exponentes radicales cuando se nos define "partido de la horca, de la muerte, del golpe"? Que opina del hecho de que a través de Radio Radicale (11) lanzaban llamamientos a los oyentes para que nos llamasen condenando nuestra postura, llamadas que se resolvieron (tal y como cualquiera, en radio radical, podía prever) acusándonos a nosotros de ser los eventuales "asesinos" de D'Urso? Qué opina usted sobre el hecho de que Pannella esté indicando directamente, nombre por nombre, a algunos de los periodistas como únicos responsables del rechazo a una forma cualquiera de diálogo con las Br, exponiéndoles así (inconscientemente esperamos) al blanco terrorista?

"RENACEN VIEJAS INTOLERANCIAS"

Sciascia: "Tengo que admitir que en estos días la atmósfera se ha puesto al rojo vivo, regenerando antiguas intolerancias. Me ha impresionado, por ejemplo, que los periódicos hayan atribuido a la infamia de Pannella la lectura del comunicado de las BR por parte de la hija de D'Urso en televisión. Puedo decir que Pannella no tiene nada que ver, que se trató de una decisión de la familia. El Pr ha ofrecido el espacio televisivo a su disposición, y la familia D'Urso ha decidido que hablase la chiquilla. Por lo que a mi se refiere, considero que millones de telespectadores que han visto a aquella chiquilla leer el comunicado en el que trataba de "verdugo" a su padre, han marcado en su corazón el deseo de acabar con las BR. Los periódicos se lo han tomado como una acusación dirigida a ellos: lo que podía ser cierto, de alguna manera, pero el objetivo era otro, no la polémica. Ahora bien, ante estas acusaciones contra Pannella creo poder justificar ciertas respuestas de él.

En lo que a mí se refiere, he intentado mantener un lenguaje y un estilo totalmente respetuosos de las opiniones de los demás. Y una cosa es cierta: si hubiesen matado a D'Urso, no se me hubiese pasado nunca por la cabeza decir que la culpa era de los periodistas que aplicaban el silencio informativo.

N.d.T.

(1) D'URSO GIOVANNI . Magistrado italiano. Secuestrado por las Brigadas Rojas el 12 de diciembre de 1980. El secuestro, que pareció repetir el de Aldo Moro, desencadenó una violentísima campaña político-periodística a lo largo de la cual se propuso la formación de un gobierno de "emergencia" formado sólo por técnicos. El Partido radical desempeñó una tarea importante - gracias al compromiso del escritor Leonardo Sciascia - al obtener la liberación y desechar toda solución autoritaria. El magistrado fue puesto en libertad el 15 de diciembre de 1981.

(2) BRIGADAS ROJAS . (Conocidas con las siglas BR). Organización terrorista clandestina de extrema izquierda, nacida en Italia en 1969. Proclamando la revolución obrera, intentó abrir frentes de revuelta armada contra el Estado y el sistema político, reivindicando los atentados, heridos, secuestros, homicidios de políticos, periodistas, magistrados y dirigentes industriales. Tuvo por líder a Renato Curcio. En 1978 secuestró y asesinó a Aldo Moro.

(3) LA REPUBBLICA periódico italiano de gran tirada.

(4) SCIASCIA LEONARDO . (Racalmuto 1921 - Palermo 1990). Escritor, autor de novelas famosas ("Le parrocchie di Regalpetra", 1956; "Il giorno della civetta", 1961; Todo modo, 1964), pero conocido también por su talante controvertido, partícipe de la vida civil italiana durante veinte años. Fue diputado radical en una legislatura (1979-1983) ha intervenido enérgicamente en las batallas en pro de los derechos civiles (Caso Tortora, etc.).

(5) FIRMEZA : Término muy usado en dicho período que indicaba la necesidad ante la 'desestabilización' de tener "MANO DURA".

(6) MORO ALDO . (Maglie 1916 - Roma 1978). Político italiano. Secretario de la Democracia cristiana (1959-65). Artífice de la política de centro izquierda. Ministro en repetidas ocasiones, Presidente del Consejo (1963-68, 1974-76). A partir de 1976 presidente de la democracia cristiana (DC). Preconizó el acercamiento del Partido Comunista Italiano (PCI) al gobierno delineando al hipótesis de una "tercera fase" (tras la del "centrismo" y la del "centro izquierda") del sistema político. Secuestrado por las Brigadas Rojas en Roma, el 16 de marzo de 1978, fue encontrado muerto el 9 de mayo del mismo año.

(7) LOTTA CONTINUA . Uno de los más importantes y difundidos movimientos políticos de la extrema izquierda italiana, fundado en 1969 en Turín. En 1971, dio vida al periódico del mismo nombre. Separó a la izquierda extraparlamentaria de la obrera, penetrando en el mundo estudiantil, entre los reclutas, en las cárceles, etc. De entre sus líderes cabe destacar al periodista y escritor Adriano Sofri.

(8) BADOGLIO PIETRO . (Grazzano Badoglio 1871 - 1956) General italiano, que desempeñó un papel importante en la primera guerra mundial. Jefe de estado mayor desde 1925, contrario a la entrada de Italia en la segunda guerra mundial. A la caída de Mussolini (julio de 1943), guió el gobierno, y negoció el armisticio con las fuerzas aliadas. Tras el armisticio capeó, junto a los partidos un gobierno que duró cerca de tres meses.

(9) RESISTENCIA . Nombre que indica la lucha popular, política y militar llevada a cabo durante la II guerra mundial en las regiones de Europa ocupadas por las tropas de la Alemania nazi durante la II guerra mundial.

(10) OMERTA' . La ley del silencio.

(11) RADIO RADICALE . Es la única emisora de radio considerada servicio público nacional, pues transmite las sesiones en versión íntegra del Parlamento, los congresos de todos los partidos políticos y las audiencias de los juicios penales de mayor relieve. 24 horas al día de política e información.

 
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