Juan AriasSUMARIO: Bettino Craxi acusa a Marco Pannella de llevar a cabo una acción en clave "antisocialista" con la maniobra del "Polo laico" y el desparrame de sus huestes por los distintos partidos: socialdemócratas, verdes y antiprohibicionistas.
(Juan Arias, "EL PAIS" 3 de julio de 1985)
A los 43 días de una crisis de gobierno que podría revelarse la más larga de la historia republicana, el secretario del Partido Socialista Italiano, Bettino Craxi, ha vuelto a poner todo patas arriba, afirmando que la situación es aún, si cabe, "más confusa" que hace mes y medio y que el verdadero obstáculo ahora es el líder radical Marco Pannella.
La cuestión es la siguiente: antes de las elecciones europeas había nacido el llamado polo laico o grupo federativo entre republicanos y liberales, dos partidos desde siempre aliados del Gobierno. Pero a dicho polo laico se había añadido el radical Marco Pannella, colocando así de algún modo a su partido más cercano al área gubernamental. Pero el jefe radical hizo una operación más astuta: a sus huestes las desparramó entre diversos partidos: socialdemócratas, verdes antiguos y modernos y antiprohibicionistas, es decir, a favor de la liberalización de las drogas. Y así, Pannella, obteniendo escaños para los radicales en todos estos partidos, fue el más favorecido. Craxi lo ha acusado de haber hecho dicha operación en clave "antisocialista" y le achaca el escaso aumento de los socialistas en las europeas.
En realidad, tampoco creció excesivamente el polo laico, al mismo tiempo que en el campo republicano se le acusó a Pannella de no haberse empeñado bastante en la campaña electoral.
Craxi afirma que su partido no entrará en un Gobierno en donde estén presentes ministros del polo laico, y que republicanos y liberales, si quieren seguir dentro del Gobierno, deben abandonar definitivamente a Pannella, ya que, según Craxi, los radicales son hoy una anomalía, ya que estarían al mismo tiempo en el Gobierno y en la oposición.
El líder republicano La Malfa ha contestado secamente a Craxi que si quiere aclaraciones, "que me telefonee". Por su parte, Pannella ha respondido que un partido con el 15% de los votos no puede dictar condiciones a los demás. Para la Democracia Cristiana es un problema porque sabe que sin Craxi no podría formar Gobierno, pero al mismo tiempo le cuesta sacrificar a dos de los más fieles aliados de toda la vida.