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Pannella Marco - 21 novembre 1989
En recuerdo de Leonardo Sciascia: Marco Pannella

SUMARIO: Pocas horas después de la desaparición de Leonardo Sciascia, Marco Pannella recuerda al hombre que dio a la luz "la dramática certeza de la palabra, de la libertad, de la ley, de la sabiduría y del amor posibles".

(Noticias Radicales nº248 del 14 de noviembre de 1989)

Con Leonardo Sciascia nos deja un hombre de otra época, esperemos futura. Leonardo Sciascia ha concebido y ha dado a luz, en la oscuridad de las democracias reales y de la desolación de nuestro siglo, la certeza necesaria a la vida, la dramática certidumbre de la palabra, de la ley, de la sabiduría y del amor posibles.

Sciascia ha cultivado con amor y dolor en nosotros, y en sí mismo, los Candides necesarios para la vida del Etnos y del ethos de nuestra época. Inocentes, dramáticamente libres y responsables, humildes y fuertes, ya no sólamente ingénuos y liberados, improbables y cínicos, como el gran prototipo de Voltaire. Y de su Diderot, al igual que de sus sicilianos, nos ha dado la sedienta e inagotable espera de una sociedad habitada por la tolerancia, la sabiduría y la nobleza así como del malestar de vivir.

Sciascia era, fue, es y será un maestro. Nos ha conducido a la bùsqueda, la suya, con la precisión del pasado y la del presente, con amor, con rigor, con vigor y con incomparable cultura y maestría.

Estoy oyendo desde Radio Radical, esta institución sciasciana en el método cuando no en la concienciación, y, a veces, en los logros, su voz. El atractivo de la dicción dubitatiba de su palabra segura hace de él un orador extraordinario. Estaba equivocado él, y tenía razón yo, al considerar que el amor me cegaba al decírselo.

Fue y es el más inteligente de los europeos de la política y en la política. Inmortalizó la aberración mafiosa, fue el primero y prácticamente el único, en nuestra literatura y en nuestra vida civil. Por ello fue y es el punto de referencia más férreo y el más iluminador de los legisladores posibles ante la sociedad y las instituciones antimafiosas, mafiosas y herederas de la mafia, de su cultura y de su prepotente, casi sagrada, intolerancia.

Sciascia advirtió que la ley, su certeza, la certeza de las reglas y la igualdad de todos ante la ley es el antónimo de la "pujanza" del mal, tanto si es "política" como "criminal". Y, hasta ayer, sintió sobre sí, sobre la imágen y sobre cualquier cuerpo de ésta, el desgarramiento de la lapidación de su verdad y de su identidad, en Palermo o en Roma, en todas partes, a través de la de su imágen.

Con Leonardo, nos deja y me deja la única persona a la que he acudido, seguro de poder hacerlo, para que me aconsejase, y para seguirle, en los momentos más difíciles de mi vida, y tal vez de la del país, o que por lo menos me lo parecían, hallando siempre comprensión y respuesta.

Ni nuestro Estado, ni las instituciones "literarias" del mundo, han honrado - como podían - al hombre, al escritor, al ciudadano. Sino que han dado la medida de sí mismos y no la de él.

El hecho de que con su presencia haya honrado el Parlamento italiano, y - aunque brevemente - el europeo, gracias al Partido radical y a sus electores; que en todas, realmente en todas, las batallas de libertad y de derecho que estamos llevando a cabo, su palabra, su consejo, su aprobación, no nos hayan faltado nunca, hoy nos desola, nos deja tremendamente solos, en Moscú, en Roma, en Praga o en Canadá, en donde sea: en Palermo o en Catania.

Por eso y por muchas cosas más, podemos entender no sólo con el corazón, la pasión, el dolor inmenso de Maria, de Anna Maria y Laura y saber que les acompañamos en el dolor.

Aunque no esté físicamente presente en su entierro. Estarán presentes aquellas televisones, aquellos mass-media, aquellos potentes y aquellos enemigos y falsos amigos que han intentado herirlo, abatirlo, desfigurarlo, hacer que se le desconociese, sin lograrlo; y que, con él muy lejos, seguirán en Roma, en Palermo, en otros lugares, su tarea, tantas veces mafiosa-antimafiosa.

Publicaremos los discursos y las entrevistas de Leonardo y las transmitiremos a menudo, mientras las tengamos, a través de Radio Radical y Teleroma 56, para que - aunque nos falte hoy tan dolorosamente - no falte su palabra, durante mucho tiempo, mucho tiempo, en Sicilia y en Italia.

 
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