Marco Taradash
("LOS COSTES DEL PROHIBICIONISMO DE LAS DROGAS" - ACTAS DEL COLLOQUIO INTERNACIONAL SOBRE EL ANTIPROHIBICIONISMO -Bruselas 28 septiembre - 1 de octubre 1988 - Ed. Partido Radical)
El Coloquio de Bruselas y los informes que presentamos a continuación, lo confirman: el tráfico de droga es un arma que apunta hacia todo el planeta. Lo reconocen documentos oficiales de distintos gobiernos, sondeos realizados por la Comunidad Europea y los informes del Organo de control de estupefacientes de la Onu. Actualmente en nuestro planeta, los enormes capitales que la criminalidad organizada obtiene de la industria de la droga se han convertido en fuente de violencia, corrupción y degradación social, y al mismo tiempo, se han convertido en un gravísimo obstáculo para el desarrollo de las potencialidades de las zonas más pobres del planeta y de las situadas en el seno de los países industrializados. Los beneficios de la droga son tan altos que con el balance de tres o cuatro años de esta industria se podría saldar la deuda exterior de los países en vías de desarrollo, que asciende aproximadamente a mil doscientos trillones de dólares. Y sin embargo, ningún gobierno ha tenido hasta el momento presente
el sentido común, no sólo de modificar la política de prohibición del consumo y del comercio de las drogas, sino ni tan siquiera de analizar seriamente los resultados.
En los informes y en las intervenciones de médicos, sociólogos, filósofos, economistas, jueces, policías y psquiatras procedentes de los EEUU, Canadá, Australia, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, España, Holanda e Italia, y a lo largo de las cuatro fases diarias de discusión general, en Bruselas, se ha gestado una perspectiva política concreta de reforma. La discusión ha sido abierta, se han confrontado posiciones distantes, y gracias a ello nos es posible indicar algunos puntos estables a partir de los cuales podemos trabajar de ahora en adelante para lanzar una gran campaña antiprohibicionista internacional.
Es decir:
a) el efecto de legalizar la producción, el comercio y la venta de las drogas actualmente prohibidas, desde la marihuana hasta la heroína, la cocaína, consistirá en hacer bajar el precio un 99%, lo cual presupone que las organizaciones criminales se excluirán inmediatamente del tráfico;
b) el Estado se deberá encargar de fijar los impuestos correspondientes para desalentar el consumo y garantizar al mismo tiempo la calidad de las sustancias de manera que se reduzca al mínimo los efectos dañinos para los consumidores, incluida la infección del SIDA u otras enfermedades;
c) la condición de los tóxicodependientes sufrirá una modificación inmediata ya que no se verán obligados - tal y como sucede en la actualidad - a llevar una vida violenta y a convivir con el mundo del crimen, su problema se podrá afrontar desde una perspectiva médica, psicológica o social más humana y eficaz;
d) la mafia internacional recibirá un golpe que ni tan siquiera la coalición de todos los ejércitos de Oriente y Occidente podrían imponer en la actualidad, perdiendo repentinamente la fuente esencial de su riqueza y la causa de su invencibilidad;
e) una vez roto el espiral del beneficio, cesará súbitamente la propaganda subterránea que, a través de cientos de miles de vendedores al por menor, es el más fuerte incentivo imaginable para la difusión de las drogas pesadas en la sociedad y para el aumento del consumo personal;
g) librará a las fuerzas del orden y a la magistratura del peso de estos delitos permitiéndoles automáticamente que puedan utilizar la eficacia y la capacidad de intervención para velar por la seguridad ciudadana;
h) pondrá a disposición de campañas de disuasión como así mismo para la recuperación de toxicómanos sumas astronómicas que actualmente se gastan en una caza inútil;
i) pondrá punto final a la situación de "emergencia" internacional que incide de forma cada vez más dañina en las formas del estado de derecho, y que ha originado leyes que cada vez respetan menos los derechos humanos (empezando por la imposición de la pena de muerte en muchos Estados que la habían abolido), las garantías de los procesos y las libertades jurídicas.
Este volúmen sale a la luz - gracias al trabajo de Barbara Roffi y Maurizio Turco y a la generosidad no sólo, sino también, financiera de Laura Arconti y Laura Terni - mientras en Italia el Gobierno prepara la puesta en vigor de leyes más represivas. Estas harán que la criminalidad organizada, tal y como sucedió en Estados Unidos, sea más feroz y más potente, y, proclamando la prohibición absoluta del consumo, harán que la vida de los toxicómanos, y la de los demás, sea más cruda. Normas inaplicables a gran escala, como las que prescriben el castigo al consumidor incluso cuando se trata de sustancias ampliamente difundidas y socialmente toleradas como el hachís y la marihuana, provocarán, incluso aplicando sólamente una mínima parte de ellas, más árbitros, de Policía o de Magistratura, y al mismo tiempo harán que la funcionalidad, que ya en la actualidad se ve comprometida, de las fuerzas del orden y la administración judicial entre en crisis.
Nosotros sabemos que la oposición a la locura represora sólo puede pasar a través de la iniciativa social y política a nivel transnacional. Un objetivo que el Parido radical y el Cora sólo podrán conseguir con el apoyo, la contribución, la iniciativa y la confrontación con vosotros que leeréis estas páginas.