Lorenzo Strik LieversSUMARIO: Documento introductivo del convenio "El nuevo desafío de los radicales: es posible un partido transnacional? Un interrogante para la cultura política", Milán 12 de diciembre.
(Notizie Radicali nº 302 del 31 de dicembre de 1987)
El Pr ha sido muchas veces "inventor de lo nuevo", capaz de introducir elementos de alteridad y de ruptura en el escenario político italiano; en donde la que podríamos llamar su relación de conflicto constante con el sistema político italiano en su conjunto, es más intensa cuanto más ha sabido el PR actuar en el seno del mismo. De esta manera, en el marco de una fidelidad sustancial y una coherencia con respecto a su planteamiento original, en el acontecer y en el tipo de acción del Partido radical se han producido a lo largo de los años innovaciones y virajes profundos, cuyos efectos en distintos casos han pesado no poco en toda la vida política italiana. Actualmente, estamos en presencia de una de estas fases de cambio; o por lo menos, esto es lo que los radicales se proponen. El próximo congreso del partido quiere ser momento crucial en la transformación de sí que el PR tiene por objeto. Por ello, para enriquecer con elementos de evaluación y de reflexión el debate previo al congreso así como el debate d
el congreso, solicitamos la contribución de crítica, de análisis y de propuesta de las personas a las que se envían estos apuntes.
La siguiente pretende ser una exposición sintética de algunos de los temas a partir de los que los radicales se miden actualmente, y que tiene por objeto canalizar el debate lógicamente desechando toda rigidez y ofreciendo elementos para la discusión.
Dos son los polos principales de reflexión alrededor de los que han rodado y siguen rodando el debate y las decisiones del Pr en la última fase: el tema de las condiciones de la democracia en Italia y el de la necesidad de una dimensión distinta a la nacional para la acción política.
1. No es necesario recordar la cuestión que progresivamente mejorada a lo largo de los últimos años los radicales han definido con respecto a la presencia en Italia de un sistema considerado lejano a una democracia de derecho, caracterizado por la falta de toda certeza de derecho, marcado en particular por la ausencia de la tutela del derecho a ser informados y a informar, sin la que no existe la posibilidad de elección democrática.
A partir de esta evaluación de la realidad italiana, el PR había prospectado interrumpir su actividad entre otras cosas para no avalar ilusiones y no legitimar, con una participación propia básicamente impotente, la marginación de las esperanzas radicales por efecto del juego trucado de aquella que definía como partidocracia corporativa. No ha tenido lugar dicha interrupción debido a la fuerte y acreditada llamada procedente de muchos sectores de la sociedad italiana, con los más de diez mil nuevos inscritos, que "el partido del derecho y de las reglas" siguiese actuando. Y la acción del Pr se ha desarrollado según una directriz por partida doble; la activación, a partir del perímetro de los partidos laico-socialistas, de una gran fuerza capaz de hacerse protagonista de una reforma democrática de las instituciones, y la batalla en pro de una transformación del sistema electoral tal que ponga en entredicho la que el Pr denuncia como ocupación partidocrática de la cosa pública.
Algunas cuestiones con respecto a estos temas:
1) Hasta qué punto el análisis anterior era o sigue siendo válido?
2) en qué medida las decisiones del Pr han sido consecuentes a la misma, o en cualquier caso adecuadas con respecto a la situación italiana?
3) algunos acontecimientos han modificado el marco de la situación italiana tal y como se presentaba en el momento del último congreso radical: el resultado electoral; el empobrecimiento de la hipótesis de la fuerza laica que mencionaba anteriormente; la eliminación prácticamente de la agenda política de la propuesta radical de reforma válidas para solidificar la posición de los partidos en las instituciones; la campaña referendaria (cuyo resultado se desconoce todvía en el momento en el que se redactan los presentes apuntes), que ha supuesto un nuevo, gravísimo salto de calidad en el desconcierto organizado de la información política y por lo tanto de todo el proceso democrático, mientras que ha permitir que brotase - bajo el liderazgo de Scalfari (1)- un proyecto de redistribución del poder que se basa en una utilización diametralmente a la anhelada por el PR de la protesta antipartidocrática y de la crisis de los partidos inducida por la degeneración de la partidocracia; por último, el resultado de los re
feréndums. Qué consecuencias comporta todo ello para los radicales?
4) Más en general, qué perspectivas se abren en el contexto italiano para una fuerza radical que no acepta para sí una función de mera gestión de un pequeño espacio minoritario en el marco de los equilibrios de la actual constitución material, sino que considere no traicionarse a sí misma sólo si logra utilizar los márgenes de "actuabilidad política" que sabe conquistarse para dar pasos significativos e incisivos hacia la conquista de la democracia de derecho? Y qué "forma partido" puede ser la más adecuada con respecto a este objetivo
II. El Pr lleva inscritos en su historia, en su planteamiento tradicional y en su estatuto las características de una fuerza política programáticamente no nacional. Siempre ha rechazado las lógicas nacionales, la dimensión sólo o predominantemente nacional de la batalla política, la idea misma de una soberanía nacional al reparo de la que sea lícito violar los derechos fundamentales de la persona, reivindicando un principio de tutela de dichos derechos, en todas partes y en cualquier caso, superior al de la independencia nacional. Para afiliarse al partido no ha pedido nunca el requisito de la ciudadanía italiana; y ha tenido hasta un secretario nacional no italiano. Pero ha sido sobre todo en los últimos años, a partir de la "batalla no italiana", librada básicamente en Italia, contra el exterminio causado por el hambre, cuando los radicales han asistido a un aumento de su propia conciencia de las dimensiones no nacionales de las grandes decisiones políticas, y de ahí de la dramática inadecuación de una for
ma de actuar política restringida a ámbitos, a ópticas y a dimensiones nacionales, como la que necesariamente se realiza a través de los partidos nacionales.
De esta manera - considerando la incapacidad de responder a estas exigencias por parte de las llamadas internacionales, irrelevantes lugares de encuentro entre los partidos nacionales - el Pr ha decidido promover en los hechos, y no sólo a nivel teórico, de afirmación de principio, su constitución en auténtico partido transnacional. En su último congreso ha afirmado que sólo una dimensión semejante ha supuesto la realización de la acción política radical.
Más todavía que los aspectos relativos a la situación italiana, este tema domina las preocupaciones de los radicales en esta fase de preparación del congreso del partido, tanto por la dificultad objetiva de recoger adhesiones a un proyecto semejante fuera de Italia, en donde el pasado y el presente del PR son obviamente poco conocidos, como por los problemas de todo tipo que se plantean aunque sólo sea para concebir una empresa tan radicalmente nueva.
El primer interrogante de fondo a este respecto, concierne obviamente el consenso o no con respecto a la exigencia de dar vida a una fuerza política transnacional. A partir de ahí otros muchos se plantean, que han sido diversamente objeto de debate en el seno del PR a lo largo de los últimos meses. Entre ellos:
1) Qué espacios efectivos de acción política, y por lo tanto qué posibilidades efectivas de constituirse como fuerza política real, puede tener un partido transnacional, que no tenga un ámbito institucional definido en cuyo margen operar, es decir un lugar en el que dar desahogo político a través de los mecanismos de la democracia a las instancias de las que se hace portador?
2) Una hipótesis de respuesta a la pregunta anterior indica que el Parlamento europeo es el ámbito institucional supranacional que puede representar actualmente la referencia del partido transnacional, cuya primera tarea a este respecto consistiría en luchar para conquistar para el Parlamento europeo poderes efectivos de Asamblea constituyente de los Estados Unidos de Europa, en la perspectiva spinelliana (2) con la que se ha identificado siempre el PR. Qué caminos se pueden recorrer para dar efectualidad política a esta indicación en un contexto europeo global que actualmente se presenta muy poco alentador desde este punto de vista? Se puede recorrer de forma útil el camino de la promoción de los referéndums consultivos (3) sobre e confiar los poderes constituyentes al Parlamento europeo a elegir en 1989?
3) En qué medida la instancia federalista europea coincide o se integra con la de una democracia de derecho supranacional?
En el marco de los equilibrios mundiales actuales, la eventual unidad europea no tendría más que el significado de un espacio de democracia y de derecho supranacional, el de un nuevo, verdadero Estado nacional, adecuado a las exigencias de la confrontación entre los "verdaderos" Estados nacionales actuales, las superpotencias, superando la dimensión de Estados "regionales" políticamente incapaces de auténtica independencia, que es lo que son actualmente los Estados europeos? Es compartible y plausible la hipótesis de restarle este carácter a la creación de la unidad europea, convirtiendo en centro promotor de un proceso de federación abierto a todos los Estados de democracia política, incluso al margen del área geográfica europea, y por ello un instrumento para reforzar, hacer crecer y suscitar áreas de democracia política incluso en el Tercer Mundo?
4) Para el partido transnacional, qué relación tiene que existir entre la acción política a nivel precisamente transnacional y la que sus miembros llevan a cabo en cada una de las realidades nacionales? Es decir, por ejemplo, el partido transnacional puede (y debe) participar en cuanto tal en las elecciones nacionales, haciéndoles la competencia a los partidos nacionales constituidos, o por el contrario tiene que quedar al margen de esta posibilidad para privilegiar n carácter transpartídico, es decir un lugar de encuentro a partir de objetivos comunes de carácter transnacional incluso entre militantes de partidos distintos? En este último caso, qué formas puede asumir la participación de sus miembros en la vida política nacional: la no presencia electoral, la presencia en listas de otros partidos? la presencia con listas autónomas sin la sigla del partido transnacional? En particular, para un partido como el radical, que por el momento existe y está arraigado en un sólo país, Italia, el hecho de constitu
irse como partido transnacional comporta que se debilita el compromiso a partir de temas nacionales, única vía para otorgar la necesaria prioridad a la dimensión transnacional, de lo contrario condenada siempre a la fuerza a quedar relegada a un segundo plano?; o por el contrario requiere que nada se disperse de la fuerza conquistada en el escenario nacional, es más que sea un crecimiento suyo porque sólo a partir de este único dato de fuerza política se posee la esperanza de lograr dar vida a un partido capaz de acción transnacional política efectiva?
5) Qué temas "transnacionales" se pueden afrontar hoy por hoy con la esperanza de eficacia política de manera que aumente, o es más que empiece a constituir realmente, un partido transnacional?
6) El actual Pr puede ser el "lugar de fundación" del partido transnacional sin mediaciones? Es posible que alrededor del mismo, mediante las inscripciones individuales, se agregen fuera de Italia energías adecuadas, por calidad y cantidad, por capacidades dirigentes y de iniciativa, al objetivo que el Pr se ha establecido? O tal vez se actuaría mejor promoviendo la federación internacional de organismos ya existentes? En ese caso, cuáles? Y de qué manera se evitaría el peligro e dar vida a una nueva impotente internacional entre partidos nacionales, dominados por sus ópticas y urgencias nacionales? En el marco de esta problemática, qué efecto puede tener la función de liderazgo de Marco Pannella, que tanto ha pesado en la historia y en el carácter del Pr en Italia?
7) El plantearse como partido, y no como liga o movimiento, a nivel transaccional, constituye un momento de fuerza y de claridad, o por el contrario de debilidad y confusión?
8) En qué medida el conjugar la tradición, la praxis, el pensamiento y la ética de la no violencia con los de la democracia liberal es útil, o necesario, o esencial, para dar vida a un partido transnacional eficaz de la democracia y de los derechos de la persona?
N.d.T.
(1) SCALFARI EUGENIO (Civitavecchia 1924) periodista, director del "Espresso" (1966-68), fundador y director del periódico "La Repubblica", desde 1976.
(2) SPINELLI ALTIERO . (Roma 1907 - 1922). Encarcelado durante el fascismo (desde 1929 hasta 1942) por sus actividades antifascistas, pues fue líder de las juventudes comunistas. En 1942, escribió con Ernesto Rossi, uno de los fundadores del Partido radical, el Manifiesto federalista de Ventotene, en el que se afirma que sólo una Europa federal podrá vencer definitivamente los peligros de un retorno de las guerras fratricidas en el continente europeo. Al final de la guerra fundó junto a Rossi y Eugenio Colorni, entre otros, el Movimiento federalista europeo, y después pasó a ser miembro de la Comisión europea, siguiendo de cerca y criticando la evolución de las estructuras comunitarias. En 1979 fue elegido diputado en el Parlamento europeo por las listas del Partido Comunista Italiano (PCI), y se convirtió en el cerebro del proyecto de tratado que fue posteriormente adoptado por el Parlamento europeo en 1984 y más conocido como "Proyecto Spinelli".
(3) En Italia los referéndums pueden ser abolitivos.. Cuando son referéndums populares, es decir cuando son los ciudadanos los que solicitan la celebración de los mismos, es necesario recoger 500.000 firmas cada una de ellas compulsada por un notario. Las firmas suelen ser recogidas por voluntarios. Los italianos ponen mesas por las calles y las plazas. Tras la recogida de firmas, el Tribunal de Casación examina la validez de las mismas (es decir que cabe prever un margen de seguridad de otras 200.000 firmas). Después el Tribunal examina la validez de las peticiones referendarias.