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Pannella Marco - 23 ottobre 1984
EL CASO ITALIANO: (27) Marco Pannella (intervención) - EL ESTADO DE LA JUSTICIA EN EUROPA - 1erc CONVENIO ESTRASBURGO, 23.24 OCTUBRE 1984 - PARLAMENTO EUROPEO

SUMARIO: Actas del convenio sobre el estado de la justicia en Europa, "El caso italiano".

Con esta primera iniciativa, parlamentarios de todas las corrientes políticas comunitarias intentan verificar el estado de la justicia en Europa.

Derogaciones con respecto a algunas garantías democráticamente ubicadas en defensa de los derechos humanos, dictaminados por los tratados comunitarios y por la constituciones nacionales, se registran en distintos países de la comunidad europea. Muy a menudo, estas violaciones de las libertades civiles fundamentales se justifican con el brote de formas violentas de protesta política, con el estallido de fenómenos terroristas o con el refuerce de las organizaciones criminales.

Poner en marcha el proceso de restablecimiento democrático de la legalidad comprometida es el objetivo principal de los promotores de estas iniciativas.

El primer caso que se examina es el italiano a lo largo de dos días de discusión en Estrasburgo, el 23 y 24 de octubre de 1984.

("EL CASO ITALIANO", El estado de la justicia en Europa - 1er convenio - Estrasburgo, 23-24 de octubre de 1984 - Parlamento Europeo - Elaborado por el Comité para una Justicia Justa - Cedam Casa Editorial Antonio Milani, Padua 1985)

MARCO PANNELLA - (Traducción simultánea del francés)

La publicidad es un atributo de la justicia, es la condición misma de la justicia, no es coincidencia que en todos los países totalitarios esta publicidad se niegue o se discuta: la publicidad en su sentido técnico, en su sentido democrático garantiza en nuestros países una sociedad de conocimiento y de libertad? es necesario, por supuesto, que la justicia se desarrolle en los tribunales, pero debe recorrer toda la vida de la sociedad, gracias a los efectos de la justicia técnicamente aplicada y de cuanto la sociedad, a través del debate sobre las condenas, sigue viviendo esta justicia.

Ahora bien, uno de los motivos por los que debemos estar de parte de la justicia, y que es el motivo de esta reunión, es que nuestra justicia a menudo es desfigurada por otro poder de nuestra sociedad, la prensa.

Mientras nosotros intentamos llevar a cabo este proceso de verdad, buscando nuestras razones y escuchando la palabra de la ciencia jurídica, tal y como hicimos ayer y tal y como el profesor Ancel esta haciendo esta mañana, y vamos a leer los periódicos italianos, tenemos que preguntarnos si existe lo que en términos técnicos llamamos en Italia con el término "derecho a la imagen", "derecho a la identidad". Es cierto de hecho que si nosotros podemos ser un sujeto reconocido, la imagen que ha sido proporcionada por nuestra reunión de ayer, la imagen que da cada uno de los participantes, es imagen falsa y terrorista, fruto del terrorismo ideológico, debido a la falta de profesionalidad de muchos periodistas ...

(interrupción lejos del micrófono)

.... Eh, alguien ha dicho algo, lamentablemente lejos del micrófono; he hablado de los periodistas sin profesionalidad, y usted toma inmediatamente la palabra, ha oído bien, usted nos conoce la mar de bien, querido amigo!

PRESIDENTE - Confío, Marco, en que no se te ocurra cuestionar también la presidencia.

PANNELLA - No, solo para decir....

PRESIDENTE - ... Porque yo también soy periodista.

PANNELLA - Yo lo soy tanto como usted. Pero no es solo para defender la justicia, un proceso de justicia en nuestra sociedad, sino para defenderle a usted y a mí en aquello que más queremos, y precisamente creo que no tenemos que confundir ciertas acciones de ciertos periodistas, como ciertas acciones de ciertos magistrados, con la justicia ni con el periodismo.

Hay muchas cosas, más importantes, sobre las que tenía pensado intervenir. Pero voy a gastar los minutos que me quedan hablando de este problema.

Estos periodistas italianos le han quitado la palabra al profesor Vassalli, prácticamente lo han amordazado, al profesor Dias, al profesor Treschel. Ni pío sobre sus conceptos. Han sido enviados por los periódicos para hablar de esto, y han puesto grandes titulares: "Esta reunión ensalza al señor Scalzone", pero esta reunión no tenía que ocuparse del señor Scalzone, no era su tarea, no le correspondía ensalzar al señor Scalzone. Esta reunión ha procesado la justicia italiana.: profesor Dias, usted ha sido muy elegante y muy concreto, usted siempre ha dicho, cada minuto, que hablaba por el derecho a la justicia, sin nombrar a nadie en particular. El señor Treschel nos ha explicado algunos casos en términos técnicos, pues bien, hoy por hoy en Italia se dice que aquí se esta "procesando", que el señor Scalzone ha aplaudido nuestra "arenga"; este es el gran título del periódico, de un gran periódico. Es la misma lógica terrorista de falta de sentido del derecho de esa misma prensa que, cuando las Brigadas Rojas

asesinaban hombres y enviaban con el cadáver una "resolución estratégica", nuestra prensa publicaba íntegra la resolución estratégica alegada al cadáver que se mandaba, cuando durante veinte años no había publicado íntegra una única resolución del movimiento o partido democrático no violento.

Ven ustedes, creo que los organizadores de esta reunión no habían, no digo negado, sino ni tan siquiera tomado en consideración la cuestión del señor Scalzone; entre los cien invitados se halla la esposa del señor Naria, y por lo tanto se había previsto que diese testimonio, tal vez mañana, para quitarle la palabra al señor Pisapia que - cabe saberlo, cabe recordarlo, señores colegas, o cierto tipo de colegas - es el que ha dado el nombre al proyecto de reforma de la justicia, en un país democrático como Italia, que no deriva del diktat de un país totalitario, de la reforma Rocco a todo el resto, los periódicos se dispondrán a decir que nosotros estamos aquí a causa de la presencia de "algunos" que están aquí presentes,... en un santuario de la justicia, "ius dicere"; y no es cierto, tal y como han escrito, que aquí estuviese sólo el profesor Battaglini, - "La Repubblica" ha dicho - y el magistrado Boemi: nosotros hemos escuchado a fiscales provinciales.

En resumidas cuentas, se trata del terrorismo ideológico contra el estado de derecho, sus adoradores; el liberal que nos preside esta mañana me pedía ayer información sobre algunos que habían intervenido, y yo le dije, a propósito de una persona, que hasta el año pasado era concejal nacional del Partido Liberal, de otro le dije que lo conozco como católico democrático cristiano, etc...

Así pues, el problema de la publicidad y de la verdad del derecho a la imagen y del derecho a la identidad, es un problema técnico que planteo. Veo rostros de otros colegas, y por lo tanto tengo muchas esperanzas como periodista, no solo en cuanto participante y organizador.

Quería plantear alguna cuestión de tipo técnico, muy brevemente. En el momento del juicio, en el momento en el que los magistrados se reúnen entre ellos y con su conciencia para formar su convicción y por lo tanto emitir sentencia, cuando hayan obtenido un proceso con ochocientos acusados (así pues, si eran camorristas habrán contado cada uno de ellos con dos abogados, tendrán derecho de palabra de mil seiscientos abogados, pero no lo son y por lo tanto no tendrán abogados; tal vez, al ser acusados, quizá solo por delito asociativo, no podrán dar más que testimonio de moralidad; qué podrían presentar como testimonio, personas a las que se les acusa simplemente de pertenecer a un cierto ambiente?. Testimonios de moralidad, cuatro o cinco...) al igual que estos magistrados, podrán reconstruir la responsabilidad personal de ochocientas personas?.

Yo me pregunto: la responsabilidad es siempre personal?, cómo van a poder estos magistrados reconstruir la responsabilidad personal de ochocientas personas?.

Más aún: he visitado la cárcel de Poggioreale en Nápoles; usted también puede hacerlo señor presidente, es un privilegio que en calidad de diputado europeo tiene usted, según nuestro derecho, y les invito a todos, colegas no italianos, a visitar las cárceles italianas, y en la cárcel de Poggioreale en Nápoles encontrarán miles de personas que han visto como mucho a un juez un día, tal vez cinco minutos, hace dieciocho meses, y desde ese momento no han vuelto a ver a nadie, ni tan siquiera durante un minuto, cuyo proceso se celebrará tras tres o cuatro, cinco, siete meses (si se ha hecho lo necesario para llegar al maxiproceso) y algunos les dirán "Yo no sé, no sé por qué". He leído solamente que un tío al que no conozco de nada ha dado mi nombre, y por homonimia estoy aquí, como los otros cien".

En un solo proceso, cien personas han sido arrestadas por homonimia, según los magistrados que les han dejado luego en libertad. Repito, por homonimia: cien personas, profesor Ancel, cien personas, profesor Dias, cien personas que no tienen la cultura ni el dinero para llegar hasta Estrasburgo o Luxemburgo, y otros miles...

Estos son los interrogantes, entre cientos de interrogantes más, que nos planteamos y creo que son importantes para la justicia, para los jueces.

Escribe falsedades sobre esta reunión el periódico "L'Avanti!". Han sido atacados jueces italianos cada vez que se tocaban personas vinculadas al Partido Socialista, Nosotros por el contrario les hemos defendido siempre: cuando se le concedió la libertad a Barbone, un arrepentido, libertad infame, pero concedida según el derecho, nosotros defendimos a este magistrado. De esta manera, nosotros hemos defendido a los magistrados que aplicaban las leyes, que vosotros habéis apoyado en la prensa y que ahora acusáis, leyes que de forma infame eran aprobadas, bajando la bandera que el Estado de derecho hubiese debido izar para oponerse a una violencia pública de emergencia contra la infame violencia de los vacíos de la cultura y de la libertad.

PRESIDENTE:

Su intervención, querido colega, siempre flameantes, tal y como testimonian los aplausos. Paso la palabra al profesor Scaparone.

 
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