Marco PannellaSUMARIO: Contra la desinformación perpetrada adrede por la prensa, Marco Pannella especifica su postura ante las elecciones municipales que se celebrarán en Italia en el mes e mayo: las "listas Nathan"(1) no incluirán ni las fuerzas verdes ni las antiprohibicionistas; en el Estado Italiano sólo en L'Aquila se hallan las condiciones necesarias para presentar una "lista Nathan"; el Partido radical insiste en su decisión de no presentarse, como tal, a ningunas elecciones.
("Il Giornale d'Italia", 28 de febrero de 1990 - Noticias Radicales nº51 del 2 de marzo de 1990)
El gamberrismo de algún que otro periodismo está cobrando proporciones desemesuradas. La falsificación matemática, dolorosa, insospechable se convierte en el pan nuestro de cada día. La ley sobre la prensa en materia de defensa de la imagen, de la identidad y del honor ni tan siquiera la evocan las víctimas de calumnias y difamaciones, pues parece ser que, a estas alturas, es inútil. La justicia penal, en este campo, se halla en condiciones más desastrosas que en cualquier otra época, la fascista incluída. Hace años que lo repito incansablemente y a nadie se le ocurre denunciarme por vilipendio a la magistratura. Así pues, he decidido autodenunciarme, para demostrar en el tribunal la verdad escandalosa, y letal para la convivencia, de estas nuestras inútiles acusaciones. No pasa ni un día sin que se produzca un daño de alguna imagen. Irreparada e irreparable. Ayer, en el "Corriere della Sera" se me hizo entrar en polémica con Gianni Mattiolo, atribuyéndome entre comillas palabras y conceptos opuestos a aquel
los de los que he utilizado para hablar del líder verde, así como compañero miembro de la internacional federalista y ambientalista, y de su Consejo federal.
Este periódico, en el sector - o mejor dicho, en el clan partidocrático - que se ocupa del mundo verde, no hace más que desinformar, instigar al enfrentamiento a través de la vergüenza. Así pues, doy mandato a mis abogados para que lleven a cabo los procedimientos necesarios para protestar por daños, a partir de la mentira cotidiana de ayer, causados por los responsables de esta afirmación difamtoria y en detrimento de mi identidad.
Con esta premisa, intento precisar de una vez por todas mi posición, sostenida desde hace meses y meses con continuas y rigurosas declaraciones públicas sobre mi posturaa propósito de las elecciones municipales (y otras).
1) desde el mes de julio, he propuesto públicamente que las listas llamadas Nathan no incluyan, por lo general, ni a las fuerzas verdes ni a las antiprohibicionistas. En toda ocasión he confirmado dichas posturas, en el Consejo federal, en el Congreso italiano del Pr y en el Congreso del Cora. Los mentirosos o los imbéciles que demuestran olvidarlo y me atribuyen la postura opuesta no son, precisamente, más que mentirosos o imbéciles. A menudo, lo uno y lo otro.
2) "Listas Nathan" dignas de este nombre son pocas. L'Aquila, si el Pci nacional deja de confrontarse con esta iniciativa (inspirada por los comunistas de L'Aquila) con el estilo con el que otros el pasado año desvirtuaban, ellos en cabeza, la credibilidad de lo que parecía que proponían. Venecia, probablemente. Mientras en Téramo está cobrando fuerza una propuesta político-electoral de extraordinaria novedad reformadora, y no se puede excluir que en el seno de Abruzzo se produzcan otras sorpresas raras y análogas.
3) Ha llegado el momento de que todos recuerden y tengan bien presente que el Partido radical, y los radicales todos, como tales, no se presentan a las elecciones nacionales, ni a las instituciones nacionales o internacionales.
Ya es hora de que todos recuerden que yo mismo, sin mencionar a Bonino, Zevi, Stanzani, Vigevano, Ruttelli o Mattioli, Negri o Lazinger, Aglietta o Taradash, Bordon o Scovacricchi, Capria o Vesce, Baslini o Anselmi, Faccio o Rangoni Machiavelli, Borgoglio o Spadaccia, somos todos radicales con plenos derechos, sin graduaciones o "igualdades" dosificadas.
Sin prejudicar lo que podría suceder tras el Congreso comunista de Bolonia, en el que es bueno tener esperanza pero es malo hacerse ilusiones, no veo por el momento razones suficientes para modificar los análisis, y los objetivos, que he manifestado y propuesto antes, durante y después de las elecciones europeas. Veo de nuevo muchísimas Romas o Reggio Calabrias, aunque lo que se asoma a la política italiana a través del Abruzo político constituye una primera y concreta prefiguración de lo que los laicos, ayer, y el Pci - parece ser - hoy, habían y han propuesto: la creación en Italia de un nuevo gran Partido Democrático, alternativo al régimen y al sistema partidocrático, tan post-comunista cuán post-democristiano, tan post-liberal cuán post-socialista. La actitud ingrata y ciega de casi todos con respecto al Partido radical, empezando por aquellos que se preocupan sólo por futuro y el presente del Partido comunista, y las cumbres del Pci mismo que sigue siendo el único que con respecto al Pr intenta erigirl
e un muro para circundarlo, un muro de Berlín para impedir a los comunistas que se inscriban al Pr es lo que, sin embargo, me interesa y lo que más me motiva. En lo que a mí concierne, si existe una línea trazable como mucho consta de un centenar de personas, no más de doce a nivel de responsables políticos, por una parte y todas las demás por la otra; por una parte las que viven la prioridad radical y por otra las que a la hora de la verdad la niegan. Y, aquí también, la separación no divide a los radicales inscritos y a los demócratas no inscritos. La prioridad radical es rara, de hecho, incluso entre los compañeros de partido, por lo menos en el "vértice" del Partido.
N.d.T. (1) "Listas Nathan": Nathan era el apellido de un antiguo alcalde romano. Marco Pannella propuso constituir en las elecciones municipales listas Nathan, es decir listas en las que confluyan distintos partidos y personalidades como oposición y alternativa a la partidocracia.