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Tortora Enzo - 12 gennaio 1988
Querido Pannella, no dejes de ser padre para convertirte en patrón
Tras el congreso del PR

Enzo Tortora

Al diputado Enzo Tortora, ex presidente del Partido radical, le hemos preguntado qué opina del reciente congreso de Bolonia.

SUMARIO: Hablando del Congreso del Pr de Génova (2-6 de enero de 1988) que ha decidido transformar el partido en un sujeto transnacional-transpartídico así como su no participación en las elecciones, Enzo Tortora lamenta los comentarios sarcásticos con respecto a aquellos que, como él, no han compartido las decisiones del congreso. A este propósito recuerda que había propuesto, junto con Mauro Mellini, aplazar la decisión de renuncia, "aquí y ahora", a las posibles elecciones, por motivos de prudencia y para no cortar todos los puentes tras haberlos cruzado. Por lo que se refiere a la discrepancia manifestada por Pannella con respecto a la moción del congreso presentada y defendida por el resto del "grupo dirigente", Tortora afirma que era históricamente necesario llegar a una ruptura con el líder radical, ganar márgenes de autonomía indispensables para todos aquellos que "no han sido nunca súbditos, sino valiosísimos compañeros a partir de hoy más adultos".

(AVANTI!, 12 de enero de 1988)

No poseo ningún título, al margen de un carnet de 1988, para hablar de las cosas radicales. He sido presidente del partido (1) a lo largo de uno de los acontecimientos y de las batallas tal vez más hermosas y exaltantes de la inagotable fantasía política radical sobre los grandes temas de la justicia y de los derechos civiles. Digo inagotable y, confío, inagotable todavía. Ha sido un congreso, más allá de los eslóganes facilones, sumamente importante. Bajo ciertos aspectos, incluso doloroso y traumático, pero importante. Ha sido, bien mirado, el eterno enfrentamiento entre el vuelo de la utopía, entre la generosidad (indiscutida e indiscutible) del Gran Proyecto transnacional, y la llamada a la prudencia, a no abandonar, sic et simpliciter, las posturas con tanto trabajo adquiridas, los instrumentos, por pocos e insuficientes que sean, que nos han permitido memorables batallas entre los ciudadanos y en el Parlamento. Es una presencia, imborrable, en la memoria histórica y en el agradecimiento de la gente.

Sin embargo, he escuchado, con dolor, comentarios sarcásticos, como "radicaldemócratas", "radicalparlamentarios": había llegado nuestra hora, la hora melancólica de los "socialfascistas", del "renegado Kautsky", del "traidor Silone (2)"? Yo creo que todo italiano está en deuda con el partido radical por las libertades civiles de las que actualmente goza: creo que esto es algo que los italianos saben perfectamente. Incluso nuestros más feroces adversarios se ven obligados a admitirlo, aunque sea a regañadientes. Precisamente por eso me preocupa tanto y me causa dolor la imagen que puede acabar dando de sí el partido. He presentado en el congreso (totalmente aislado, con el compañero Mellini) dos enmiendas a la moción ya "moderada y moderadora" del grupo dirigente. Fueron rechazadas: con un margen sólido, sin embargo, de cerca del 40 por ciento. Qué es lo que pedíamos? Sencillamente que no se renunciase inmediatamente a las posibles elecciones italianas y europeas, que no se vinculase, con mentalidad elástic

a, a tres mil inscritos extranjeros, la mismísima supervivencia del Gran Diseño. Era una preocupación que consideraba, y sigo considerando, legítima.

Eran enmiendas preocupadas, que pretendían sobre todo querer salvar lo salvable antes de "desarmarlo todo". No hemos ganado, es del dominio público, y tal vez sea acertado. Pero, en cualquier caso, cabía preguntarse, al final (aunque esta terminología futbolista es bastante fútil) quién había, realmente, "ganado". Tal vez nadie: pero el grupo dirigente había captado evidentemente, en el estado de ánimo del congreso, esta exigencia de realismo, de prudencia, de exaltación en el cortar los puentes, todos los puentes, una vez cruzados, tras el gran paso hacia adelante, tras la gran diáspora transnacional que, en un partido como el nuestro, podía acabar limitándose a un episodio sin más de nomadismo o, en caso de que no estuviese apoyado por una concreta estrategia con otras fuerzas europeas, incluso de un auténtico y estéril vagabundear. Que el "Emperador" haya muerto, esté herido, o vivito y coleando, presente o ausente, que gobierne con la ausencia o se ausencie con la presencia, es materia folklórica y de co

lor al margen del congreso: puede ser un buen "titular" para ciertos periódicos, pero no es ni mucho menos el auténtico corazón del problema. Marco Pannella puede decir, y con razón, que él "inventó" el partido radical. Podría sostener, si quisiera, en un momento de malhumor o de cansancio (más que justificado, en un hombre que se dedica a la política desde hace veinte años «y vaya política!) que lo quiere cerrar. Que no quiere "seguir jugando". Pannella tiene derecho también, reconozcámoslo, a la náusea y al cansancio. En la temporada de sus y de nuestras más grandes, indiscutibles victorias (referéndum/elecciones que han visto surgir ese veinte por ciento de fuerzas laicas que podían, y creo yo podrán seguir siendo el polo de agregación de las dos grandes áreas que constituirán el juego de una alternativa finalmente seca y clara) recogimos los frutos amargos, exclusiones incomprensibles, dudas que alejaban el gran proyecto. Cierta "frialdad" socialista, por qué negarlo, nos ha desilusionado y en parte amar

gado. Pero son precisamente estos los momentos en los que es necesario no dar el brazo a torcer, es necesario jugar con la baza de la prudencia, y no de rumbosas generosidades ante el obstáculo.

Todo eso, yo creo, ayudará en definitiva a la nueva clase dirigente del partido: el escalofrío, el primero, del "sí pero" dirigido al llamado Padre, se advirtió ya perfectamente durante el congreso, se respiraba en el aire. Y esto era históricamente necesario. Tal y como se ha advertido, y era natural, que a este Padre, que posee más fuerza y carisma que todos, se le sigue mirando con inmutado respeto y confianza profunda: pero, precisamente con márgenes de autonomía que son actualmente indispensables y que, estoy convencido, el mismísimo Pannella en el fondo está deseando. Creo que la satisfacción más grande que Pannella (y con él todo el partido) la ha obtenido del tono generalmente de elevado nivel de calidad que los comentaristas más serios han utilizado opinando sobre el congreso y sobre la propuesta de Marco. Hemos logrado, al menos una vez, sólo con la fuerza de las ideas, y de las propuestas, a poner en minoría incluso a la mastodóntica, equívoca, fastidiosísima presencia de la señora Staller (3): un

"error" ha dicho alguien. Sí, pero un error de infravaloración muy caro y muy preocupante y demasiado tarde admitido.

El tiempo es por suerte no sólo un caballero, sino a veces una gentil dama. Y devuelve y devolverá poquito a poquito a cada cual a sus dimensiones reales. De la verdadera política, o de la patética caricatura saprofita. Creo que mi partido sencillamente ha adelantado los temas y los dilemas que serán, a partir de mañana, los argumentos, los nudos y las metas inevitables de todas las fuerzas políticas italianas. Cambiar desde dentro, transformarse, abrirse al mundo. Una vez más, los primeros, y con lógica trabajera, lo hemos dicho en Bolonia. Y no es poco mérito: para el Emperador, y para los que no han sido nunca súbditos sino valiosísimos compañeros a partir de hoy más adultos.

N.d.T.

(1) TORTORA ENZO . (Génova 1928 - Milán 1988) Periodista y famoso presentador de televisión italiano, arrestado por presunto tráfico de droga. Electo en el Parlamento europeo (1984) en las listas radicales, sufrió un famoso proceso en el que fue condenado y posteriormente absuelto en segunda instancia. Motivo y símbolo de la más importante campaña radical para la reforma judicial.

(2) SILONE IGNAZIO . Pseudónimo de Secondo Tranquilli (Pescina dei Marsi 1900 - Ginebra 1978) escritor. Uno de los fundadores del Partido comunista, del que se separó en 1930. Entre sus obras, cabe destacar: "Fontamara", "Pane e vino", "L'avventura di un povero cristiano".

(3) STALLER ILONA . (Elena Anna). (Budapest 1951). Más conocida como Cicciolina, artista porno, electa por la lista radical en 1987.

 
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