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Baget Bozzo Gianni - 15 giugno 1982
UN "SINIESTRO INUTIL"? (6) A la violencia fascista corresponde la violencia antifascista
Gianni Baget-Bozzo

SUMARIO: A lo largo del 21 Congreso del Partido radical de 1979 (29,30 y 31 de marzo y 1 y 2 de abril de 1979 - Roma) Marco Pannella sacó a relucir uno de los argumentos más delicados de la polémica radical con la izquierda italiana y sobre todo con el PCI: el tema de Via Rasella, el significado histórico del episodio de la resistencia, sus conexiones, sobre todo, con el terrorismo contemporáneo. Menos de un año antes, el caso Moro había golpeado duramente a la izquierda, colocando al PCI en el área de la "firmeza" mientras que el PR (y, con otros matices, el PSI) optaba por una línea de apertura de "diálogo" que permitiese experimentar toda vía útil para salvar la vida del estadista; renunciando a priori, en cualquier caso, a todo tipo de actitud de homenaje a un Estado que hipócritamente proclamase sus intangibles prerrogativas precisamente en el momento en el que las señales más claras y dolorosas eran las de su impotencia, de su crisis moral, política e histórica. Cómo no resaltar, en este contexto de d

iscusión, que precisamente al inicio de la reciente historia comunista, a parte de partisana y antifascista, se ubicaba en posición incluso central el episodio de Via Rasella, el atentado de aquel lejano marzo de 1944, cuando un grupo de partisanos, al hacer saltar una carga explosiva en el corazón de la vieja Roma por aquel entonces ocupada por los alemanes, desfalcaba una columna de SS del Alto Adige en una trampa mortal? El atentado - tal y como se sabe - desencadenó la represalia de los alemanes, que cayó sobre los 335 detenidos de Regina Coeli, políticos y comunes, masacrados a ráfagas de ametralladora en la oscuridad de algunas cuevas de puzolana abandonadas, a lo largo de la por aquel entonces campestre Via Ardeatina. El episodio era o no era un acto de terrorismo, de violencia, inevitablemente "matriz" del terrorismo y de la violencia que de nuevo se extiende, cuarenta años después, por el país?

Pannella fue inequívoco. Si hay que denunciar el terrorismo y hay que atacarlo, junto al terrorismo actual, tenemos que denunciar, como corresponsable, a la historia de la violencia de "izquierdas" en su totalidad. Si Curcio es culpable, la acción de Via Rasella configura también una forma, por condenar, de violencia homicida.

"Si se tacha de bárbaros asesinos a los chicos de la Acción Católica - amonesta Pannella - Curcio que, según la iconografía de los Santos Gabriel y Miguel, con el pie aplasta el demonio y se vuelve justiciero contra el dragón capitalista (...) entonces también Carla Capponi, nuestra Carla, medalla de oro de la Resistencia por haberla puesto en Via Rasella, con Antonello, con Amendola y otros tienen que recordar dicha bomba. Tenemos que decir que si tenemos una relación de "intimidad" con la historia fascista, tenemos (...) la misma relación con los peores torturadores, con mis compañeros Togliatti y Curdo..." La reacción comunista a la polémica fue rabiosa. "L'Unità", al día siguiente, titulaba el resumen desde la universidad: "La línea Pannella: el PCI es el enemigo, Curcio un hermano". La estrategia radical era definida globalmente "anticomunista". Como respuesta al artículo, esa mañana - 1 de abril - Pannella se llegó hasta el congreso del PCI. La indignación y la rabia de los congresistas comunistas esta

llaba, desencadenada asimismo por durísimos ataques de Amendola y Lama. "El discurso fascista de Pannella es una vergüenza, aquí están las medallas de oro de Via Rasella" eran los atacaba Amendola. Para Lama "El partido de las brigadas Matteotti, de Sandro Pertini y de Riccardo Lombardi no puede confundirse con el de Pannella". El auditorio silbó y abucheó al líder radical un buen rato quién se había presentado en la sala vestido de oscuro, con un impermeable azul marino echado por los hombros, como un "vampiro" o un "Nosferatu" tal y como lo calificaría, hostil, desconcertada e irónica la prensa al día siguiente.

En este libro se recopilan, a parte de las transcripciones de las dos intervenciones del congreso de Marco Pannella, las opiniones de aquellos que intervinieron en el debate sobre Via Rasella, la violencia y el terrorismo.

("UNA »INUTILE STRAGE ?" - Da via Rasella alle Fosse Ardeatine - bajo la dirección de Angiolo Bandinelli y Valter Vecellio - Tullio Pironti Editore, 1982, Nápoles)

A la violencia fascista correspondió la violencia antifascista

Gianni Baget-Bozzo

Querido Pannella, al leer la intervención dictada por ti en 21 Congreso radical, publicada por Quaderni radicali nº 5/6, me he acordado de un abogado comunista de Génova, amigo de familia. Había estado en la frontera, lugar en donde se jugó de todo. Me contaba que fue interventista en la primera guerra mundial, pero que no había disparado jamás ni un tiro. Cuando se produjo la ocupación alemana, con su mujer, una mujer con gran valor y con su hija de dos años, tuvo que huir, esconderse, jugarse y poner en peligro a quien amaba. Su mujer me dijo que, cuando supo de la muerte de Mussolini, sólo dijo: "él también era un hombre, un padre de familia". No creía en Dios, pero era un auténtico cristiano. Tuvo un entierro civil, pocos me parecieron más eclesiásticos. Y sin embargo, era un comunista de fe segura, que seguía en todo al partido. No sé lo que pensaba del informe Krushov ni de la invasión de Hungría, pues nunca me habló de ello. Murió en 1957. Querido Pannella, no por ello lo definiría yo un radical que s

e ignoraba. Había en él un momento grave que no figura en la imagen del radical medio. Sin embargo su memoria me dice que hay algo en la izquierda italiana, en las raíces de la izquierda italiana, que corresponde a esa que tu llamas "centralidad radical". Hay una dimensión de voluntad de paz, de no violencia, de respeto del hombre y de la vida, un socialismo difundido que recuerda a Bakunin, a Dostoyevsky y a Tolstoy. En su fuente se halla un filón cristiano minoritario que va desde los franciscanos a los cuáqueros, a los pietistas, siempre exorcizado y siempre renaciente, siempre expulsado de las iglesias institucionales católicas, ortodoxas, protestantes, nunca suprimido.

Para hallar el ascendente de este espíritu, habría que escribir la historia del cristianismo minoritario, pacifista, no violento, contrario al servicio militar, de Montano para abajo. Creo que esta semilla está madurando. En Italia ya ha dado un fruto maduro, actualmente tal vez olvidado, Ignazio Silone (1). Y creo que algo de ello aferró también Pasolini (2), algo pasó por su "Evangelio según Mateo".

No quiero proyectar a los cuáqueros o a los frailes de Francesco (3) sobre los que te aplauden y se votan. Me pregunto si es tu mensaje profundo lo que aplauden o la vis polémica con la que lo dices. Por otra parte, los caminos del espíritu se pueden cavar su lecho incluso en la invectiva misma. Paso ahora a tu discurso sobre Via Rasella. Por aquel entonces hubo algún que otro cristiano que tenía sus dudas sobre si participar o no en la Resistencia (4): y dudas que nacían precisamente de la pregunta "cuáquera" de si era lícito matar. Dossetti hizo de partisano desarmado, pero no fue el único que se planteó de esta manera el problema. Y sin embargo, fue una minoría. Recuerdo que un problema discutido, especialmente entre el clero, entre el 42 y el 43 (antes del 25 de julio) era si era lícito matar al tirano: y los antifascistas dijeron que sí. Quiero decir: las posturas no violentas eran prácticamente inexistentes allá en donde incluso el Evangelio se leía, día a día, por lo menos en la liturgia. Tras veinte

años de fascismo, en dónde podían existir en Italia no violentos? Ahora sé que surgieron en Alemania, incluso en Baviera, con el movimiento de la Rosa Blanca. Pero también fueron una minoría. La "main line" de todas las iglesias era el apoyo al Estado, o en cuanto querido por Dios (protestantes) o en cuanto basado en la ley natural (católicos). A este punto, era inevitable que a la violencia fascista correspondiese al violencia antifascista. Como dice Manzoni (5) en "Adelchi": "los padres han sembrado con sangre; y ahora la tierra otros frutos no da".

Dudo que sea lícito condenar a los que cometieron el atentado

Por ello dudo que sea lícito condenar a quiénes, en el 44, cometieron el atentado. Era bien probable que les pareciese un deber de conciencia, tal y como era para los alemanes un deber de conciencia la represalia sobre las poblaciones inermes, o a los anglo-americanos bombardear las ciudades, hasta el holocausto (literalmente hablando) de Hiroshima. La conciencia de Hiroshima no estalló hasta ese momento extremo (y "después"). Veníamos de una historia de violencia cómo pronunciar juicios sobre ella, a partir de una conciencia no violenta que por aquel entonces no existía?

Los comunistas habían sido educados en una perspectiva y en una disciplina de lucha, que comportaba el deber de una defensa con todos los medios. Podían escoger algo distinto por aquel entonces? Por eso considero que tú, de esta manera, has provocado a los comunistas. Utilizo la palabra provocación en sentido incluso no negativo, pero con el riesgo de que ellos pronuncien con pasión tu excomunión para la Resistencia. Tal vez les sirva para plantear el problema de la no violencia, pero tal vez no haga falta específicamente esto. Creo que la causa de la no violencia es una causa madura, y que tú has hecho mucho, en Italia, para que madure, allá en donde se halla su justo lugar, es decir en la conciencia de los hombres. Yo creo que tú no tienes que dirigirte principalmente a los partidos sino a los ciudadanos, en calidad de buen viejo liberal y de ese algo distinto en lo que te has convertido, por tus capacidades de mensaje y de guía. De esta manera te diriges también a los creyentes, pero es mejor que no te d

irijas a ellos explícitamente con su nombre y con su título. Es a sus corazones a los que tienes que hablar, tal y como hace y muy bien hecho el papa, que parece conocerles bien.

Lo que es acertado, y encuentro muy hermoso de tu discurso, es que trates a los adversarios como hombres, como amigos, precisamente ahí en donde la división sobre la violencia es enorme.

La palabra disenso, por fuerte que sea, tiene que sonar siempre amistosa. Y no hipócrita en el ejercicio de una banal retórica mitificadora, sino en función de un proyecto alternativo, de una distinta humanidad, planteado no como finalidad diferida, sino como posibilidad actual, como tarea inmediata. Inventar un método civil basado en la no violencia, significa proponer una moral distinta, una política distinta, un derecho distinto, un Estado distinto.

Yo creo que en nuestro país está madurando esta posibilidad de invención, doy el mérito a los radicales de hacer parecer más actual esta convicción, que tiene más de veinte años y que compartía con un no violento de cualidad, Felice Baldo.

En tu discurso hay otras cosas, pero es tan "discurso" construido en el filo de la coralidad, rico de divagaciones que califican el tema de la "centralidad radical" definiéndolo con el mismo enfoque los distintos problemas, que no me permite una intervención más determinada y "ad rem".

Con amistad

("QR n. 7")

N.d.T.

(1) SILONE IGNAZIO . Pseudónimo de Secondo Tranquilli (Pescina dei Marsi 1900 - Ginebra 1978) escritor. Uno de los fundadores del Partido comunista, del que se separó en 1930. Entre sus obras, cabe destacar: "Fontamara", "Pane e vino", "L'avventura di un povero cristiano".

(2) PASOLINI PIER PAOLO PASOLINI . (Bolonia 1922 - Ostia 1975). Escritor, guionista y director de cine. Su inquieta experimentación existencial, ideológica y lingüística condujo el realismo por derroteros expresionistas. Con elevada capacidad crítica puso de relieve la realidad social de las clases bajas. Fue un hombre polémico que denunció las chapuzas de la "burguesía" y criticó duramente a la izquierda italiana por su incapacidad. Simpatizante del Partido Radical, sobre el que escribió páginas de gran belleza, el día de su muerte tenía previsto trasladarse a Florencia para intervenir en el Congreso de dicho partido. * Novelas: Raggazzi di vita, 1955, que trata del subproletariado romano; Una vita violenta, 1959. * Ensayos: Passione e ideologia, 1960; Empirismo eretico, 1972. * Teatro: Calderon, 1973. * Poesía: La meglio gioventù, 1954; Le ceneri di Gramsci, 1957; L'usignolo della Chiesa Cattolica, 1958; La religione del mio tempo, 1961; Poesia in forma di rosa, 1964; Transumanar e organizzar, 1971. * Cine

: Accattone, 1961; Mamma Roma, 1962; La Ricotta, 1963; Vangelo secondo Matteo, 1964; Uccellaci e uccellini, 1966; Edipo Re, 1967; Teorema, 1968; Medea, 1969; Il Decameron, 1971; Il fiore delle Mille e una Notte, 1974; I racconti di Canterbury; Salò e le 120 giornate di Sodoma, 1975.

(3) Referido a San Francisco de Asís.

(4) RESISTENCIA . Nombre que indica la lucha popular, política y militar llevada a cabo durante la II guerra mundial en las regiones de Europa ocupadas por las tropas de la Alemania nazi durante la II guerra mundial.

(5) MANZONI ALESSANDRO . (Milán 1785 - 1873), el más grande de los escritores del Romanticismo italiano, autor de varias obras entre las cuales figura la novela "I promessi Sposi" (Los Novios), una de las obras maestras del siglo XIX europeo. Católico con fuertes connotaciones jansenistas, abierto a las experiencias liberales absorbidas durante su estancia de joven en París, en donde frecuentó las tertulias intelectuales más avanzadas.

 
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