Luigi DEL GATTO

("LOS COSTES DEL PROHIBICIONISMO DE LAS DROGAS" - ACTAS DEL COLLOQUIO INTERNACIONAL SOBRE EL ANTIPROHIBICIONISMO -Bruselas 28 septiembre - 1 de octubre 1988 - Ed. Partido Radical)

Cuando hace menos de un año decidimos fundar el C.O.R.A. (Coordinación Radical Antiprohibicionista) llevábamos a nuestras espaldas la experiencia de la que hace poco hablaba el secreatrio del Partido radical Sergio Stanzani: de las propuestas de Marco Pannella sobre la necesidad de legalizar la droga, desde su acción de desobediencia civil fumándose un porro en público, hasta el hecho de que el consejero Angiolo Bandinelli y del entonces secretario del Pr Jean Fabre regalasen porros a las autoridades administrativas.

Han sido experiencias encaminadas a abrir el debate político y científico sobre el problema de la droga.

Contábamos con un bagaje de información precisa, detallada e incluso preciosista de Giancarlo Arnao, al que quiero dar las gracias no sólo como muestra de gratitud sino también porque su obra caracteriza el encuentro que estamos celebrando.

Este es un encuentro de hombres con trayectorias distintas: hombres de acción científica, hombres de acción política, hombres de acción profesional, que llevan a cabo, de esta manera, ese coloquio, ese diálogo que ha menudo ha entrado a formar parte del ensayo de manera redundante y poco concreta. Aludo al eterno debate entre ciencia y gobierno, entre las dos culturas, entre ciencia y poder que nos recuerda Thomas Szasz en su informe. Desgraciadamente hoy no está entre nosotros.

Contábamos con estas experiencias, cuando, como CO.R.A. tomamos la decisión de convocar este coloquio con la pregunta: Cuáles son las características del fenómeno de la droga, a caballo entre los años 80 y 90?

En estos últimos meses hemos formulado esta pregunta a los distintos colegas que hemos visitado, a los individuos o grupos desde Holanda hasta Inglaterra, hasta Estados Unidos, desde el "European Movement for the Normalization of Drug Policies" de Rotterdam a la "Drug Policy Foundation" de Washington.

Me complace comunicarles al respecto el mensaje de saludo que me ha rogado enviarles Arnold Trebach, presidente de la Droug Policy Foundation, al que le ha sido imposible abandonar Washington porque precisamente en el día de hoy se celebra un "hearing" del Congreso Americano al que ha sido invitado. Me ha indicado que subraye el hecho de que "nosotros trabajamos juntos" y que nuestras conclusiones serán tema de reflexión en el próximo encuentro en Washington. Así mismo, ha insistido en la importancia, de la que ya habíamos hablado en ocasión de nuestro encuentro en la ciudad de Londres, de superar las dos orillas del Atlántico, convocando un congreso mundial en el que estén presentes los representantes del Tercer Mundo.

Es una reflexión que, a mi parecer, debemos tener en cuenta porque, por cuanto trivial pueda parecer, hemos de proponerla continuamente. No es mera coincidencia que las drogas que definimos "ilegales" son las que se originan en el sur del planeta.

Así pues, inicia el debate con esta indicación de Trebach, recogiendo su invitación que considero muy acertada.

El encuentro de hoy es la primera etapa de una cita que continuará el 20 de octubre en Washington, para encontrarnos en una tercera ocasión, que será posible posible siempre y cuando lleguemos a conclusiones operativas para abrir una campaña sobre las necesarias reformas de la política de la droga.

Esta es nuestra agenda de trabajo.

Cuáles son los puntos de la reflexión que se ha llevado a cabo a lo largo del presente año de actividades y de encuentros?

El punto clave que aparece en la mayoría de los informes como término asociado a la problemática de la droga es el siguiente: el prohibicionismo.

En realidad la gente corriente utiliza a menudo esta palabra. Dicho término forma parte del orden moral, de lo que es justo y lo que es sano. Pero si lo analizamos, nada más correr el velo, se presenta asociado a la criminalidad organizada, internacionalmente activa, tecnológicamente avanzada, capaz de producir, transportar y distribuir su mercancía.

Es entonces cuando Georges Apap suscita en su informe la siguiente polémica: »las drogas no están prohibidas porque son peligrosas, sino que son peligrosas porque están prohibidas

Es la misma ambigÜedad "del problema sobre la droga o, como suele decirse de la droga" de la que parte el filósofo español Savater para desarrollar sus diez tesis sociopolíticas sobre el significado ideológico de la "persecución de la droga" para alcanzar el punto final:»nuestra cultura, al igual que las otras, conoce, usa y busca la droga. Se halla en la educación, en el desasosiego y en el proyecto vital de cada individuo la capacidad de decidir qué droga utilizar y cómo utilizarla. El papel del Estado no puede ser otro que el de informar, lo más completa y racionalmente posible sobre cada producto, controlar la producción y la calidad y ayudar a los que así lo deseen o a los que estén perjudicados por dicha libertad social

Cómo se aplica el prohibicionismo?

"La principal característica de la política antidroga de todos los países que han ratificado las convenciones ONU es la decisión de confiar al sistema policial y judicial la respuesta a los problemas causados por la droga". Es la denuncia del psiquiatra holandés Sengers que propone entre otras cosas "organizar conferencias científicas sobre la validez y los principios decisionales con los que el OMS evalúa las drogas y las sustancias".

Arnao, experto italiano, interviene en el proceso de burocratización y de falsificación de la comisión científica de las distintas agencias de la ONU, incluso de la OMS, y analiza como toda una serie de palabras clave para justificar la normativa del control internacional "abuso", "uso no-médico", "narcótico", "sustancia psicótropa" no encuentran nunca una definición unívoca.

Alrededor y gracias al prohibicionismo se crea la criminalidad organizada que, por sí sóla, determina el mercado y el consumo de la droga. Así lo afirma el sociólogo napolitano Lamberti en su informe. Así mismo, el prohibicionismo provoca la disgregación social tal y como documenta el etnógrafo "de camino" Roger Lewis. O la transformación de los problemas penales tal y como afirma el criminólogo italiano Savona en su informe.

Surge la pregunta: » Más prohibicionismo? Costes y beneficios que no es simplemente el título del informe de Reuter, economista de la Rand Corporation, sino que es la pregunta de fondo de este coloquio.

Concluye diciendo: "La imagen de una guerra contra la droga, un tópico en los discursos gubernamentales a todos los niveles, despista, crea ambigÜedad, da la impresión de fáciles victorias y de búsqueda de enemigos. En cambio, lo que se necesita es la creación de instituciones estables, capaces de poner en práctica programas y estrategias a largo plazo."

Pero los costes no son sólo económicos sino también de derecho, tal y como examina Ripollés, profesor de derecho y decano de la Universidad de Málaga; posee implicaciones médico-sanitarias, tal y como afirma la psiquiatra belga Roelandt; influye en las relaciones internacionales, tal y como asevera el General Viviani.

Marie A. Bertrand, criminóloga de la Universidad de Montreal y miembro de la comisión canadiense del "Informe sobre el Prohibicionismo" afirma explícitamente en el título de su informe que el prohibicionismo es inmoral, hipócrita e ilegítimo. Indica cuales son los grupos que apoyan el prohibicionismo: los distintos cuerpos especiales de la policía, los mismos médicos, la industria farmacéutica, los industriales del alcohol y del tabaco.

Si el prohibicionismo además de ser ineficaz es inmoral cabe acoger el llamamiento de Thomas Szasz para que "cese la guerra más larga del siglo XX: la guerra contra la droga". Y concluye: "ya ha durado más que la primera y la segunda guerra mundial y más que la guerra de Corea y del Vietnam y no se disvisa el final. dado que se trata de una guerra contra el deseo humano, no se puede vencer de ninguna manera".

Ir más allá del prohibicionismo.

"Por motivos económicos", escribe Stevenson, del departamento de Economía de la Universidad de Liverpool,, "por necesidades policiales" asevera Sánchez, funcionario del cuerpo de policía español, por instancia de problemas legales que de lo contrario serían irresolubles, tal y como afirma Carmena Castrillo, abogada española.

Cuáles son las vías alternativas?

Indica algunas Bruce Alexander, psicofarmacólogo de la Universidad de Vancover, que prefiere las vías locales en donde se pueden desarrollar mejor los controles sociales, o bien según un método pragmático, tal y como afirma Peter Cohen psicosociólogo de Amsterdam.

Grispoon, psiquiatra de la Universidad de Harvard, lanza la propuesta concreta del sistema de impuestos, para cubrir la llamada "tarifa del crimen", en proporción al daño potencial de cada droga, lo cual induciría a usar drogas menos peligrosas.

Existe una constatación general y es que el prohibicionismo se debe analizar, criticar y superar. Las propuestas se refieren a reglamentos, impuestos y prescripción.

Tal vez sea la paradoja de los antiprohibicionistas convencidos el hablar de reglamentación, impuesto y prescripción, las características de la que se considera primera ley prohibicionista, el Harrison Act de 1914.

Es una paradoja que hay que afrontar y que merece nuestra consideración porque probablemente las alternativas consisten en detectar y superar los errores de los prohibicionistas en los últimos setenta años, empezando por la primera paralización que sufrió la ley de Harrison, en 1919, por parte de la Corte Suprema Americana, cuando afirmó que la heroína no estaba prescrita para fines médicos cuando éstos se la daban a los tóxicodependientes.

Así pues, el coloquio se abre con un abanico de preguntas, os invito a darnos las respuestas y os doy las gracias.