SUMARIO: Mientras inicia en Palermo "el gran proceso" [el que se ha dado en llamar maxiproceso a la mafia], Sciascia subraya un episodio sucedido en el proceso en curso en la segunda sección del jurado deliberante, a poca distancia del otro. A lo largo de su declaración, el brigada de los carabineros Vincenzo Bucca, cuando le pidieron que dijese el nombre de un personaje "conocido e influyente" de Collesano, pronunció el nombre del primer presidente del tribunal de apelación de Palermo, Giovanni Pizzillo. Sin embargo, al día siguiente el brigada proporcionó una versión edulcorada del interés del magistrado en las cuestiones ciudadanas.... "Inquietante la afirmación del día 12 - advierte Sciascia - pero más inquietante resulta la "corrección de tiro" del día siguiente".

(CORRIERE DELLA SERA, 16 de febrero de 1986)

El gran proceso empieza a arrancar lentamente. Será necesario un mes por lo menos para que se ponga al rojo vivo y muchos meses para que el sumario se desarrolle en el debate. Mientras tanto, los periodistas no saben qué hacer para animar sus artículos, para darles color, para darles esa vivacidad que los lectores esperan. Y sin embargo, habría algo muy interesante, bastaría, por ejemplo, trasladarse de la gran aula en la que se desarrolla el proceso máximo a la del palacio de justicia en la que, en la segunda sección del jurado deliberante, se está desarrollando un proceso más pequeño, por cuenta de diez exponentes (presuntos, se entiende) de la llamada "mafia de Collesano". Entre los acusados figura el veterinario del pueblo y el hijo del ex alcalde.

En la audiencia del día 12, este proceso ha contado con algunos episodios de lo más ocurrentes. Prestaba declaración el brigada de los carabineros, Vincenzo Bucca. El abogado Angelo Bonfiglio, ex presidente de la región siciliana y actualmente diputado en el parlamento, le pregunta quién era el personaje "conocido e influyente" cuya muerte hizo que los equilibrios de la mafia de Collesano saltaran y desencadenó guerra abierta entre las bandas.

El brigada, que lo había escrito en un informe, tranquilamente contesta que el hombre del equilibrio era "su excelencia Giovanni Pizzillo, ex primer presidente del tribunal de apelación de Palermo".

El cronista registra el silencio, la incomodidad, el intercambio de miradas entre jueces y abogados. Luego el abogado Bonfiglio invita a la acusación pública a tomar nota de la declaración y por consiguiente a llamar como testigo al señor Pizzillo. "No se puede", responde la acusación pública, " el alto magistrado murió hace tres años". Que había muerto ya lo había dicho el brigada en su informe. El abogado Bonfiglio no podía ignorarlo, como no lo ignoramos tampoco nosotros.

Al día siguiente, cuando se le pidió que detallase su afirmación, el brigada fue y declaró: "El Sr. Pizzillo le tenía mucho cariño a Collesano, su pueblo natal, y deseaba que no le pasase nada malo.... Mientras el alto magistrado estaba en vida, nadie se permitió cometer acciones criminales... Sus paisanos le apreciaban mucho, hasta el punto de evitar cometer acciones delictivas que hubiesen podido constituir una ofensa para su excelencia".

"Il Giornale di Sicilia" titula la crónica de esta audiencia: "El brigada corrige el tiro: Pizzillo era justo y amado".

Inquietante la afirmación del día 12. Más inquietante aún la "corrección de tiro" del día siguiente.