SUMARIO: Cámara de los diputados, 23 de marzo de 1982. El ministro italiano del Interior contestó a una serie de ruegos y preguntas de los diputados radicales sobre las presuntas torturas de la policía italiana a los terroristas arrestados con motivo del secuestro del general americano James Lee Dozier. A continuación reproducimos la réplica de Leonardo Sciascia.

("Número único" para el XXXV Congreso del Partido radical - Budapest 22-26 abril 1989)

Quisiera tratar brevemente algunas cosas que ya han sido dichas, para apoyarlas a mi manera. Ayer por la noche, escuché con gran atención el discurso del ministro del Interior y he deducido la siguiente amonestación, la siguiente advertencia: «tenga cuidado porque sus posiciones convergen objetivamente con las de los terroristas!

Personalmente, ya estoy harto de esta acusación. En Italia, basta que uno busque la verdad para que se le acuse de converger con el terrorismo rojo, negro, con la mafia, con la P2 o con cualquier otra cosa. Como ciudadano y como escritor puedo soportar una acusación semejante, pero como diputado no la acepto. No se converge en absoluto con el terrorismo cuando se remueve el problema de la tortura. La prensa ha tergiversado este problema. Nosotros lo hemos recibido aquí dentro, «lo agitamos y lo seguiremos agitando!

La única vez que estuve con Sartre fue tras el suicidio (o asesinato) de algunos terroristas en la cárcel alemana. Sartre dijo una cosa que me impresionó mucho, y que ha hecho que lo admirase más de lo que siempre lo he admirado y respetado, me dijo que no hacía nada porque tenía dudas. Nosotros no hemos venido aquí - por lo menos yo - con certezas sino con dudas. El ministro ha hecho un movimiento en falso porque, mientras que nosotros le hemos interrogado sobre casos particulares, él responde como si hubiésemos acusado a toda la policía, y eso no es verdad. Yo he planteado interrogantes a partir de voces procedentes de la misma policía. El ministro del interior no ha respondido a mi pregunta, ni tan siquiera la ha mencionado.