SUMARIO: La campaña radical contra el exterminio causado por el hambre es obra de dos o tres mil personas, la mayoría estudiantes, jubilados, amas de casa, trabajadores empleados, que se han constituido en Partido radical. El 80% de los recursos del Pr se invierte en información. La gente honesta e inerte obliga al Pr a luchar en condiciones desesperadas: que nadie se llame a engaños, si no nos echan una mano no lo lograremos.

(NOTICIAS RADICALES N. 5, 20 de febrero de 1983)

Una vez más, seré franco hasta la brutalidad, pero la verdad es brutal: desde 1979 casi toda la acción en Europa, y en particular en Italia, contra el exterminio causado por el hambre en el mundo, ha sido organizada, apoyada, financiada día y noche y sacada adelante como hemos podido, por dos o tres mil inscritos al Partido Radical, la mayoría de ellos trabajadores empleados, jubilados, amas de casa, estudiantes y gente en paro.

Este mismo periódico cuesta cincuenta millones, puesto que hemos considerado que les nuestro deber intentar informar al menos a doscientos jubilados, y a otros tantos ciudadanos, para que puedan escoger a conciencia y ser responsables en su vida - y en la de los demás. Para que puedan aprovechar la extraordinaria ocasión que les brinda la Marcha de Pascua, y la ocasión de apoyar - o no - las peticiones que constituyen el instrumento institucional para intentar llevar a cabo decisiones políticas que la mayor parte de los italianos dicen que desean, y que básicamente apoyan el Pontífice y el Presidente de la República italiana.

Pero si ha sido posible para miles de alcaldes que representan 28 millones de ciudadanos, a miles de intelectuales y de párrocos unirse, encontrarse, lanzar un llamamiento, con la cantidad de trabajo que han comportado miles y miles de llamadas por teléfono, cartas y miles y miles de horas de arduo trabajo, pagar la imprenta, la distribución de textos, de peticiones apoyándoles, en toda Italia: si es posible que 63 países de Africa, del Pacífico, del Caribe se encuentren unidos para apoyar políticamente esta postura; si los Nobel pueden tomar la iniciativa, encontrarse, comprometerse en algo concreto y duradero: si el Parlamento belga está a punto de votar por una ley equivalente a la de los Alcaldes italianos propuesta por el Parlamento europeo por iniciativa nuestra; si en todas partes andan tan ocupados en censurarnos, en no dar a conocer estas propuestas, en dejar las cosas tal y como están; todo ello se debe a que el Partido radical, solo, ha promovido, financiado, defiende y da a conocer estas acciones

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De esta manera, el 80% del dinero de las inscripciones y de las subscripciones se gasta para permitirle a esta esperanza y a esta política, contra el exterminio causado por el hambre en el mundo y por la calidad de la vida en Italia, sin poder, sin consejeros, sin sobornos, sin partidocracia y sus métodos o sus realidades.

Podría continuar: con respecto a las pensiones es o está a punto de suceder lo mismo; de la misma manera que en el campo de la energía alternativa, en el de la paz y el desarme (incluso contra estériles, irresponsables y consabidos "pacifismos" y "neutralismos" demagógicos y vergonzosos), en el de las luchas por los principios y métodos de balances del Estado distintos, por la moralización de la vida pública ....

Y, en todas partes, la petición de un compromiso hacia el PR aumenta. Se nos reprocha, a veces, que no lo hagamos todo. Dicen de nosotros que somos los únicos que - si queremos - sabemos hacer las cosas....

Tal vez sea posible, tal vez sea incluso verdad. Pero es verdad que cada vez más nos vemos obligados por el pueblo italiano, o por la gente honesta y buena, a luchar como si fuésemos seres extraordinarios, excepcionales; porque cada uno de vosotros que nos leéis, salvo excepciones, en el mejor de los casos se nos dice, o se dice: "Armémonos y .... adelante",

Sesenta millones por una parte, unos dos mil por otra.

Y además, nuestra financiación pública nos la gastamos para estructuras y servicios que no son estrictamente de partido: para permitirle a Radio Radical retransmitir en directo a todo el mundo los trabajos parlamentarios, los congresos de todos los partidos, los mítines de los exponentes de las distintas fuerzas políticas y sindicales, los convenios de la Confindustria, la lectura cotidiana de todos los periódicos; o el espacio de libertad y de intervención popular con programas de preguntas y respuestas en directo, así como otros programas de los canales Teleroma 56 y Canal 66 con su servicio de información y de debate incluso deportivo.

Todo ello no puede continuar, el poder acabará fraguando su muerte civil y política, así como la partidocracia, la política de la vergüenza, la corrupción, la incapacidad y los palos duros siempre contra los pobres y los honrados.

Es evidente lo que sucedería si algunos miles de vosotros, jubilados, trabajadores, estudiantes, mujeres y hombres coherentes en su honestidad (en el hacer, y no en el omitir del deshacer, del robar) decidiesen aprovechar esta ocasión única de contar en términos de valores, de vida de calidad de la vida, de crecimiento personal y civil.

Es evidente que ya no sería necesario recurrir siempre a las tan dramáticas huelgas de sed y de hambre, a las acciones no violentas, por parte de aquellos que las practican además del dinero que dan, el tiempo que dedican, la actividad cada vez más intensa.

En cualquier caso, que quede claro que no lo vamos a lograr, no podemos esperar y autorizar esperanza, y no ilusiones y desilusiones, si otros muchos, todas, todos los que nos leen, los que nos comprenden, no salen de su inercia, de la insignificancia que se cierne sobre ellos, sobre otros muchos, sobre el país, sobre las personas.

Inscripciones, subscripciones, en la medida de lo necesario y no de lo superfluo, son, son para nosotros, muy urgentes y vitales, literalmente hablando.

Para hacer lo que hacemos, y tiene que ver, implica, a toda identidad, tanto la de los creyentes católicos, de los laicos, de los socialistas y los comunistas, como de quien sigue escogiendo "la derecha" de buena fe, con la esperanza del orden, de la limpieza, de paz civil y humana.

A cientos de miles, en Italia, a decenas de millones, en todo el mundo, el pueblo de las personas, de la gente de buena voluntad, se emociona y conmueve viendo la película de Gandhi. Por qué apagar el Gandhi que cada uno de nosotros llevamos dentro, la esperanza milagrosa y activa?.

En este periódico hay mucha información, muchas direcciones, muchas citas, en definitiva, muchos instrumentos para hacer, para crecer y hacer que crezca, para echar una mano, y para dar una mano: desde el giro postal, hasta el conocer los motivos y las modalidades sobre la Marcha de Pascua.

Esperamos vuestra respuesta, la esperamos realmente.