Marco PannellaSUMARIO: La izquierda es cómplice de la elección del conservador Henry Plumb como Presidente del Parlamento europeo. En vez de la estéril contraposición sin futuro alguno entre "derecha" e "izquierda", lo que se hubiese tenido que oponer a la postura thatcheriana de Plumb era una candidatura federalista. Los 61 diputados que han votado la candidatura de Pannella constituyen la "base dura" federalista necesaria para seguir la lucha. Es necesario y urgente el Partido internacional gandhiano para la unificación política de Europa.
(STAMPA SERA, 26 de enero de 1987)
La elección del Presidente del Parlamento Europeo del thatcheriano sir Henry Plumb es el resultado de un "pacto de acero" - respetado con disciplina estalinista por parte de la Democracia cristiana (DC) italiana y europea, por la derecha de Le Pen y por Almirante(1) - con los conservadores británicos, los cuales han acabado por doblegarse, también el Partido liberal italiano (PLI), parte del Partido republicano italiano y otros grupos de la derecha europea y del centro.
Han colaborado para que se lograse este resultado socialdemócratas, socialistas y comunistas que, hasta el final, de forma testaruda, contra toda lógica política y numérica, han querido llevar a cabo un enfrentamiento entre "derecha" e "izquierda", negándose a seguir nuestra iniciativa federalista que había herido profundamente a la candidatura de la "derecha", gracias a la aportación de los laicos italianos y europeos; a pesar de la atención positiva de Claudio Martelli y de Lionel Jospin, y el éxito inesperado de los 61 votos a mi candidatura, en el primer turno.
El emblema de esta izquierda no es ni la rosa ni el clavel,
sino el crisantemo: están siempre unidos en los funerales, que provocan, o en la negación de todo y de todos.
Hubiesen bastado otros tres diputados democristianos o laicos, al final, para elegir al menos antifederalista de los candidatos, acabar con el de la Europa del "status quo" y de la impotencia anarcoide, y del inmovilismo.
Al menos veinte diputados de "derechas" o del "centro", contándolos, han seguido nuestra sugerencia, comprendiendo que la elección del socialista Barón, candidato de una izquierda que le había hecho tragar polvo porque le había tumbado por los suelos, hubiese sido en ese momento una victoria "nuestra" de europeístas-federalistas coherentes y honestos. Con esa honestidad que nos había inducido a nosotros los radicales anticlericales y "antiavellineses"(2) a presentar oficialmente al democristiano Pfimlin o a la liberal Simone Veil, de tendencia giscardiana. Lamentablemente esos veinte colegas no han sido suficientes, por los pelos y por falta de rigor por parte de los demás.
Este acontecimiento es el espejo de lo que sucede en Roma y en Bruselas, con los "gobiernos" Craxi(3)-Andreotti(4)-Spadolini, y Delors. Sé perfectamente que Craxi ha acogido tal y como debía al presidente Delors, el otro día, recordándole que la Comisión de Bruselas está en retraso incluso con respecto a lo indicado por las "cúpulas" de los Jefes de Estado y de Gobierno, sede de "renacionalización" de la comunidad. Sé que en Bruselas, algunos Comisarios (ministros) circunstantes a Carlo Ripa di Meana intentan modificar esta política. Pero en Roma y en Bruselas todo se desmorona de la misma manera.
Seguiremos la lucha en el Parlamento con la "base dura" de diputados que han deseado, permitido y apoyado mi candidatura federalista (a falta de otras) y su éxito. Pero es necesario que en lugar de las Internacionales de los partidos actúe inmediatamente un Partido Internacional que luche, gandhianamente, desde la base, pero también desde las instituciones, para unificar Europa tal y como se unificó la India. El Congreso radical que se reunirá en Roma el 26 de febrero tendrá esta tarea primaria, si sabe acentuar su carácter de "segundo partido", que sabe ver en perspectiva en la lejanía y sabe luchar en las proximidades del corazón de la gente y de la necesidad de la historia, tal y como hicieron durante medio siglo Colorni, Rossi(5) y Spinelli(6).
N.d.T.:
(1) Giorgio ALMIRANTE : (Salsomaggiore 1914 - Roma 1988) secretario del Movimiento social italiano desde 1969 hasta 1987).
(2) Antiavellineses: Avellino, lugar de nacimiento, en el Mediodía italiano, de Ciriaco De Mita. Con motivo de los terremotos que sacudieron la zona, el gobierno destinó una suma para subsanar los daños. La mala, imparcial y corrupta distribución del dinero fruto de tejemanejes mafiosos dio mucho que hablar. Un "antiavellinés" sería una persona contraria a la corrupción, la mafia y los chanchullos.
(3) Bettino CRAXI : (Milán, 1934). Ex Presidente del Consejo italiano. Diputado en repetidas ocasiones. Diputado del Parlamento Europeo. Actualmente, secretario del Partido socialista.
(4) Giulio ANDREOTTI : (Roma, 1919) exponente de la Democracia Cristiana. Ministro del interior (1954), de hacienda (1955-58), del tesoro (1958-59), de defensa (1959-66) y 1974), de la industria ((1966-68), del presupuesto del Estado (1974-76). Presidente del consejo italiano del 1972 al 1973, del 1976 al 1979, y en 1990, actualmente Presidente del Consejo italiano.
(5) Ernesto ROSSI : (Caserta 1987 - Roma 1967), dirigente de "Giustizia e libertà". Fue arrestado en 1930. Promotor del Movimiento federalista europeo, fue uno de los fundadores del Partido Radical.
(6) Altiero SPINELLI : Encarcelado durante el fascismo (desde 1929 hasta 1942) por sus actividades antifascistas. En 1942, escribió con Ernesto Rossi, uno de los fundadores del Partido radical, el Manifiesto federalista de Ventotene, en el que se afirman que sólo una Europa federal podrá vencer definitivamente los peligros de un retorno de las guerras fratricidas en el continente europeo. Al final de la guerra funda junto a otros el Movimiento federalista europeo, y después pasó a ser miembro de la Comisión europea. En 1979 es elegido diputado en el Parlamento europeo, en donde se convierte en el cerebro del proyecto de tratado que fue posteriormente adoptado por el Parlamento europeo en 1984 y más conocido como "Proyecto Spinelli".