SUMARIO: La moción general del Consejo federal que se celebró en Roma en el Hotel Ergife, del 2 al 7 de enero fue aprobada con 49 votos a favor y 6 abstenciones.
El Consejo Federal del Partido radical, reunido en Roma en el Hotel Ergife, del 2 al 7 de enero de 1990,
con la participación de demócratas procedentes de 21 países europeos, americanos y africanos, entre otros: Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Unión Soviética, Yugoslavia, Estados Unidos de América, Canadá, Brasil, Burkina Faso, Costa de Marfil, Italia, Francia, Bélgica, Holanda, España, Portugal y Grecia,
constata que la formación del primer Partido, del primer sujeto político organizado, transnacional, transpartídico, federalista, federalista europeo, ambientalista, liberaldemócrata, del primer partido democráticamente organizado de la no violencia inspirada en Gandhi y en Martin Luther King, de la única adhesión directa de personas existente en la actualidad que imaginar se pueda, está en fase de crecimiento y de realización emocionante;
constata la posibilidad, y la consiguiente necesidad civil, moral, política, de ganar a través de este sujeto político, a través de este Partido Radical, unicidad, contemporaneidad, convergencia de acción y de objetivos basándose precisamente en las tan distintas y lejanas realidades nacionales - ya sean éstas de democracia real tradicional, o en transición abandonando el socialismo real, o del fascismo nazi en un pasado, o de partido único o de dictaduras en el Tercer Mundo;
constata que los acontecimientos que han tenido lugar en el centro y en el este de Europa han demostrado clamorosamente la evidencia de la estrechísima interdependencia entre la transición hacia la democracia y las batallas civiles y de liberación política y social, de realización y de derecho a la vida y de la vida del derecho que se han producido en su seno;
constata que el desarrollo de la situación italiana, especialmente gracias a los acontecimientos que afectan al Partido Comunista Italiano, confirman más que nunca los objetivs históricos y actuales de la avanzada radical como así mismo la lucha llevada a cabo por el Partido a lo largo de dos decenios en Italia. Lucha no violenta, a favor de los derechos civiles, a favor de los derechos humanos, políticos, para lograr que mediante una gran reforma de democracia política plena, federalista y no violenta se supere ese régimen partidocrático que actualmente presenta caracteres de dramática violencia, aunque a menudo no reconocida, contra el derecho, los derechos y la mismísima Constitución, y así mismo asiste a la explosión de su crisis;
constata sí mismo que si este partido - el PCI - tiene que poder contar con un apertura amplia, tolerante y responsable, con una ayuda política de todos los demócratas - más que de dinero o de afiliaciones (pues no es este su problema principal) - casi nadie en Italia, parece estar al corriente, informado sobre el hecho de que el Partido radical ha ido hasta el fondo de la cuestión, y desde hace años, ha caminado en la misma dirección, y que actualmente representa un proceso y también un mecanismo, valioso, delicado, de unidad y de acción común, creador, que se está produciendo actualmente tanto en Moscú, como en Praga, en Roma, en Ouagadougou, en Croacia, en Portugal, que ya ha determinado la vida, en algunos casos desde hace años, en vez de la muerte, libertad y liberación, la consolidación de una solidaridad vivida e ideal, sólida para el que lucha y ha luchado en la soledad, en el alejamiento de la gran prensa y de los grandes partidos occidentales, y no sólamente italianos;
constata que nadie parece darse cuenta, ni tan siquiera en Italia, de que bastarían cincuenta mil inscritos en todo el mundo, miles de ellos en estas semanas, para asegurar a sí mismos y a nosotros la vida de una extraordinaria y anómala realidad, cuya salvación parece cada vez más probable, pero que necesita una intervención y una asistencia inmediata. La enfermedad del Partido radical es la enfermedad de la democracia y de la tolerancia, enfermedad de la ignorancia en la que se mantiene a los pueblos y a las personas. Su efectiva transnacionalización - que con el Consejo Federal se nos ha revelado a nosotros mismos - hace que el Partido sea como un enfermo que necesita sangre y oxígeno mientras llega el medicamento que lo curará. Las inscripciones públicas constituyen una contribución de oxígeno y de sangre, de conocimiento y de posibilidad y moralidad civil y política sin las que el Partido radical, mucho más que cualquier otra fuerza, más que el Partido Comunista italiano, puede desaparecer. Quien no sep
a ésto y no lo comprenda, hiere y debilita sus esperanzas.
Constatado lo anteriormente expuesto, el Consejo Federal
aprueba los informes del Primer Secretario y del Tesorero, les da las gracias porque esta sesión del Consejo Federal ha demostrado todo lo que el Partido ha conseguido avanzar y crecer a pesar de las desesperadas condiciones en las que ha vivido a lo largo de los últimos años;
aprueba el Balance del Partido, que es el botón de muestra de que su vida está condicionada e hipotecada por la ausencia de democraticidad y de certidumbre del derecho en Italia;
subraya la absoluta necesidad de que en el seno de la CEE, desde los nuevos países en los que se están produciendo revoluciones de libertad que parecen adquirir y concluir su fuerza proponiendo de nuevo los modelos nacional-democráticos, la lucha institucional a favor de los Estados Unidos de Europa se convierta en la lucha política y social, no violenta y democrática encaminada a:
1) movilizar al Parlamento Europeo y allá donde fuere posible a los gobiernos nacionales para que se pase a la realización puntual, fijando un calendario, de la Unión Europea, a partir del proyecto de nuevo tratado adoptado por el PE y conocido como el proyecto Spinelli;
2) a asumir toda iniciativa inmediata y posible de información y de presión a los Gobiernos, a los partidos y a la opinión pública para que las nuevas Constituciones democráticas en vías de elaboración y de adopción, las leyes de los nuevos Parlamentos o, en donde sean plausibles, iniciativas referendarias puedan prever explícitamente y decreten la petición de adhesión a las comunidades europeas y la promoción de su transformación en una federación de Estados Unidos de Europa;
3) a preparar a la puesta en marcha de posibles acciones transnacionales no violentas gandhianas que puedan hacer madurar lo más pronto posible - gracias, al igual que en la India, a la fuerza de la iniciativa de los pueblos, de los demócratas y de los oprimidos - el proceso de liberación de Europa de las burocracias nacionales actualmente en el poder.
subraya la importancia y la urgencia de que de las "democracias reales" de los países gobernados por partidocracias o amenazados por éstas, de los países liberados o en vías de liberación de las dictaduras, se lleven a cabo reformas democráticas que se basen en los principios esenciales de las democracias anglosajonas, en sistemas electorales uninominales y no proporcionales, y por consiguiente indica en el frente italiano de lucha de la internacional federalista, del Partido transnacional radical y en el del este y del centro de Europa los primeros frentes de movilización convergentes para las próximas semanas y meses de los militantes radicales de todo el mundo, y de cuántos - haciéndose radicales para el 1990 - defiendan de esta manera y apoyen los valores democráticos de libertad, de justicia de tolerancia y de desarrollo;
subraya que sin estas reformas y sin que el Partido Radical las consiga, el imperativo ambientalista como prioridad esencial de una política a la altura de la vida del planeta y de sus habitantes, el mismo derecho a la vida y la razón misma de la vida de las leyes y del derecho se aniquilan desde la raíz;
subraya que en las grandes luchas antiprohibicionistas y - actualmente - en particular en la lucha contra el horror de la guerra prohibicionista contra la droga está en juego vencer la que progresivamente se presenta como la tercera monstruosa locura del siglo, tras la del fascismo y la del comunismo real, con falacias y violencias igualmente trágicas;
compromete al Primer Secretario, al Tesorero, a la Presidenta y al Presidente del Consejo federal del PR a informar dentro de cuatro semanas al CF y - si es posible - a todo el Partido, sobre las valoraciones con respecto a las propuestas concretas surjidas de los trabajos del Consejo y sobre las decisiones adoptadas, o, en la medida posible, en vías de adopción;
confía en que el PR pueda celebrar lo más pronto posible, antes de que finalice el mes de enero, un segundo congreso "italiano".
Por último, el Partido radical invita insistente y solemnemente a todos los radicales y a todos los demócratas a tomar nota de que miles de inscritos en un plazo de dos semanas, cinco mil en el mes de enero, diez mil en el mes de marzo, cincuenta mil a lo largo del año, son las condiciones técnicas absolutamente necesarias e indispensables para asegurar a nuestra època y a nuestra sociedad la vida, y no la desaparición, del Partido radical. Sin asumir responsabilidades colectivas, de personalidades para las que la inscripción represente la fuerza de un escándalo de verdad y de buena voluntad, en las actuales situaciones de asusencia de conocimiento, de información, de democracia, de certidumbre del derecho y de igualdad de los derechos esta esperanza no tiene posibilidades de vida, y aquellos que están al corriente de ésto, estarían eligiendo efectivamente aniquilar este Partido y esta esperanza.