Roma, 5, 6 y 7 de junio de 1981SUMARIO: El XXV Congreso - extraordinario - se celebra pocas semanas después de las votaciones sobre los referéndums presentados por el Partido radical. Los noes predominaron en cuatro referéndums admitidos por la Corte Constitucional: 88,4% contra la completa despenalización del aborto; 85% contra la abolición de las normas especiales de la policía; 85,2% contra la abolición del porte de armas; 77,4% contra la abolición de la pena de muerta.
Por una parte, la moción congresual toma nota de que el proyecto de los referéndums, tal y como se concibió a principios de los años sesenta, se puede considerar definitivamente cerrado. Por otra parte, la moción compromete al Partido para que asuma elementos de conocimiento y de evaluación para promover las iniciativas que correspondan para acabar con el exterminio causado por el hambre. La lucha contra el hambre se conviere a partir de este momento, oficialmente, en la iniciativa central del Partido.
("Las luchas, las conquistas, las propuestas radicales a travéS de los documentos congresuales y el estatuto" - noviembre de 1985 - A cargo de Maurizio Griffo - Opúscolo editado por la tesorería del Partido radical).
MOCION GENERAL
EL XXV Congreso extraordinario del Partido radical
toma nota de que el proyecto de referéndums, propuesto y llevado a cabo a raíz de las decisiones adoptadas en el Congreso de Turín celebrado en noviembre de 1972, a partir del cual se ha confrontado y enfrentado con el régimen, resulta claramente cumplido con la prueba del referéndum del 17 de mayo, y que ha incidido positivamente en la vida del país con el referéndum sobre el divorcio del 12 de mayo de 1974, con los del 1978 sobre la financiación pública de los Partidos y la ley Real, con el último enfrentamiento referendario de este último año así como con la incidencia de las peticiones referendarias en la vida parlamentaria y en la actividad legislativa de estos últimos años;
confirma su esfuerzo por salvaguardaaar y reforzar el instrumento del referéndum como momento ordinario de la vida política e institucional del país;
reconoce al Partido radical haber reunido, con el Sí a los referéndums radicales, de 3 millones 600.000 a 5 millones de ciudadanos en torno a opciones rigurosas, de izquierda y de alternativa, y de haber obligado tanto a los clericales como a la izquierda y a los laicos a afrontar en lo que al tema del aborto se refiere una prueba de llamamiento al referéndum sobre el divorcio;
constata, de hecho, que esta victoria conclusiva sobre los clericales priva de toda legitimación a la política de la colaboración orgánica de clase y del compromiso que durante treinta años ha inspirado las decisiones de la izquierda y de los llamados partidos laicos; también debido a este factor, la línea de la alternativa de programas, de valores y de contenidos es la única legitimamente proponible para quien realmente desee llevar a cabo una política laica, socialista y liberal;
denuncia la imposibilidad política y moral de proponer de nuevo en estas condiciones la ratificación o la revisión de los Pactos lateranos y la necesidad de conquistar no sólo para los ciudadanos y para el Estado, sino para los mísmos creyentes y para la Iglesia, una relación radicalmente distinta basada en garantías de libertad y en las reglas del Estado de derecho;
constata que una parte considerable de los compromisos adquiridos con la moción aprobada por el Congreso estraordinario de noviembre de 1980 han sido cumplidos. Por consiguiente, el Partido radical, libre de estos compromisos, podrá aforntar los de la refundación estatutaria y por ende política del Partido, y el de la lucha contra el exterminio causado por el hambre del que hasta ahora sólo los radicales se habían responsabilizado;
da mandato a los órganos estatutarios para que pongan en marcha todas las sedes y todas las iniciativas de elaboración e información necesarias - incluso a través del Congreso ordinario de noviembre - para la refundación del Partido; así mismo da mandato para que se adquieran, lo antes posible, los elementos de conocimiento y de evaluación que permitan al Partido lanzar iniciativas adecuadas en los modos, en los tiempos y en los objetivos que permitan que se pueda salvar un número considerable de mujeres, hombres, niños y niñas, víctimas del exterminio que causa el hambre en nuestro planeta, condenados a morir a causa de la injusticia y de la expoltación que impone el norte en detrimento del sur.