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Pannella Marco - 6 dicembre 1984
"PANNELLA CONTRA TODA OPRESION"
Marco Pannella

SUMARIO: La conciencia política del Partido radical no pretende responder ni hacer que coincidan orientaciones antropológicas con orientaciones políticas. Cabe limitar rigurosamente el ámbito de la política así como las distintas tareas de las que se ocupan el Estado y los partidos. El poder ideológico es el heredero del poder teológico. Haciendo ver que se trataba de liberación del poder clerical, ha nacido un sistema de iglesia-partido, de organizaciones mundanales con pretensiones de monopolio absoluto sobre los fieles, según el principio "cuius regio eius religio". El Partido radical quiere ser una nueva hipótesis política organizada. Lo que une a los radicales es un objetivo predeterminado, que puede ser compartido progresivamente por orientaciones que institucionalmente contrapuestas pero que pueden hallar un punto en común con respecto a lo que matemática y políticamente es útil y socialmente es conveniente en la organización de las estructuras de la ciudad, para el respeto de la persona, de la libert

ad y de la responsabilidad.

(IL MESSAGGERO DI S. ANTONIO, 6 de diciembre de 1984)

(El diputado Marco Pannella es presidente del Partido radical. Ha contestado a las preguntas que le fueron planteadas en una larga carta. A continuación reproducimos los aspectos más importantes.

Cabe hablar de una antropología radical?. Existe una concepción concreta del hombre en esa zona que la gente ha dado en llamar "los radicales?. Marco Pannella empieza contestando haciendo una distinción fundamental con respecto a la cuestión radical:

"Personalmente considero que toda cultura que cree tener el deber o el poder de hacer coincidir "orientaciones antropológicas y orientaciones políticas", y más todavía - obviamente - "organizaciones partídicas", es incompatible con una auténtica cultura del diálogo, de la paz, de la democracia y de la tolerancia. Dar a César, en cualquier caso, lo que no le pertenece, confiar al Estado y a la vida política "competencia" "cultural" o "antropológica", significa confundir peligrosamente el absoluto de la moralidad y de la esperanza, de cada cual, con el relativo histórico de la conveniencia social". El ámbito de la política, entendido como las distintas tareas de las que se debe encargar el Estado y los partidos, debería limitarse rigurosamente.

Y, viceversa. Es decir, según Pannella, a lo largo de los últimos años está madurando un proceso que va por derroteros opuestos. Durante casi dos milenios ha sido el "poder teológico" el que ha tenido la pretensión de gobernar las conciencias. "Desde hace casi 150 años asistimos a la transferencia del "poder teológico" al "poder ideológico", sucedáneo, en sustancia ateo, y totalizador del primero. De esta manera contamos con partidos que pretenden actuar y vivir en nombre de un sistema ideológico, cultural, que escoge a su clero, sus burócratas, sus dignatarios, sus ritos (...). Es la misma empresa totalizadora que, con otro tipo de coherencia y justificación, se lanzó al mundo a partir del poder teológico de la iglesia constantiniana, de la iglesia-estado, de la iglesia como fuente - mediada pero única - de poder y de legitimidad del poder. Así de la pretendida o esperada "liberación" del poder clerical, eclesiástico, monárquico-absoluto, nació un auténtico sistema de iglesias-partido, de partidos totalizad

ores, de organizaciones mundanales con pretensiones de misiones y representación, de monopolio y de poder casi absolutos de los "fieles", "Cuius regio, eius religio" es la regla sobreentendida en la concepción del "partido": antropológica, cultural y eternamente quien entra en un partido, entra en la institución en la que los dignatarios gobiernan en nombre de la "religión" y del sistema del ... liberalismo, socialismo, comunismo, radicalismo, sandinismo, "catolicismo" político y social...".

En la historia se ha producido, prosigue Pannella, un importante intento, cristiano y laico, de hacer de la tolerancia la base activa del diálogo y de las leyes delimitando el espacio de la política, pero esta auténtica revolución se ha estrellado contra los totalitarismo de este siglo: fascismo, comunismo, nazismo, partidocracia.

En resumidas cuentas, los distintos intentos de liberación que se han sucedido con el paso del tiempo, a pesar de la buena voluntad y aún registrando progresos parciales, se han convertido en nuevos sistemas opresivos. Pero, qué se puede hacer para salir del círculo vicioso liberación-opresión?.

"Esto - contesta Marco Pannella - es el motivo específico por el que soy radical, del partido radical: es decir pertenezco a esa nueva, revolucionaria hipótesis "política" organizada, que desea romper la cadena de San antonio, la relación "determinista" entre la orientación antropológico, la cultura, la religión, la filosofía por una parte y "lo político" por tora. Lo que nos une, es un (pre)determinado objetivo, durante "un" año, renovable por supuesto, que orientaciones culturales, antropológicas, filosóficas, intereses sociales, económicos, ideológicos, contrapuestos de forma putativa o sistemática, en cualquier caso distintos, o tal vez inexistentes, no pueden prever ni delinear de por sí: un objetivo que une a personas, tanto si están en lo cierto como si yerran, con respecto a los "sistemas" respectivos imperantes, como pilar, limitado, importante, necesario que es el de la organización de las estructuras de la ciudad cada vez más respetuosa con respecto a la persona, es decir con respecto a la liberta

d y a la responsabilidad, modificada en su conjunto por decreto y edicto pero en puntos determinantes para la vida de todo el mundo".

( Qué es, entonces, lo específico radical?.)

"Este nuestro partido evoca más bien "órdenes" medievales que se centraban más en la "regla" que en la "antropología", o la "cultura", o identidades sustantivas de contenidos ideológicos o teológicos. Aparentemente ajenos, desde sus ermitas, a los conflictos sociales y políticos, de poder civil, se convertían a menudo en labradores y elaboradores de ciencias, de pasiones sociales y políticas, de arte y de revoluciones tecnológicas o teológicas...".

Y la organización actual del partido refleja, en un cierto sentido, la imagen del "orden", con sus menos de tres mil militantes en toda Europa, que, a pesar de ello, en las elecciones abarcan una zona de opinión mucho más vasta.

"Yo creo que ya desde ahora que tras veinte años, pocos miles globalmente, entre cientos de millones, hayamos contribuido - más que cualquier otro "partido en su subjetividad y nosotros en la nuestra" - a marcar la vida de nuestro país y de varias generaciones, sea cual sea el destino que nos espera, y que puede ser de aniquilación o de derrota, la duda debería empezar a circular que esta forma anti-ideológica y microscópica de partido es el anuncio de nuevos y posibles y revolucionarias verdades sociales y culturales, políticamente construidas, mientras el sistema cultural, la antropología de los demás partidos - dominantes y triunfantes - tal vez es la última escoria de un pasado difunto. O que seamos - tal y como Vittorini(1) afirmó hace ya veinte años - los únicos copernicanos en un mundo político ptolemaico. Una duda, pero sólo una, en este sentido, confío que le surja a quien me lee".

N.d.T.

(1) Elio VITTORINI : (Siracusa 1908 - Milàn 1966). Escritor. Estuvo afiliado al P.C.I. y posteriormente fue presidente del Partido radical. Colaboró en "Solaria" y difundió la narrativa estadounidense con la "Antología Americana". Promovió una literatura comprometida con "Il Politecnico" pasando posteriormente a intereses experimentales con "Il Menabò". Narrativa: "Il garofano rosso", "Conversazione in Sicilia", "Uomini e no", "Il Sempione Strizza l'occhio a Freijus" y "Le città del mondo".

(2) Cadena de San Antonio: Sistema por el que llegan por correos cartas en las que se pide dinero y mandar cartas parecidas a otras personas alegando que de no hacerlo se verán sometidos a desventuras de lo más indeseables.

 
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