Desde Beirut hasta el Sur del planeta, vence la lógica de la aniquilación. En Italia, ni una sola lira para garantizar la supervivencia en el 82.de Marco Pannella
SUMARIO: Los ojos del mundo apuntan al Líbano, a Beirut, a la terrible guerra en Oriente Medio. La regla de la guerra es la infamia: las guerras limpias sólo las conocen los farsantes, los irresponsables y los imbéciles. El nazismo halla sus características no en la guerra sino en la paz: y hasta el momento presente el nazismo ha muerto de guerra. Nazi es el exterminio causado por el hambre de treinta millones de personas por obra de una ideología y de una política que une el Norte, occidental y oriental, el capitalismo real y el socialismo real. Es un nazismo "pacífico"; es un cierto "orden" internacional, económico, político, cultural, racista y clasista. Sus víctimas son inermes, débiles, míseras, desarmadas, no necesariamente hostiles, de la misma manera que no fueron necesariamente hostiles los judíos en los años 30. Otra característica del nazismo actual es que necesitan las guerras, porque proporcionan a sus Estados y a sus industrias inmensos beneficios. Actualmente los medios de comunicación nos "in
forman" sobre Oriente Próximo y en particular sobre los errores israelíes. Nace la posibilidad de un compromiso del Partido radical, o de muchos radicales, incluso en este frente. No debemos llamarnos a engaños: el primer frente, incluso para el Líbano, incluso para el pueblo palestino, el primer frente es el de "seres vivos para el desarrollo", es el de la propuesta de los Alcaldes, de los Premios Nobel, de los Obispos, que el Parlamento italiano ha ahogado.
(NOTICIAS RADICALES; nº 10, 15 de julio de 1982)
La infame guerra del Líbano es guerra. Infame como toda guerra, sin excepciones. Niños, mujeres, inermes masacrados?. Es la regla, no la excepción. No sólo en Hiroshima, Nagasaki, sino en Milán o Dresde, en Moscú o Estalingrado, en Londres o en Manchester, en Hanoi o en el Cuerno de Africa.
Una guerra limpia?. Las guerras limpias sólo las conocen los farsantes, los irresponsables y los imbéciles. Sólo los que tienen en reserva en la mente o en el corazón, en las vísceras o en los instintos su propia "guerra justa", políticamente aceptable, lo implícito, infame agobio sobrentendido de aquellos que siguen votando o aprobando presupuestos de rearme, destinando los recursos del país a armamentos y ejército mermando la calidad y la dignidad de vida de gente en paro, jubilados, personas sin casa y trabajadores.
A parte de los exportadores de armas que en Italia son estatales o todos ellos del régimen (en la clase política todos salvo los radicales).
El nazismo no halla sus propias características en la guerra sino en la paz. Es más, hasta ahora, el nazismo ha muerto de guerra. No pocos oficiales franceses que torturaron, asesinaron y mandaron masacrar a hombres, mujeres y niños en Indochina y posteriormente en Argelia provenían de la guerra "antifascista" o se habían librado de Buchenwald como el capitán Yves de Saint-Marc. El ejército ruso llevó a cabo enormes masacres, cuantitativamente incomparables con los de Boves o Marzabotto. Entre los republicanos españoles que luchaban contra el golpe fascista de Franco las atrocidades siempre fueron menores que las de sus enemigos...
Las atrocidades son atrocidades tanto si proceden de los agresores como de los agredidos ( quién es el que admite ser agresor?). En general son "atrocidades" las de aquellos a quienes se cree que se podrá vencer y son enemigos; o los que han sido vencidos. La guerra no conoce más que asesinados y asesinos. Los pueblos son siempre perdedores, masacrados. Sólo los Estados, es decir los que los dominan, pueden ser vencedores o vencidos.
Para muchos la culpa de Israel estriba fundamentalmente en que es la asesina y no la asesinada. El mérito de la OLP es de ser asesinada en vez de asesina. Que sea un enfrentamiento entre nazis y antinazis, antes que una infamia es un error capital.
Afirmar que Israel es nazi es una manera de absolverla de las responsabilidades de la guerra (repito: a la fuerza constitucionalmente infame y atroz) que conduce de acuerdo con sus enemigos, pero es una manera de "absolver" el nazismo, degradándolo y negándolo en su efectiva y monstruosa especificidad.
Nazi, triunfo del nazismo, es por el contrario el exterminio a causa del hambre de treinta millones de personas al año a cargo de una ideología y de una política que une el Norte, tanto del Este como de Occidente, del capitalismo real o del comunismo real.
Es "pacífico". Es un cierto "orden" internacional, político, económico y cultural. Es efectivamente racista y clasista: sus víctimas están "inermes", son débiles, miserables, están "desarmadas", a menudo no son "ni tan siquiera hostiles", de la misma manera que no eran hostiles los judíos exterminados en los años treinta.
Se muestran a menudo los que se han salvado, raras veces los exterminados, al igual que con Buchenwald o Mathausen. Al igual que con Hitler, con los "poderosos" que evoca continuamente Pertini como los responsables de hoy, el holocausto no es más que un epifenómeno, no lo que uno quiere para sí, no un objetivo que se reivindica y sobre el que se exige aprobación y fuerza. Sino que es algo que antes se tenía celado y que actualmente se hace ver que se depreca mientras se decide y se potencia. Spadolini y Craxi docent.
Por muy atroz que sea el balance de los masacrados o asesinados en el Líbano no alcanza en total el número de muertos diarios por hambre. Y con el coste de las armas usadas por Israel, OLP, libaneses de las distintas facciones en este período, se ha gastado por una parte y por la otra lo que hubiese bastado para salvar la vida a por lo menos trescientas mil personas que, en cambio, han muerto de hambre. Pero ha asegurado a nuestra industria militar exportadora de armas inmensas ganancias.
He ahí otra característica del "nazismo" actual: las guerras son útiles y necesarias porque proporcionan a sus Estados y a sus industrias beneficios inmensos, de la misma manera que el desastre económico, cultural, político y estatal del Tercer y Cuarto Mundo está garantizado con el holocausto de 30 millones de personas como poco en un solo año.
Por varios motivos, por suerte, los medios de comunicación de todo el mundo (con el sistema de poder al que sirven y que expresan, pero que crean y apoyan al mismo tiempo) han decidido que es necesario movernos y conmovernos "informándonos" sobre Oriente Próximo, y de forma particular sobre la responsabilidad y las fechorías de los israelíes. De esta manera, también en este frente, se puede actuar no aisladamente, ni únicamente por quienes se mucho agitan y poco hacen aunque se sepan "leer" la información y colmar las censuras o las manipulaciones que las falsean.
Nace de esta manera la posibilidad y la necesidad de un compromiso de nuestro partido, o de muchos de nosotros, en este frente.
Nuestra denuncia penal contra el "mayor" Saad Haddad y sus cómplices (israelíes y libaneses). La decisión de organizar acciones militantes radicales en Líbano y en Israel en las próximas semanas. La petición de que Sharon presente su dimisión. Este mismo espacio de vida del Partido dedicado a esta realidad constituyen una primera toma de responsabilidades según nuestro método, el de la puntualidad y de la consistencia de las responsabilidades y de las iniciativas hechas a la medida de las personas. Y no de los poderosos.
Lo haremos, lo hacemos: en el ámbito de nuestra guerra contra la guerra, de la guerra contra el holocausto neo-nazi, de la campaña para la aprobación por el Parlamento italiano de las propuestas de ley de los Nobel y de los alcaldes más límpida, más convincente. Iremos ahí, testimoniando nuestra confianza en la riqueza humana y política de los israelíes, de los palestinos y de los libaneses. Dirigiéndonos también en su nombre como a quien puede dar, puede crear felicidad y vida. Contra el holocausto, contra el miedo y el odio, contra la muerte del enemigo como máximo horizonte humano, individual, popular y nacional.
Será acción larga, difícil y compleja como toda acción que valga, que no sea gesto o especulación narcisista de partido o de individuo. Tendremos que combatir - una vez más - contra la política de nuestra partidocrática, cutre, ciega, suecia, tanto en Roma como en Sicilia o Bruselas.
La mayoría, vencedores por el momento, han aprovechado la ocasión casi con felicidad, con orgasmo, de las "victorias" de Israel y de la masacre que ha permitido y causado, para hacer colar la apología de la OLP, la pretensión de decidir en lugar del pueblo palestino su propia política, su propio Estado. Para saldar cuentas de otro carácter con Israel, para volver a proponer a los Estados Unidos como los únicos y los máximos responsables de la guerra de Oriente Medio y de las atrocidades que no puede dejar de comportar, para evitar una reflexión sobre los "asesinatos" sirios, sud-yemeníes, iraquís, iraníes, sobre los regímenes de los jeques del golfo y sobre la política rusa.
Todos, mire usted por donde (excepto nosotros) sin ningún interés por en efectuar un análisis democrático y de clase, por realizar una lectura cualquiera en términos de paz, de justicia, de libertad, de progreso y de civismo de esta cuestión que es única, desde Teherán hasta Tel Aviv, desde las montañas en las que se exterminan a los curdos, hasta los desiertos del Sinaí, desde Siria hasta el Líbano.
Los quince-veinte mil muertos de ese año en Líbano, la mayoría palestinos, tienen que ser los últimos. Si Israel no convierte inmediatamente su ofensiva militar y belicista en ofensiva de paz y de justicia (y la democracia israelí no parece ser capaz de hacerlo en estos momentos por sí sola), debemos tener fe en el deber de injerencia - quienes viven y luchan por la vida saben que es un deber - contra la vergüenza de las independencias nacionales y de los Estados, Será necesario establecer contactos con las fuerzas israelíes, libanesas, palestinas "de paz", que escojan la lucha contra el holocausto nazi como lucha prioritaria y la de la no violencia y de la democracia. Será necesario ayudar y apoyar la lucha. Con nuestros amigos Premios Nobel, con "Food and Disarmament", con todos aquellos que a lo largo de estos años han demostrado realmente desear la vida y la paz. Así pues, estoy convencido de ello, en primer lugar con los compañeros, sobre todo con los nuevos compañeros radicales, los del Partido de 1982
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Haremos esto también. Y tendremos que saber hacerlo, compañeros, hermanas y hermanos, amigos ex "fascistas" (de nuevo bienvenidos) del Partido.
Pero es evidente, no cabe duda, de que no debemos llamarnos a engaños. El primer frente incluso para el Líbano y para el pueblo palestino, es el de los eslóganes "seres vivos para el desarrollo", es el de "tres millones de seres vivos este año", es el de la propuesta de ley de los Alcaldes, de los Premios Nobel, de los Alcaldes, que el Parlamento, el Gobierno italiano, los partidos de la mayoría (y los demás) han ahogado. El Congreso del Partido, el 27 de octubre, en Bolonia, tendrá una dificilísima responsabilidad que afrontar.