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Pannella Marco - 6 settembre 1985
Con las reformas, paz y libertad en Suráfrica
de Marco Pannella

SUMARIO: Todos los demócratas apuestan por la revuelta y el enfrentamiento violento de las oposiciones surafricanas sin reflexión alguna sobre las consecuencias "iranianas" que podría acarrear. Sin embargo, es necesario comprender cuáles son las razones y las fuentes de fuerza del régimen surafricano (los niveles de vida decididamente superiores con respecto al resto de Africa; su voluntad de ser, a pesar del apartheid, un "Estado de derecho") par utilizarlas con el objeto de concebir "disposiciones y cultura federal, de interdependencia, basada en la tolerancia, la libertad y la justicia".

("AVANTI!", 6 de septiembre de 1985)

No es una "provocación", sino la expresión de "reflexiones" que algunos de nosotros los radicales venimos haciendo desde hace años y que yo mismo he tenido la oportunidad de hacer oficialmente, como miembro del Comité Paritario CE-ACP en Roma, hace dos años, con la atención densa de respeto y de confianza por parte de las delegaciones de los por aquel entonces 61 países de Africa, Caribe y Pacífico que participaron. Así pues, es más grave si cabe.

Sólo por temor, tal vez por cobardía, o tal vez por la necesaria virtud de prudencia (y no de "cálculos") no lo he hecho demasiado puntillosamente o con el vigor necesario, hasta ahora, en el debate político nacional. Pero a lo largo de las próximas semanas, en el Parlamento italiano y en el europeo, el debate no faltará. Así pues, lo mismo da empezarlo ahora y en los santuarios sagrados.

Las imágenes que nos llegan cada día desde Ciudad del Cabo o desde el interior de Suráfrica son de manifestaciones que no se tolerarían en ninguna capital occidental (excepto, en Santiago De Chile, por lo que se ve). La Televisión del mundo entero se hace eco de ello (al igual que para Sabra y Chatila, o para cualquier delito menor "atribuible" a Israel; pero para los Sabra y Chatila cotidianos o semanales "debidos" a esta o aquella facción líbanesa-siria) no es libre de transmitirnos estas imágenes. Tras dos meses de incidentes sabemos que ya han muerto más de mil personas, inclusive "negros", "mestizos", "indios" traidores y colaboradores.

A lo largo de los próximos días nos encontraremos con las grandes pruebas de fuerza: probablemente con muchas víctimas y una progresión del estado de guerra civil. Incluso el obispo Tutu ha considerado que debe abandonar su postura no violenta, y Mandela considera que la debe excluir de las posibilidades mismas de lucha contra el apartheid. El presidente Reagan, entre contradicciones y declaraciones fuera de lugar "moderadas", eleva él también la bandera de la abolición del "apartheid". No existe casi persona democrática ni formal, o que se considere tal, en el mundo que no "apueste" por la revolución de las oposiciones y su éxito.

Los "liberals" surafricanos es como si no existiesen: es el resultado obtenido al cabo de décadas, finalmente, por los intransigentes entre los opresores y los oprimidos.

Hace veinticinco o veinte años nos era posible a algunos radicales intentar acreditar a los representantes "políticos" de la mayoría budista-no violenta de Indochina, muy pronto desconcertados con un cuadro de lucha en el que la opinión pública "internacional" se convertía en la única fuente de investidura y fuerza de supervivencia para las facciones en lucha y en guerra. Actualmente, parece seguir existiendo esta posibilidad. En cualquier caso no somos capaces de cultivarla.

Por aquel entonces, al igual que ahora, todo debía desarrollarse en el seno de una ideología burguesa que pasó de ser cultura a civilidad, así pues, en su esencia mixta totalitaria y terrorista. Los parámetros de juicio son unívocos: el régimen del "apartheid" es bárbaro, los regímenes que lo combaten son civiles, o civiles en la mediada posible en semejantes condiciones.

Los derechos civiles y políticos de los ciudadanos negros, se niegan a rajatabla. La ley es racista: basada en guerra de razas y por lo tanto basada en el miedo, el miedo que experimenta la raza privilegiada, dominante y opresora que pretende incidir en la dominada y oprimida. Lo dicen las leyes. "Leyes que son respetadas". Que no tienen más fuente democrática que las intrínsecas a la raza blanca, y con qué altas hipotecas culturales y morales. La riqueza de Suráfrica está repartida de forma escandalosamente injusta. El trabajo de los negros, desde hace más de un siglo, ha permitido su acumulación. En las minas de diamantes y de cobre, las condiciones de trabajo han sido bestiales, los índices de mortalidad de los mineros eran de estrago continuo. Las leyes no reconocían las enfermedades profesionales, o las reconocían sólamente para pocos privilegiados. Y cuando las leyes cambiaron, la administración del Estado que poseía la tarea de aplicarlas no funcionó, durante mucho tiempo, y todavía sigue funcionando

de forma intolerable. El principio de "una cabeza un voto" no está acogido todavía ni tan siquiera como línea de principio....

De qué sirve continuar?. Salpicaduras de pensamiento nazi irrigan todo el sistema surafricano. Al igual que en la Alemania del 1930?. Al igual que en nuestra Europa?. La interrogación no es retórica.

Así pues, es necesario inmediatamente (al menos aquí es necesaria una revolución, un proceso revolucionario: es decir un milímetro al día, tal vez, pero férreo en el intento de caminar por el sendero justo), edificar una alternativa. A partir de la existente, como es, corremos el riesgo de repetirlo, empeorado, en la falacia de querer destruirlo todo aquí y ahora, para modificarlo desde la raíz. Es decir se trata de crear la historia, de concebirla, con toda la locura, razonable y necesaria en situaciones de este tipo (y tal vez también en otras).

Así pues, es necesario hacer coincidir los análisis y las reflexiones con una necesidad teórica reconocida por todo el mundo, creo. Es necesario comprender (y no limitarse a demoler) cuál es la razón o cuáles son las fuentes de la fuerza de este sistema y de este régimen. De lo contrario no los venceremos nunca; pero se podrá, como mucho, al igual que en Camboya, o en muchas partes de la ex-Indochina al igual que en Irán, o en Uganda o en Africa central (dejadme que blasfeme: tal vez, en Cuba) suceder, convertir en sus legítimos herederos; no más que eso, salvo en el peor de los casos.

Una razón de objetiva fuerza histórica cabe buscarla, creo yo, en el hecho de que los índices de mortalidad en las poblaciones negras de Suráfrica, su nivel de vida son incomparablemente mejores con respecto a la gran, inmensa mayoría de las poblaciones africanas. No existe relación, salvo la existente entre una vergonzosa condición de injusticia interna en la vida y en la vida civil, como en las tierras negras de Suráfrica, por una parte, y una vida totalmente hambrienta, irregistrable e irregistrada, literalmente condenada a la muerte precoz, sin relación con la vida ni la vida civil, no sólo para el 80% de poblaciones amontonadas en Lagos, o dispersas y destruidas en el Sahel o en el Cuerno de Africa, o "autogobernadas" en Uganda, en Africa Central, por otra. Existe algún que otro oasis: el más cercano es el de Ruanda después de que la práctica del apartheid radical, y no escrita en ningún lugar, asegurase el orden con los exterminios de los ruandeses por parte de los burundeses y de los burundeses por pa

rte de los ruandeses.

La ayuda de las televisiones, en este caso en Suráfrica, es considerable: cuando llegan los "nuestros", en revuelta en nombre de todos los derechos civiles y para conquistarlos para ellos y para los demás, aparecen en las calles, en las revueltas, realmente como los "nuestros", físicamente, por los vestidos, por las tácticas callejeras, por las actitudes en los procesos. Es horroroso pensar que a veces se les condena a muerte, al igual que lo serán cientos de miles en los años ochenta, otros, la mayoría negros, pero no sólo los de los USA que lógicamente se adeudan a muchos de nosotros radicales, como la sociedad por la que apostamos con gran interés, a veces con amor.

El hijo de Tutu ha sido arrestado por un día, y se le va a juzgar sin sumario previo, inmediatamente, y correrá el riesgo de tener que tirarse meses en la cárcel: les chilló a los jueces - los que aplican las leyes "Cossiga" o "Reale" del sitio, interrogaban a condenados de diez años - que no eran más que "Bufones". Yo, aún estoy libre, a pesar de la autorización concreta que tenían para proceder, porque como soy diputado no podían ni tan siquiera arrestarme in flagrante, cuando les chillé a los jueces del Tribunal Militar que se habían adueñado del capitán Margheritó, a pesar de que perteneciese a la justicia penal ordinaria: "Traidores". Pero, qué le hubiese sucedido a un hipotético hijo mío?. Cuánto hubiese tenido que esperar en la cárcel a que le procesasen?. A cuánto le hubiesen condenado?.

Además, tengo la impresión de que la ignorancia sobre la efectiva realidad surafricana (junto a otros muchas más cercanas y para nosotras "nobles" como la de oriente próximo) sea para nosotros máxima. Ninguna idea sobre las disposiciones efectivas del "sistema" constitucional e institucional surafricano, sobre la formal, pero hipócrita (ahora) pluralidad de las disposiciones territoriales y estatales, sobre las vías imaginadas del pensamiento liberal surafricano, a menudo recorridas, aunque desconcertadas en su conjunto, en los últimos años, por los partidos autoritarios y no democráticos en el poder. Ninguna reflexión ni valoración sobre el hecho de que Suráfrica es y pretende ser Estado de derecho, siendo "estado ético", gentiliano (1), como Italia durante veinte, Alemania durante diez, las "democracias populares de carácter y predominio soviético. Lo cual comporta, creo yo, evaluaciones distintas a las que se consideran "buenas" (por el consabido racismo eurocéntrico y progresista) en Irán o en gran paret

e del Tercer Mundo.

Puede suceder, tal vez si se impone el enfrentamiento y la estrategia violenta en Suráfrica "mucho más" de lo que ha sucedido en Irán. Se puede destruir, tal vez, a un precio latente (y no al que el tribunal de Teherán y pocos de sus fieles consintieron), la "riqueza", el "orden", la "injusticia" y la "opresión" surafricana.

Perdonad la vulgar verdad que sigue: Suráfrica durante veinte años, al igual y más que Oriente Próximo o el Cuerno de Africa, durante veinte años y pico en "guerra", constituiría/constituye la perspectiva y tal vez la necesidad) más estimulante y desde Bengodi para el mundo de la producción y del comercio de armas. Tal vez es ahí en donde lo han decidido, ahí.

Significan terribles épocas en las que la "línea del frente" se convertiría realmente en el exterminio y en locura.

El Sha no ha ofrecido ni tal siquiera una milésima parte de lo que se ha ofrecido de beneficios a los mercaderes de cañones y de exterminio de dos pueblos, con la guerra Irán-Iraq, cuidando continuamente el polvorín árabe-israelí. Y la guerra Somalia-Etiopía ha demostrado ser de corto alcance y beneficio....

Cabe decir bien claramente que si es justo lo que se ha descubierto («parece!) para la administración de estados y sociedades en realidad organizados y existentes desde hace siglos en la zona del mundo industrializado y ahora del post-industrial, aún vale más para los países y las poblaciones del Tercer Mundo. Es necesario conquistar siempre el poder como alternativa a quien lo detenta contando con ideas y capacidades y fuerza de gobierno mejores, si no a corto plazo, por lo menos "eso sí, a ciencia cierta" a medio o largo plazo.

Cuáles son las líneas posibles de desarrollo, de bienestar, de justicia, de libertad en términos de disposiciones institucionales y étnicas (la etnia blanca es una de las etnias surafricanas, africanas, tras más de tres siglos de vida, tanto como una etnia negra es una de las etnias norteamericanas, al igual que la irlandesa, italiana o francesa en Quebec, etc) estatales o sociales?. Aplicarse en ello es un deber.

Esta es la contribución urgente, necesaria, vital y humanista (y no eurocentrista, íntimamente racista como la del progresismo tradicional, cripto-marxista y cripto-liberal(2)) político que sería necesario proporcionar.

Convertirse en "surafricanos", encargarse racial y razonablemente del gobierno de la esperanza para concebir lo que todavía nos parece inconcebible en vez de ir quemando pródigamente los últimos cartuchos de lo posible.

N.d.T. (1) Gentiliano, de Giovanni Gentile (Castelvetrano 1875 - Florencia 1944) filósofo. En 1923 se sumó al Partido fascista.

(2) Cripto: oculto, enigmático, poco visible. El cripto-marxismo o liberalismo o comunismo, etc.. indica la dificultad para detectar una determinada tendencia en un individuo.

 
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