Peter REUTERSUMARIO: Peter Reuter, "senior economist" de la "Rand Corporation" de Washington, una de las más importantes organizaciones de análisis de los fenómenos sociales, explica en una entrevista con el periódico italiano "Il Manifesto" como la represión de la droga no reduce su consumo sino que aumenta los beneficios.
("Número único" para el XXXV Congreso del Partido radical - Budapest 22-26 abril 1989)
En el año fiscal 1988, el presupuesto federal en este sector está previsto en 4 mil millones de dólares, de los cuales el 75% dedicados a la actividad de represión. El próximo año, este presupuesto global aumentará en 2,6 mil millones de dólares, casi todos destinados a la represión. A esta cifra hay que añadir las sumas adjudicadas a nivel local y estatal, que en 1986 ascendían a 4,4 mil millones de dólares. Añadamos otro par de millones para los gastos de funcionarios de la justicia y del sistema penitenciario y aproximadamente 800 millones de dólares para la prevención y el tratamiento. Un total de 12, 13 mil millones de dólares de los que sólo una pequeña parte está destinada a la prevención y a la asistencia de los toxicómanos. La mayoría se utiliza para la lucha contra los narcotrafiantes.
Los resultados no son alentadores. Desde 1981, año en el que se realizaron los mayores esfuerzos, las cantidades de cocaína confiscadas en la frontera o en el mar aumentaron desmesuradamente. De menos de una tonelada se ha pasado a las más de 40 confiscadas en 1987. Las embarcaciones apresadas aumentaron un 25%. Además el precio de la venta al por menor ha disminuido rápidamente de 600 dólares a 250 dólares por gramo. El hecho de que se confisquen mayores cantidades no implica que se reduzca la importación.
En varios lugares se ha propuesto la utilización del ejército en la guerra de frontera contra los traficantes, y el Departamento de defensa ha encargado a la Rand Corporation un estudio sobre esta hipótesis.
El senador De Concini, uno de los hombres que está a la cabeza de la guerra contra la droga ha propuesto incluso destinar el Sdi, el escudo estelar, para la lucha contra el narcotráfico. Nuestro estudio ha demostrado sin embargo que es extremadamente difícil reducir ni tan siquiera el 5% del uso de cocaína en nuestro país reforzando y endureciendo los instrumentos de la represión.