Marco PANNELLASUMARIO: »Andropov puede decidir repentinos cambios en la política exterior, social y militar de la Urss - escribía Marco Pannella en 1983 - sin oposiciones institucionales, sin que los ciudadanos puedan aprobar o desaprobarlos . Casi una profecía. Es Gorbachov quién, pocos años después, pone en marcha la "perestroika" y la "glasnost". Pero tanto ayer como hoy, todos infravaloran la fuerza y las ventajas que los regímenes totalitarios tienen con respecto a los gobiernos más o menos democráticos. Los errores de los movimientos pacifistas, siempre derrotados, consisten en su incapacidad de proponer un nuevo modelo de seguridad.
("Número único" para el XXXV Congreso del Partido radical - Budapest 22-26 abril 1989)
El 22 de octubre, en toda Europa, será un día de movilizaciones contra la instalación de los misiles, o sea a favor de la paz y el desarme.
Ya en Alemania occidental Heinrich Böll, Gunther Grass, el pastor Niemoller, toda la zona de los »grünen (verdes), sectores conspícuos del partido socialdemócrata y del sindicato están trabajando para que la movilización popular, y de las conciencias, sea una movilización sin precedentes. (Y creo interesante destacar que el 1 de septiembre constaté desde Bruselas que las televisiones belga, francesa, holandesa y alemana, así como las radios británicas, han informado sobre el inicio de la campaña y sobre la cita del 22 de octubre en las horas de más audiencia...).
En Holanda, Bélgica, Dinamarca y Bonn, las Iglesias evangélicas aseguran tensión religiosa y material como asimismo prestigio ulterior a la campaña.
»Comiso (1) está convirtiéndose en una bandera europea, el campo más sugerente y emblematizado del encuentro y de la esperanza que lo anima.
En Italia, el PCI (Partido comunista italiano), el PDUP (Partido democrático de unidad proletaria) y el DP (Democracia proletaria), el archipiélago de los cristianos de base, el de los »independientes de izquierda , el de los pacifistas apolíticos, y el de los no violentos-no radicales, es decir, todo el mundo »sociológico de la izquierda junto con el apéndice tradicional y prestigioso de intelectuales y artistas que en cada generación se renueva y repite, darán vida a manifestaciones potentes como no se conocen desde hace varios decenios.
En todas partes se pedirá a los Estados Unidos y a la Unión Soviética que concluyan en Ginebra los acuerdos adecuados e inmediatos de desarme nuclear conjunto y controlado, y a los gobiernos nacionales que retrasen la instalación de los misiles.
Se obtendran éxitos, pero de qué calibre y de qué alcance?
Mientras tanto, Andropov está concediendo propuestas e hipótesis que los gobiernos occidentales y la OTAN consideran interesantes y positivas.
Lo hace, indudablemente, porque la »respuesta occidental de instalar misiles americanos ha sido eficaz, él mismo lo demuestra.
Lo hace, probablemente, para armarnos mejor, a nosotros »pacifistas , contra nuestros gobiernos y las políticas que llevan a cabo.
No, gracias. Andropov sabe que en la democracia los pueblos cuentan, que la democracia parlamentaria no puede ignorar los sentimientos de las masas y que la información de los medios de comunicación occidentales, por enmascarada y engañosa que pueda resultar en muchas ocasiones, puede ser utilizada como vehículo - directa o indirectamente - de sus razones y propuestas.
Andropov puede, sin ningún esfuerzo, conseguir que la Urss proceda en su política exterior, militar y social con rápidas mutaciones tácticas, e incluso estratégicas. Las inversiones militares pueden aumentar vertiginosamente, o disminuir, a costa de las inversiones sociales, sin oposiciones institucionales, sin que las masas de trabajadores y de ciudadanos puedan aprobar, desaprobar o manifestar.
En términos estructurales la Urss representa para nuestra época un inmenso imperio que responde a las mismas lógicas de la Alemania nazi, que con respecto a los gobiernos más o menos occidentales cuenta con las enormes ventajas inmediatas de los gobiernos dictatoriales.
Es muy cierto que si las luchas pacifistas desestabilizan únicamente a los países del Noroeste, y paralizan la política de defensa sin proponer otra más válida y consistente, y se limitan a luchas negativas, a saldar las propias campañas de masa sobre el "no" y sobre el legítimo y sagrado miedo a oponerse al epifenómeno (el »nuclear ) y no al fenómeno (»el militar , los »ejércitos como base de la única defensa posible), esta política tiene todas las de perder y es además irresponsable, en el sentido literal de la palabra. Es decir, no es una »política sino una reacción de por su pre-política, neutra y no neutral, perfectamente usable e instrumentalizable.
Incluso desde el punto de vista »moral es dudosa. Su eurocentrismo, su carácter reservado a los pueblos »ricos , su movilizarse "in toto" prioritariamente y de hecho exclusivamente contra el peligro de exterminio por guerra nuclear, ignorando totalmente - excepto como eslógans marginales y del moralismo instrumental - el exterminio que ya existe por la guerra alimentaria, o por guerras tradicionales, no nucleares, en toda Africa, en gran parte de América Latina, del Extremo Oriente así como de Oriente medio, sin hacer absolutamente nada en concreto por salvar a cientos de miles de millones de personas en un decenio... Todo lo dicho hace del »pacifismo de vuelta, que se propaga, durante una mañana cíclicamente triunfante, otra imagen, otro momento de la cultura y de la política de muerte. Esa cultura que privilegia y que ayuda precisamente a las fuerzas más »fascistas , totalitarias y bárbaras del mundo industrial, del Norte. Es decir, las que oprimen en primer lugar a sus propios pueblos, negando, incluso
en la teoría, además del derecho, la democracia política. Son la expresión de una organización militar y armada de toda la sociedad, de la producción y de la vida social. No se lucha contra el peligro de alineación de la humanidad, no se lucha por la paz y por la vida, si no se lucha de forma alternativa y definitiva contra la barbarie y el inmenso poder del comunismo real, que ha producido en naciones enteras lo que el nazismo realizó en algunos campos de exterminio.
El drama de nuestra época, la tragedia que se halla en pleno desarrollo (que no se limita a »incumbir ) resulta de un »orden mundial en donde los regímenes democráticos y no de la OTAN, en sus cumbres, intentando por una parte defender o conquistar el máximo derecho de explotación y de dominio del tercer y del cuarto mundo (y del espacio) contra el expansionismo natural y obligado del bloque soviético, intentando defenderse de la insidia que este bloque potencia en su seno y apoya en sus Estados metropolitanos o de conquista o de protectorado. Pero, por otra parte, intentando defender paralelamente la estabilidad del poder dictatorial, militar, industrial soviético en el seno de sus Estados. En esta confrontación, cada vez más dramáticamente, Occidente necesita asegurar el máximo »orden interno la máxima eficiencia, la militarización de la sociedad de tradición democrática secular, y su propia »estabilización . Lo mismo sucede con el poder transnacional, no sólo en los círculos de la OTAN, sino también de
las multinacionales de la alimentación, o de las que controlan las fuentes energéticas tradicionales o »nucleares , cada vez más a menudo la auténtica guerra necesaria y vitalmente urgente es la guerra »interior , contra el »desorden democrático...
Entre las fuerzas en el poder que quieren circunscribir la hostilidad y el conflicto al momento de la fuerza y de la "defensa" militar, partidos, Estados y masas de "izquierda", pacifistas que ignoran o infravaloran (cuando no están controladas) el leviathan, la estructura y la ideología bárbara de la URSS y de su imperio, y no se encargan de combatirlo y de vencerlo, existe una relación de contraposición y de unidad dialéctica: son las dos caras del suicidio y de la libertad y de la paz.
La guerra, la violencia son reflejos de realidades naturales - como lo es la enfermedad - para los países democráticos; pero lo son fisiológicamente, como condición de "salud" para los países con sistemas totalitarios y antidemocráticos.
Combatir denodada pero razonablemente, política y responsablemente contra la enfermedad - que se está haciendo mortal - de Occidente implica, comporta, la lucha sin reservas, concreta, aquí y ahora, contra la URSS y contra todo sistema de barbarie totalitaria, para la liberación de los pueblos víctimas del comunismo real, o de regímenes fascistas que los EEUU, la OTAN y la URSS apoyan y hacen proliferar en todo el mundo.
Es necesario que los Estados »democráticos conviertan progresivamente, unilateralmente, sus terribles y suicidas armas, ideológicas y tecnológicas, en armas idóneas para desestabilizar y derrumbar los regímenes »comunistas al igual que antaño los nazistas. Cómo?
Hablamos, intentamos hacernos entender - para algunos de nosotros - desde hace al menos veinte años. Nuestros discursos parlamentarios, congresuales, electorales difícilmente dejan de tratar este tema. Ahora no es el momento para volver a hacerlo. Me limitaré pues a recordar que la Alemania nazi y la Italia fascista no temían tanto las armas de países infinitamente más ricos y potencialmente fuertes cuanto la "Radio Londres" y las octavillas ciclostiladas de algunos miles de militantes de Justicia y Libertad.
En resumen, las reflexiones y las convicciones por las que con tanta dificultad pero con tenacidad y pasión advertimos a nuestros compañeros, a nuestras hermanas y hermanos en el mundo, los demócratas, las fuerzas políticas e institucionales, no sólo italianas, sobre los riesgos de que las distintas "Comiso", los distintos "22 de octubre" no sean más que trampas, terrenos de derrota, para las esperanzas y las voluntades comunes, por las legítimas, sanas angustias y miedos.
No es gratuito que desde hace veinte años, y en 1983 más que nunca, nuestro pacifismo de políticos no violentos y de radicales demócratas e intransigentes, con sus victorias institucionales, con sus marchas de cientos de miles de personas inorganizadas, sus acciones no violentas, sus huelgas de hambre y de sed, no reciba de los medios de comunicación más que censura, o una información sin comparación con la - aparentemente polémica - reservada a los "antinucleares", a los "antimisiles"...
No es gratuito que el exterminio existente, a causa del hambre, de la guerra, y las luchas que lo han contrastado, lo contrastan, lo interrumpen y luchan por ello, con su puntualidad y su complicada concreción positiva, propositiva y no contestataria, se ignoren políticamente o se sufran con fatalidad, mientras que políticamente se acepten, de lleno, la dialéctica y el debate sobre el peligro de exterminio.
Quiere decir que estamos en contra de las luchas que se están desarrollando en Comiso, o que estamos en contra de las manifestaciones del 22 de octubre?
Nada de eso. Dejamos esta tesis para la denigración estúpida, vulgar y rabiosa de los pacifistas de prestado, los de última hora.
Los hechos hablan por sí solos. Aunque siempre se puedan acallar o falsificar.
Entre los heridos, entre los arrestados en Comiso el número de radicales es superior al de afiliados a cualquier otro partido.
A estos compañeros radicales que están ahí porque el Partido radical - por sí solo - cubre los campos de lucha desertados por los demás, agradecemos su inteligencia, su firmeza y su decisión.
Invito a los lectores de estas páginas a que formen parte con nosotros en los próximos días, en las próximas horas de este extraordinario Partido de la esperanza y de la vida.
Nota: (1) Comiso, ciudad italiana en donde se hallan instalados Pershings de la OTAN.