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Sciascia Leonardo - 8 ottobre 1982
Las cosas de la mafia y la voz del merlo
Leonardo Sciascia

SUMARIO: Narra un episodio marginal, pero significativo del "folklore negro" con el que se toman las cosas de la mafia: a un periodista del "Corriere della Sera" le han contado que Francesco Nasalli Flores le había contado al fiscal del tribunal que su cuñado, el general Dalla Chiesa, tenía en la comisaría un merlo que repetía continuamente una frase, que todos interpretaban como "Chao, Carlo, te vas a morir". Según Sciascia, la historia "puede parecer sugerente, pero desde luego sensata para nada". El arresto del presunto asesino de Dalla Chiesa podría ser una operación de mera "fachada", fruto de un clima análogo al que suscitó la comidilla sobre el merlo.

(CORRIERE DELLA SERA, 8 de octubre de 1982)

Existen unos merlos que salen en una filatería de niños que Agatha Christie tararea macabramente enumerando toda una retahíla de crímenes. Existe el merlo de "Vestro" de Renato Fucini, cuento que en otros tiempos solía alegrar algunas horas de colegio y que ahora ha caído en el olvido. Giovanni Russo cree que existe un merlo mío, de una historia que escribí: y es el merlo parlante del general Dalla Chiesa(1). Pero yo creo que ese merlo se halla entre los merlos macabros de Christie y el cómico de Fucini y que, en cualquier caso, me plantea el problema - siempre arduo para un escritor - de la diferencia entre verdadero y verosímil. Lo que quiero decir es que la historia del merlo parlante puede ser cierta, pero si se trata de una narración que pretende contar, aquí y ahora, una historia de mafia, es totalmente inverosímil.

Tal y como la cosa fue contada a Antonio Ferrari, ("Corriere della Sera" del lunes 4 de octubre), parece verdad. Mejor dicho, parecía verdad. Verdad, por lo menos, para quién la contaba, a saber: Francesco Naselli Flores, cuñado del general. Ferrari reprodujo, entre debidas comillas, lo que Naselli Flores le contó al fiscal jefe Vincenzo Pajno: "Mi cuñado tenía, en la comisaría, un merlo parlante. Y el merlo, que por cierto me lo entregaron hace veinte días, sigue repitiendo obstinadamente: "Chao Carlo, te vas a morir". Quién lo ha amaestrado para recitar esta terrible amenaza?. Créame, señor fiscal, se está convirtiendo en una obsesión". Al día siguiente, Naselli Flores desmintió tan clara e inequívoca declaración. "El merlo" - explicó - "dice claramente: "Chao Carlo". Pero luego añade un sonido difícil de distinguir que a veces interpreta como "te vas a morir", pero que el resto de la familia no distingue. No se comprende, sin embargo, por qué habló del merlo, y sobre todo al fiscal del tribunal.

La noticia ha salido en todos los periódicos y ha impresionado a mucha gente. Que lo haya desmentido no ha servido de nada. Queda tan bien en el folklore tenebroso en el que las cosas de la mafia se suelen encuadrar que nadie se resigna a calibrar la inverosimilitud y a darse cuenta de que el mismísimo Naselli Flores puede haber entrado en la psicosis del folklore tenebroso.

Pero para creer que sea verosímil esta historia - que puede ser verdadera - cabe escoger entre las siguientes hipótesis:

1. Un "topo"(2) de la mafia en la comisaría de Palermo, y es más en el apartamento del fiscal, tenía la misión de instruir al merlo para que pronunciase y repitiese esa frase para aterrorizar al general dándole la medida de la capacidad de penetración y omnipresencia de la mafia. Sólo que el efecto más lógico sería que el general hubiese buscado al "topo" en cuestión y que no le hubiese costado lo más mínimo detectarlo.

2. El merlo del general fue sustituido por otro domesticado en otra parte para que pronunciase esa frase: pero el riesgo de que el general se pusiese a buscar al "topo" en cuestión y lo encontrase, era el mismo.

3. Que el mismísimo general en persona, por si las moscas, por aquello de romper conjuras, le hubiese enseñado al merlo la frase.

En la inverosimilitud del hecho, esta última hipótesis acabaría por ser la más verosímil de todas. O por lo menos la más sensata. Puesto que la historia puede parecer sugerente de lo más, pero desde luego para nada sensata. Y me detengo en ello - tomándola como botón de muestra - precisamente en mi afán por demostrar lo mucho que la sensatez brilla por su ausencia - y presenta el sin sentido que roza el ridículo - en los rumores, noticias, elucubraciones e hipótesis que pululan alrededor de un hecho grave y doloroso como lo es el asesinato del fiscal de Palermo.

Sin embargo, es preocupante - y por partida doble - la broma que los periódicos atribuyen al presunto asesino del general, arrestado hace unos días en Calabria. Por lo visto, el sospechoso en cuestión, que obedece al nombre de Nicola Alvaro, en cuanto se enteró del motivo por el que lo arrestaban, exclamó: "«ah, menos mal!". Lo cual quiere decir que se acuerda perfectamente de dónde estaba, qué hacía y en compañía de quién lo hacía en el momento del crimen. Una de dos: o su memoria, con respecto al caso, es una memoria digamos artificial, bien construida y capaz de resistir a todo ataque; o es una memoria real, basada en la verdad.

Desde luego, la rapidez de la ocurrencia - en caso de ser auténtica - sienta alguna que otra sospecha. Pero si estuviese basada en la verdad nos hallaríamos de nuevo ante una de aquellas operaciones de policía que un acreditado magistrado definía, refiriéndose al caso Moro(3), "de fachada": operación llevada a cabo únicamente para dar la impresión a la opinión pública de que se está haciendo algo. Y de un criterio tal (es un decir, puesto que si algo falta es precisamente el criterio), la opinión pública ha tenido tantas demostraciones - es decir tantas desilusiones. Esperamos que no se sumen más todavía.

N.d.T.

(1) DALLA CHIESA CARLO ALBERTO. (Saluzzo 1920 - Palermo 1982). General de los carabineros. Coordinador de las investigaciones sobre las Brigadas Rojas desde 1978. Afiliado, junto a su hermano, a la logia masónica de Licio Gelli "P2", aunque sostenía que se había filiado sólo para controlarla. Fue nombrado en 1982 gobernador civil con poderes especiales de Palermo para luchar contra la mafia. Asesinado junto a su mujer en Palermo el 3 de septiembre de 1982.

(2) Topo en el sentido metafórico de persona "informada" y "que informa". En italiano "talpa".

(3) MORO ALDO . (Maglie 1916 - Roma 1978). Político italiano. Secretario de la Democracia cristiana (1959-65). Artífice de la política de centro izquierda. Ministro en repetidas ocasiones, Presidente del Consejo (1963-68, 1974-76). A partir de 1976 presidente de la democracia cristiana (DC). Preconizó el acercamiento del Partido Comunista Italiano (PCI) al gobierno delineando al hipótesis de una "tercera fase" (tras la del "centrismo" y la del "centro izquierda") del sistema político. Secuestrado por las Brigadas Rojas en Roma, el 16 de marzo de 1978, fue encontrado muerto el 9 de mayo del mismo año.

 
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