Roma, 11 de diciembre - N.R. - Con la votación por unanimidad de la moción que publicamos a continuación concluyeron ayer en Roma los trabajos del II Congreso de la Coordinación Radical Antiprohibicionista, que inició el pasado viernes.
El Congreso ha decidido aplazar para el sábado día 20 y el domingo día 21 de enero las elecciones de los órganos estatutarios. En lo que se refiere a las elecciones administrativas se delinea la hipótesis de presentarse autónomamente en regiones y provincias; para los ayuntamientos se intentará llegar a un acuerdo nacional con las demás fuerzas políticas.
El II Congreso Nacional del CORA, reunido en Roma el 8 - 9 y 10 de diciembre de 1989.
señala, en primer lugar, cómo, tanto en Italia como en el resto del mundo, la nueva guerra impuesta en aras de la prohibición de algunas drogas está concentrando progresivamente a las fuerzas del fanatismo, de la intolerancia y de la violencia contra los principios fundamentales del derecho y de los derechos, contra las amonestaciones de la ciencia, de la cultura, de la tolerancia, llevando muerte, destrucción y guerra real a todas partes: en el seno de las sociedades y de las instituciones del mundo de la democracia real, en Europa y en América, y en los países del tercer mundo conocidos como países en vías de desarrollo, con una utilización criminal de leyes, poderes, "iniciativas" especiales, iniciativas que siguen cuestionando en pleno siglo XX las bases de la vida civil y de la democracia.
El coste de esta guerra que se pierde día a día y que día a día con fanatismo se vuelve a declarar es comparable con la naturaleza y la gravedad de las guerras impuestas por la explosión de locuras como el fascismo y el comunismo real. En América Latina, en Siria o en Irán y en el Extremo Oriente esta guerra impone el crecimiento de la producción de dichas drogas mientras se entrega en manos del crimen los gigantescos beneficios procedentes del monopolio del tráfico de aquellos productos cuyo valor se equipara al del oro en vez de mantener su valor agrícola, está fomentando la criminalización de millones de consumidores y productores, la parálisis y la corrupción de la justicia y de la policía, de las instituciones y del mundo del poder político.
Así mismo, destaca el clima de intolerancia y de degradación de la confrontación civil y política, la manipulación de la información, el ostracismo aplicado a aquellos que intentan oponerse a esta guerra y que quieren reducir el tremendo y trágico precio, que desean acabarla de una vez por todas devolviendo a la democracia, a la tolerancia, al derecho y a la razonabilidad su espacio y su función de vida, de paz y de libertad.
En Italia, en particular, se está desvirtuando lo poco que queda de las reglas constitucionales, democráticas y civiles, principalmente gracias a la acción del PSI y del gobierno que hace de esta guerra su propia línea autoritaria.
En tales condiciones, el mismísimo debate parlamentario sobre el diseño de ley dirigido a agravar el carácter prohibicionista, intolerante, de régimen especial de la legislación, se falsifica impidiendo a la opinión pública que conozca y evalúe por sí misma las distintas tesis y propuestas legislativas. La condición "sine qua non" para que pueda predominar la tendencia prohibicionista consiste en la progresiva ausencia de democracia, del respeto de los derechos y del juego democrático.
Es así como se está llevando a cabo en Italia este intento de revancha prohibicionista, tras haber fracasado en materia de divorcio y aborto. Si el PSI constituye el elemento determinante, con su cambio de chaqueta y adopta las más drásticas posturas de guerra y de intolerancia desencadenadas actualmente en el mundo, las mismas oposiciones manifestadas en el PCI, en el mundo católico, en el verde y entre los laicos, no son suficientes con respecto a las exigencias de esta confrontación, que está determinando una degradación que no sólo afecta al tema de la droga sino que se extiende a todos los campos de la vida civil e institucional italiana.
El II Congreso Nacional del CORA
por consiguente, dirige una respetuosa pero firme invitación como así mismo dirige un llamamiento al Presidente de la República italiana, garante de la Constitución, para que no asista inerte a la desaparición de los resíduos de derechos y libertades formales de la República italiana y lanza un llamamiento a todos los demócratas para que sepan dar una respuesta adecuada más intensa y más organizada que la que se dio en la lucha a favor del divorcio, ante la instauración de la intolerancia y del imperialismo como contenidos y objetivos del poder y de las instituciones.
El II Congreso Nacional del CORA
así pues, delibera actuar inmediatamente y con el mayor compromiso político y organizativo para arraigar en Italia y en la política italiana la alternativa de derecho y de libertad, la oposición más radical e intransigente ante la devastadora locura prohibicionista, ante la intolerancia y la violencia del poder, de las instituciones, de los medios de comunicación de masas subordinados y acordes por cultura o por servidumbre.
Con este objetivo, el CORA confía en que en las próximas elecciones regionales, provinciales, municipales, allá donde fuere posible, surjan "listas e iniciativas político-electorales" dirigidas a consolidar la prioridad de la lucha antiprohibicionista para que demócratas, laicos, verdes, comunistas, católicos, independientes y socialistas de veras, se den cuenta de que es menester acabar sin más demora con esta nueva guerra demente y suicida.
Dichas listas y dichas iniciativas político-electorales, allá en donde se realicen y cómo se realicen, contarán con el apoyo incondicional del CORA y su preparación será considerada como una de las respuestas más adecuadas y urgentes a las presiones y a la violencia con la que se intenta condicionar el debate parlamentario y su mismísima responsabilidad de desarrrollarse según los temas y las reglas constucionales e institucionales.
El Congreso del CORA afirma que el diseño de ley gubernamental puede y debe, puede y debe ser vencido. Una movilización completa y organizada de la opinión pública puede y debe obtenerlo con la imprescindible tarea militante y con la iniciativa política, que en las distintas formas posibles - peticiones, asambleas, mesas en las calles - ya asiste al esfuerzo de inscritos y simpatizantes radicales y antiprohibicionistas. Así mismo, el II Congreso del CORA amonesta solemnemente a todas las fuerzas políticas y a los demócratas italianos para que no sigan ignorando ni considerándose ajenos a la acción, los objetivos, la presencia y la crisis del Partido radical, transnacional y transpartídico, que es la única organización que promueve y organiza incluso a nivel internacional y transnacional "la guerra contra la guerra" prohibicionista sin limitarse a actuar a nivel nacional italiano, mientras que las Internacionales existentes, sin excepción de ningún tipo, se mueven en el escenario de guerra propuesto e impuest
o por las directrices de la actual administración estadounidense.
La plena inscripción al Partido Radical y al CORA, para laicos, verdes y comunistas es la condición indispensable para que no fracase esta batalla de libertad, de derecho, de paz y de democracia política. Las crisis del mundo laico, del mundo comunista y del mundo verde deben ser crisis constructivas y no de derrota o de mayor degradación de dichas fuerzas y de la política italiana. Para que ello suceda, es urgente y necesario combatir y vencer el actual proceso de regresión. Es menester que los fermentos, las razones y las esperanzas de reforma y de democracia nueva y total, presentes y comunes en estas crisis, encuentren un momento de unidad práctica e ideal común e idéntico, en el PR y gracias al PR, en el CORA y gracias al CORA. El II Congreso del CORA, por consiguiente, en su convicción de que ésto podrá llevarse a cabo inmediatamente, al menos de forma parcial asumiendo las responsabilidades ejemplares pertinentes, decide aplazar para el 20/21 de enero del 1990, la deliberación de sus reformas estatuta
rias y la elección de sus organos dirigentes. Por consiguiente, establece que los órganos actuales y las responsabilidades estatutarias se aplacen hasta ese momento, y dispone que tanto ellos, como así mismo a todo radical del CORA, trabajen para crear un nuevo CORA que sea la expresión unida de un nuevo sujeto político italiano realmente antifascista, democrático, liberal, no violento y - al igual que otrora la Liga Italiana en pro del Divorcio - fuerza decisiva y triunfante contra la nueva consolidación de la violencia y de la tragedia de la intolerancia y del autoritarismo.