Leonardo SciasciaSUMARIO: "Que Pannella abandone su huelga de hambre dando la cara y perdiéndola o que siga adelante hasta perder la vida (pues Pannella está ayunando de veras), no debería alegrar a nadie. El Problema Pannella es angustiante para mí de la misma manera que puede ser inexistente para otros; pero no es ese el verdadero problema. El problema real son los millones de seres humanos que mueren de hambre involuntaria".
(NOTICIAS RADICALES, 26 de septiembre de 1981)
Reproducimos el artículo de Leonardo Sciascia publicado por "Il Corriere della Sera" en la mañana de hoy.
"Son muchos en Italia los que creen - y algunos, con franqueza digna de mejor causa, los que dicen - que Pannella de tanto torear huelgas de hambre le ha tocado el toro bravo. Y en esta corrida o le da la estocada o recibe la cornada mortal. No es metáfora: o se muere ayunando y deja de fastidiar con sus ayunos en pro de los derechos civiles en Italia y contra el hambre en el mundo. O deja de ayunar antes de haber obtenido su objetivo, dando la cara y perdiéndola, relegándose al silencio. Es decir: o se muere físicamente, o se muere moral y políticamente.
No existe una sola brecha, según esta gente, que le permita a Pannella salir del berenjenal en el que se ha metido: puesto que los gobiernos van a seguir haciéndose los suecos ante sus peticiones y puesto que el mensaje del ayuno ya no llega a la opinión pública ni tan siquiera cuando de ayuno se muere, tan mitridatizada(1) como está con los ayunos-suicidios de los irlandeses.
Personalmente, nunca he sentido simpatía por el ayuno como forma de protesta, de contestación. Es una dimensión mística en la que no consigo entrar. Presupone y contiene la expiación: siempre, incluso en su acepción higiénico-sanitaria.
Puedo expiar mis culpas, no las de los demás. Entre otras cosas, los siglos de hambre involuntaria y laica a mis espaldas me impiden acceder a la comprensión del ayuno voluntario y místico. No amo las cuaresmas: tanto si sirven para las horas terrestres como para las celestes. Al punto al que hemos llegado con los irlandeses, mi idea de adversión cobra fuerza hasta los más altos niveles. Tanto fanatismo pone en duda incluso que la causa sea justa. Es necesario olvidar a los que ayunantes-suicidas para hallar el aspecto justo de la causa: en el caso de los irlandeses la de la independencia de una nación, en cualquier caso sagrada.
Lo mismo podemos decir ante el ayuno de Pannella: su misticismo puede no gustarnos; puede no gustarnos su personalidad, su temperamento, su cultura; pero no podemos negar que la causa por la que lucha es justa. Más allá de Pannella, o más acá, el carácter justo de su causa lo hallamos dentro de nosotros mismos. No podemos escondernos tras el escudo de que Pannella no nos gusta o de que no nos gusta como agita las cosas. No existen justificaciones.
Que Pannella abandone su huelga de hambre dando la cara y perdiéndola o que siga adelante hasta perder la vida (pues Pannella está ayunando de veras), no debería alegrar a nadie. El Problema Pannella es angustiante para mí de la misma manera que puede ser inexistente para otros; pero no es ese el verdadero problema. El problema real son los millones de seres humanos que mueren de hambre involuntaria. Que los gobiernos y la opinión pública no respondan al llamamiento de Pannella no marca su derrota, sino la nuestra".
N.d.t.
(1) MITRIDATIZADA : De Mitridate Eupator. Mitridates el grande, rey del Ponto, inmunizado contra los venenos.