LEONARDO SCIASCIASUMARIO: Sciascia denuncia que Italia ha "batido el récord" en lo que a justicia se refiere. Miles de ciudadanos han sido puestos en libertad tras largos periodos de prisión preventiva por una parte e incapacidad para hacer frente a las denuncias de los ciudadanos por otra. Así pues, no es suficiente debatir este gravísimo problema en Italia, sino que hay que sacarlo a relucir en Europa, en una Europa que se denomina libre, en la Europa de las democracias de la que Italia forma parte.
(NOTICIAS RADICALES, nº69, 14 de abril de 1984)
"Ciento cuatro mil ciudadanos han sido puestos en libertad con fórmula plena, y ciento once mil por insuficiencia de pruebas en el quinquenio 1978-1982. Sin embargo, los ciudadanos han tenido que esperar largo y tendido - en algunos casos estamos hablando de varios años - antes de que se reconociese su inocencia. Para más inri, tras haber estado en la cárcel antes del juicio injustamente, no tendrán derecho ni tan siquiera a una lira de indemnización.... En Italia la justicia no logra hacer frente en tiempos breves a la avalancha de denuncias y escritos que desbordan a diario las mesas de los Juzgados y de las Audiencias provinciales. Cabe recordar que el uno de enero del pasado año estaban pendientes todavía 1.504.000 sumarios penales, de los cuales 644.000 abiertos en 1982, sin contar los robos". Sin contar los robos porque por lo visto en Italia el robo es un tipo de delito en vías de extinción, según se desprende de los documentos judiciarios. Y en cambio, nada de eso, pues el vertiginoso incremento, con
siderando que los ciudadanos no resuelven nada presentando denuncia (por no hablar de la pérdida de tiempo y de la sospecha de simulación que tiene que afrontar a veces el denunciante), los italianos han adoptado la costumbre de dejarlo correr, de no denunciar. Sobre todo cuando el daño no es cuantioso.
No creo que otro país pueda vanagloriarse, en lo que a la administración de la justicia se refiere, de batir un récord semejante. Y las palabras "vanagloriarse" y "récord" no son casuales: si no se hace nada para poner remedio, para corregir, para renovar, eso quiere decir que de una condición semejante la clase del poder, en la que predomina la presencia de magistrados, en efecto se siente saciada y goza de ello, aunque luego declare lo contrario.
Cabe considerar que esta espantosa estadística se refiere a los años 78-82. Cabe prever un considerable aumento en el quinquenio actual. Aumento que afectará al número de ciudadanos víctimas e inocentes que se verán privados de libertad, así como de la duración y la calidad. Leyes básicamente inicuas, como la del "pentitismo"(1), ideadas como medida excepcional y limitada para combatir el terrorismo han acabado por extenderse a otros campos para combatir otras formas de criminalidad; para combatir la criminalidad en general. De esta manera se ha dado lugar a gran número de confusiones y ha dificultado la tarea de descubrir la verdad. Que leyes semejantes hayan tenido algún tipo de efecto en la lucha contra el terrorismo no quiere decir que sean realmente, a nivel intrínseco, "leyes, puesto que es inconcebible que las leyes no se remitan a la idea de justicia, al respeto de las libertades que en una democracia son fundamentales y a perseguir la verdad. Es indiscutible que el fascismo consiguió, al combatir la
criminalidad más o menos organizada, resultados que se han dado en llamar "de orden". Pero cualquier desorden era preferible, y sigue siendo preferible, al fascismo.
Por lo tanto, el problema es de extremada gravedad. Gravedad que peora y se complica progresivamente, de la administración y de la justicia en Italia. Y hemos llegado a un punto en el que no es suficiente debatir la cuestión en Italia - si es que realmente se está debatiendo. Es necesario sacar a relucir el tema en Europa, en una Europa que se autodenomina libre, en la Europa de las democracias de la que Italia forma parte - para que forme parte de forma efectiva en lo que a los derechos de sus ciudadanos se refiere. El 1984 de Orwell en Italia parece hallar terreno propicio en la administración de la justicia. Si a aquellos que desde Italia se preguntan por la suerte de Sajarov y de los disidentes en Rusia, y se preocupan - como es justo y comprensible - y piden su libertad, Chernenko les contestase que no perdiesen de vista lo que está sucediendo con la justicia en Italia, sería una respuesta de lo más acertada.
(Publicado por "Il Corriere della Sera" 8 de julio de 1984)
N.d.T.
(1) PENTITISMO . Del italiano "pentirsi", arrepentirse.