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Bonino Emma, Sciascia Leonardo - 23 ottobre 1984
EL CASO ITALIA: (9) Emma Bonino - EL ESTADO DE LA JUSTICIA EN EUROPA - 1er CONVENIO
ESTRASBURGO, 23/24 DE OCTUBRE DE 1984 - PARLAMENTO EUROPEO

SUMARIO: Actas del convenio sobre el estado de la justicia en Europa "El caso Italia".

Con esta primera iniciativa, parlamentarios de todas las corrientes políticas comunitarias analizan el estado de la justicia en Europa.

En algunos países de la Comunidad europea se producen derogaciones con respecto a algunas garantías democráticamente establecidas para velar por los derechos de la persona, dictaminados por los tratados comunitarios y por las constituciones nacionales. A menudo estas violaciones de las libertades civiles fundamentales han sido justificadas alegando el brote de formas violentas de protesta política, la irrupción de fenómenos terroristas y la consolidación de organizaciones criminales.

El objetivo de los promotores de estas iniciativas consiste en poner en marcha el proceso de restablecimiento democrático de la legalidad comprometida.

El primer caso analizado es el italiano. Dos días de debate en Estrasburgo (23/24 de octubre).

("EL CASO ITALIA", El estado e la justicia en Europa - 1er Convenio - Estrasburgo, 23-24 de octubre de 1984 - Parlamento Europeo - Elaborado por el Comité en pro de una Justicia Justa - Cedam Casa Editorial Dott. Antonio Milani, Padua 1985)

Presidencia de Diana Louie Elles, vicepresidenta del Parlamento europeo.

PRESIDENTA

Quisiera darle la palabra a Emma Bonino quién leerá una declaración.

EMMA BONINO

"En nombre de los organizadores del convenio, quisiera aclarar un punto. Me remito al comunicado que ha sido distribuido a la prensa y que posteriormente será distribuido a todo el mundo. Esta mañana, entre el público, fue visto Oreste Scalzone(1). En cuanto acabó la sesión de esta mañana, los organizadores le informaron de que los trabajos estaban reservados a los invitados y que, por consiguiente, su presencia no era grata, pues totalmente ajena a las características del convenio, y porque se corre el riesgo de crear entre los participantes objeciones comprensibles, así como podría sembrar confusión con respecto a la configuración y al significado del convenio en sí.

Quisiera abrir esta parte de los trabajos leyendo una intervención de Leonardo Sciascia quién lamenta no poder estar entre nosotros por graves motivos de salud, pero que ha querido, en calidad de presidente del Comité en pro de una justicia justa, enviar este breve escrito:

»Ciento cuatro mil ciudadanos han sido puestos en libertad con fórmula plena y ciento once mil por insuficiencia de pruebas en el quinquenio 1978-1982. Pero han tenido que esperar mucho tiempo - en algunos casos gran número de años - antes de que se reconociese su conciencia. Además, tras haber cumplido injustamente condena, con el encarcelamiento preventivo, no tendrán derecho ni tan siquiera a una lira de indemnización... En Italia, la justicia no consigue hacer frente, en tiempos breves, a la avalancha de denuncias que se rebosan a diario en las mesas de las fiscalías y de las audiencias provinciales. No hay más que recordar que el 1 de enero del pasado año estaban pendientes todavía 1.504.000 investigaciones penales, de las que 644.000 habían sido abiertas en 1982, sin contar los robos. (»Corriere della Sera 8 de julio de 1984). Sin contar los robos pues, por lo visto, de lo que se desprende de los expedientes judiciarios, en Italia, el robo es un delito en vías de extinción. Aunque la verdad no es esa,

sino todo lo contrario: precisamente porque están en aumento vertiginoso, y con la experiencia de que las denuncias de los ciudadanos que son víctimas acaban por no denunciarlos (por no hablar de la pérdida de tiempo y de la sospecha de simulación a la que se ven sometidos), los italianos han tomado la costumbre de dejar correr la cuestión y no presentar denuncia, sobre todo cuando el daño no es ingente. No sé qué otro país pueda vanagloriarse, en lo que a la administración de la justicia se refiere, de un primado semejante. Y las palabras "vanagloriarse" y "primado" no son puro caso, si no se hace nada para remediar, corregir y renovar quiere decir que de una condición semejante la clase del poder, en la que predomina la presencia de magistrados, en efecto se regodea y goza, aunque declare lo contrario. Y considérese que esta terrible estadística se refiere a los años 78-82, y es de esperar que hallaremos un considerable aumento en las estadísticas del quinquenio que estamos atravesando. Un crecimiento del

número y un agravarse en la cantidad y la duración de la privación de la libertad, de la que ciudadanos inocentes son víctimas. Leyes básicamente inicuas, como la del "arrepentismo"(2), puestas en marcha con carácter de medida excepcional e ilimitada para combatir el terrorismo, han sido extendidas de hecho para combatir otras formas de criminalidad y la criminalidad en general, dando lugar a increíbles confusiones y a una más difícil comprobación de la verdad. Que semejantes leyes hayan tenido algún efecto positivo en la lucha contra el terrorismo no quiere decir que sean intrínsecamente "leyes", puesto que es inconcebible que las leyes no se remitan a la idea de la justicia, al respeto de las libertades que en una democracia son fundamentales y a la búsqueda de la verdad. Es innegable que el fascismo consiguió, en su lucha contra la criminalidad más o menos organizada, resultados que se han dado en llamar "de orden": pero cualquier desorden hubiese sido preferible, y es preferible al fascismo.

Gravísimo así pues es el problema, que progresivamente se complica de la administración de la justicia en Italia. Hasta tal punto que no bastan los debates - siempre y cuando se debata - en Italia. Es necesario agitarlo en Europa, en una Europa que se autodenomina libre, en la Europa de las democracias de la que Italia forma parte, y que forme parte de ella de forma efectiva, en los derechos de sus ciudadanos. En 1984, Orwell parece hallar en Italia declinación posible precisamente en la administración de la justicia. Si a aquellos que desde Italia preguntan por Sajarov y los disidentes en Rusia, y por ellos justamente se preocupan y solicitan libertad, Chernenko les contestase que atendiesen a lo que en Italia sucede en materia de la administración de la justicia, sería, la verdad sea dicha, una respuesta acertada y merecida .

PRESIDENTA:

Gracias, Emma Bonino. Doy la palabra al Sr. Labozzetta.

N.d.T.

(1) SCALZONE ORESTE . Dirigente de Autonomía Obrera, grupo de extrema izquierda.

(2) ARREPENTISMO . Neologismo acuñado ante la "ley de arrepentidos" por la que personas que cumplen condena acceden a confesar a cambio de grandes ventajas judiciales, y que ha fomentado que gran número de detenidos se "arrepintiesen" acusando a menudo a personas exentas de culpa.

 
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