SUMARIO: Veintidós presos de la cárcel romana de Rebibbia, todos condenados por terrorismos, cuyos nombres ocuparon la primera plana de la Prensa italiana, y varios famosos de la política y de las artes se han afiliado estos días al pequeño, pero agresivo, Partido Radical del carismático Marco Pannella. Esta oleada de afiliación a un partido que cuenta con 2.500 miembros efectivos ha llegado en un momento en que los radicales se plantean la conveniencia de disolverse como partido para volver a convertirse en un simple movimiento de opinión.

(Juan Arias, "EL PAIS", viernes 12 de septiembre de 1986)

La decisión tendrá que tomarse en octubre próximo, con motivo del congreso nacional. Pero como ha afirmado el secretario general radical, Giovanni Negri, esta avalancha de afiliaciones, tan significativas e importantes, podría influir en dicha decisión.

Entre los primeros destacan varios ex miembros de las Brigadas Rojas, como Alberto Franceschini, uno de los fundadores de la banda terrorista; Roberto Vitelli, el primer arrepentido, reo y confeso de numerosos delitos de sangre, y Maurice Bignami, otro de los brigadistas que conquistó las primeras páginas de la información en los trágicos años de la violencia de la extrema izquierda.

Pero no todos los 22 presos que se han hecho radicales, pagando a tocateja su cuota anual, proceden del terrorismo de extrema izquierda. Hay también exponentes del terrorismo neofascista, como Lavio Lai, que fue un importante miembro del Núcleo Armado Revolucionario (NAR) y que hoy comparte su celda de Rebibbia con varios ex brigadistas.

En el grupo de los famosos figuran nombres como la directora de cine Liliana Cavani, autora de la película Portero de noche; el médico cantante Franco Battiato; Vittorio Craxi, hijo del actual presidente del Gobierno y responsable del Movimiento Juvenil Socialista.

También han ingresado el pintor de fama internacional Piero Dorazio; el músico Mario Nascimbene, un verdadero monumento nacional en el campo de la música cinematográfica; la escritora Barbara Alberti, autora de El señor está servido, y para que no falte nadie entre los nuevos afiliados hay también un católico: Pio Fedele, catedrático de Derecho Canónico de la universidad romana La Sapienza.

En una carta colectiva, los radicales presos justifican su decisión afirmando que el Partido Radical "es el único que se ha interesado de verdad y concretamente por los problemas de la justicia y de las cárceles".

Los radicales, que han acogido con los brazos abiertos a los nuevos afiliados, afirman que es muy importante que personajes que un día habían teorizado "la violencia armada" como método de lucha política hoy acepten pública y oficialmente la "política no violenta radical".