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Castrillo Manuela Carmena - 1 febbraio 1989
EFECTOS SOCIALES DEL PROHIBICIONISMO
Manuela CARMENA CASTRILLO

ESPAÑa - Abogado durante 12 años, actualmente juez. Muy activa en los movimientos de oposición durante la España franquista, muy comprometida con el derecho al trabajo y los derechos polìticos. Miembro de la asociaciòn "Jueces para la democracia", ha publicado distintos ensayos entre los que figura "Posibilidad de concebir los jueces de forma distinta".

SUMARIO: El sistema de prohibiciòn en materia de drogas produce principalmente las siguientes consecuencias:

1) la no aplicación masiva de la ley;

2) una marginación creciente de incividuos que no debieran ser, normalmente, considerados delincuentes;

3) un desarrollo creciente de la inseguridad ciudadana;

4) una demanda de represión y control. La conjunción de estos factores está despojando la democracia de su contenido creándose, así, las estructuras de un estado policial. Una legislación alternativa se impone, ésta debiera considerar que todo lo concerniente a la vida privada no puede reglamentarse.

Me ha parecido principalmente interesante en este coloquio poder intercambiar experiencias más que opiniones, puesto que creo que todos los que hemos venido aquí compartimos de entrada una idea contra el prohibicionismo. Por tanto, creo quizás que lo más interesante es que intercambiemos experiencias, que intercambiemos reflexiones sobre las situaciones en nuestros diferentes países sobre este problema, para poder construir mejor una alternativa. Efectivamente, como dijo el presidente, yo soy magistrado en España, y en este momento en madrid, y os puedo decir que la regulación de la droga, la legislación que castiga esta situación, creo que es especialmente peculiar. Esto me lleva a poderos ofrecer una reflexión que vendría a añadir a todo lo que hemos dicho y a algo más. Yo creo que una legislación prohibicionista no sólamente es negativa contra los derechos humanos, injusta, cruel, etc. Es fundamentalmente y principalmente inútil. Yo creo que esto es el punto de partido más esencial. Hasta tal punto es así

que, en coloquios con autoridades en mi país, han de reconocer las personas que mantienen la necesidad de la prohibición, que es tan inútil la legislación actual, que simplemente en los debates acaban diciendo: "sería todavía pero la situación si hubiera permisividad". Pero nadie se atreve a mantener que la situación no es mala, profundamente mala, desastrosa.

Me ha resultado curioso intercambiar ya en lo que he podido leer, la diferente constatación de que en otros países, por ejemplo en Francia o aquí mismo en Bruselas, resulta cstigada por la ley la simple posesión de droga aunque esto sea parte del consumo. Este no es el caso de mi país. Curiosamente, nuestra democracia española, como conocéis, es un tanto reciente. Y por tanto, en los años primeros de la democracia, y al acceder al gobierno el Partido Socialista, hubo una gran campaña de prensa que dio a entender que se había permitido y se había liberalizado la utilización y el consumo de las drogas que llamamos blandas, de las drogas suaves. Esto no era verdad; pero hasta tal punto se desconoce la legislación por parte de los ciudadanos. Y digo esto, y después volveré a algo que me parece interesante para reflexionar, hata tal punto se desconoce las leyes por los ciudadanos, que una simple campaña de prensa hizo ver que existió una liberación cuando no era así.

La legislación tradicional del código penal español, aún en la época del franquismo, siempre consideró que igual que existía derecho al suicidio, existía derecho a la prostitución y existía dereho a la utilización de las drogas, aunque fueran negativas y significaran envenenamiento, muerte, etc. Por eso no cambió sensiblemente la legislación. Sin embargo, es cierto que cambió la actitud. La permisividad que significaba para un país sin democracia las nuevas leyes de libertad, hizo que hubiera un sentimiento de tolerancia que provocó sin duda un sentimiento de adhesión a la utilización de todas las sustancias que se pueden encuadrar dentro del término de las drogas. Creo sin embargo que affaires económicos hicieron que fuera España por tanto un mercado fácil para llevar drogas que quizás en otros países tenían menos fortuna. Y así nos encontramos que la heroína fue profundamente difundida principalmente en los barrios obreros, en las zonas industriales, que como sabéis soportaban la dura crisis económica que

han significado el final de los años setenta y el principio de los ochenta. Esto ha causado una realidad que es interesante recordar. En este momento tanto yo por mi experiencia como Magistrado Juez - como otros colegas -, os puedo decir que aunque no tenemos unas estadísticas exactas, porque no las hay, el noventa por ciento de las personas detenidas por haber cometido delitos contra la propiedad, atracos, robos con violencia en las personas, etc. etc., son heroinómanos, es decir personas en áreas deprimidas que utilizan la heroína y que no tienen otra manera de conseguirla que la de estar relacionadas con el mercado negro y por tanto el delito. Esta situación nos ha hecho a nosotros constatr que la regulación actual de la droga en el país es un enorme aliciente para la creación de ,ayores sectores de delincuencia.

Resulta curioso cuando hemos tenido charlas o pequeñas conferencias de divulgación en mi Asociación de Jueces u otras entidades, en barriadas, en escuelas, en universidades, la pregunta obligada de los intervinientes en el coloquio: Cómo es posible que si yo tengo derecho a consumir droga, no pueda obtener de ninguna manera legalmente ese producto? No hay más contestación que la de decir: la legislación es absolutamente estúpida, es completamente imposible de observar y de cumplir.

Qué ha significado ésto? Que forzosamente estamos obligando a que entren en el sector de la delincuencia - y por tanto de la marginación -, ciudadanos españoles que no desearían estar ubicados en esa marginación. Y esto yo creo que es enormemente importante, porque como os enunciaba algo antes ya, yo creo que esta larga y terrible lucha contra la droga está poniendo muchas de las instituciones democráticas en crisis. Y entre ellas yo creo sinceramente que está poniendo en cuestión el alcance, el papel y la funcionalidad de la ley como expresión de la soberanía popular. Por eso os digo que la marginalización, que cada vez se va extendiendo en sectores y ciudadanos que no tendrían porqué estar ubicados allí, viene a significar la importancia de replantear de nuevo este problema. Creo que es importante constatar que en las grandes urbes metropolitanas - y me parece que no debemos olvidar que el siglo veinte es un siglo urbano -, donde la ciudad ha tomado un papel y un espacio completamente relevante y pionero

frente a un pequeño pueblo, a la región agraria, etc, etc. Pues bien, hay que ser conscientes: en las grandes ciudades las leyes nunca se cumplirán verdaderamente si no existe un profundo convencimiento de los ciudadanos para el cumplimiento de las mismas.

Yo vengo escuchando, y mis compañeros que están aquí coincidirán, pero creo que esta problemática no es solamente española, la veo recogida en las películas americanas que constantemente vemos en nuestra televisión. La vemos en las películas francesas, en los telefilms, en las novelas... En este momento hay una demanda social de más policías, más jueces, más represión, porque existe una inseguridad ciudadana, existe un incumplimiento sistemático de las obligaciones tradicionales de respetar la propiedad, la vida, la integridad, etc. etc. Parece por tanto que estamos en una escalada, en una pirámide ascendente hacia más jueces, más cárceles, más control, más represión. Me quedaba yo verdaderamente espantada esta mañana cuando oía al compañero que hablaba de la felicitación del presidente americano porque había sido capaz de denunciar a su padre. Yo creo que un incumplimiento masivo de la legislación, y una demanda masiva también de organismos represivos y de control va poco a poco caminando a dejar sin conten

ido la democracia y a volver a estructuras de estados policíacos, de estados represivos.

Por eso yo creo que es importante que nosotros reflexionemos que las legislaciones que tienen un rechazo social importante, y que por tanto no son fundamentalmente cumplidas porque se consideren buenas y convenientes, no son acertadas instituciones para la democracia.

Dicho ésto, creo que debemos profundizar en cómo podemos ir diseñando lo que puede ser una alternativa al prohibicionismo. En esa medida creo que una alternativa exige una reflexión sobre cómo utilizar las técnicas legislativas. Y, dentro de eso, quisiera deciros que creo que una buena técnica legislativa en una sociedad democrática obliga a respetar el marco de la libertad individual de los ciudadanos sin regulación de ningún tipo. No se puede regular la vida privada, no podemos decir a una persona cómo tiene que organizar sus costumbres, su sexualidad, sus gustos dietéticos, su salud, su vida, etc, etc. Simplemente debemos establecer unos límites que respeten ese mínimo necesario de la integridad de las personas. Yo creo por tanto que una legislación que reconozca indiscutiblemente que no debe ser regulado todo lo relativo a esa vida privada, y que por lo tanto deben mantenerse esos marcos de libertad, hará psoible que la legislación sea consecuente y lógica y por tanto se pueda cumplir. Cuando en los deba

tes nos hacen esta pregunta de decir: si yo no puedo cumplir la ley, la ley para qué existe? Creo que es bueno contrastar esta pregunta con una experiencia que hemos tenido recientemente y que es buena para indicarnos por dónde puede ir el camino del mañana.

En la primavera pasada en Madrid, hubo modificaciones legales. Una llevando a cabo una modificación sobre las penas, agravándolas en un sentido muy importante para todas las operaciones de cultivo, tráfico, almacenamiento, mercantilización, etcétera, de la droga. A su vez también salió una disposición por la que se prohibía utilizar el tabaco en las oficinas públicas y en todos los lugares donde efectivamente hubiera público. Junto con estas dos leyes podemos decir que llevamos ya aproximadamente unos dos años o tres años con grandes campañas educativas, explicativas, respecto al mal que causa el tabaco. Cuál está siendo en este momento el resultado que ha dado por una parte una nueva legislación represiva, a pesar de estos matices, y por el contrario una interesante campaña explicativa de los males del tabaco? Muchas personas están dejando de fumar, pero no están dejando de fumar porque se les vaya a multar, con multas importantes, por hacerlo en lugares públicos. Yo os puedo decir que en concreto en mi of

icina, chicas jóvenes que trabajan en ella han pedido que se deje de fumar y se ha dejado de fumar, las personas que fumaban. Sin embargo, no ha sido necesario aplicar esa disposición por la cual se imponían multas de nada menos y nada más que medio millón de pesetas. Esto qué indica? Que una legislación de esas características seguramente nunca se cumplirá, nunca causará ningún efecto que no sea el de aumentar constantemente la burocratización legal, y otro que es más importante, y es que cualquier ley promulgada y vigente, aunque no se cumpla, puede en cualquier momento ser utilizada por la discrecionalidad de cualquier juez, puesto que es evidente que aunque una legislación haya caído en desuso puede ser aplicada singularmente y en perjuicio de esa persona. Me parece que el ejmplo es esclarecedor. Entiendo que hay que buscar una legislación que no sea prohibicionista y que sobre todo hay que convencerse de cuáles son los límites de la política legislativa. Porque si no señalamos bien estos límites podemo

s de nuevo estar utilizando la ley para lo que no debe ser utilizada. La ley no debe ser utilizada en mi entender para obligar a los ciudadanos a tener conductas uniformes, sino que debe ser desarrollada para permitir el ejercicio de la libertad de todos y cada uno de ellos, limitando simplemente aquellos puntos que signifiquen una colisión entre los derechos y los deberes de unos y otros. Por eso es que me parece tan importante que nosotros podamos ahora pergeñar ese diseño para el futuro, y sobre rodo creo que sería muy interesante para elaborar este trabajo para el día de mañana, el que hubiera una reflexión sobre la situación o la relación que esa situación sociológica tiene con las disposiciones legales que teóricamente la predeterminan y la configuran.

Muchas gracias.

 
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