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Negri Giovanni - 2 marzo 1990
Droga: un monstruo legislativo
Giovanni Negri

SUMARIO: Dentro de pocos días se discutirá en el hemiciclo de la Cámara de los Diputados la nueva ley sobre la droga, tras haber sido objeto de examen en las Comisiones de Justicia y Sanidad conjuntamente. A continuación publicamos una amplia síntesis de la intervención de Giovanni Negri, miembro del Grupo parlamentario Psdi (Partido socialdemocrático italiano).

(Noticias Radicales, nº 51 del 2 de marzo de 1990)

1) La ley nace de la negación de una verdad elemental. Desde que el mundo es mundo, al igual que la prostitución o la interrupción del embarazo, existe el fenómeno de la droga y en cualquier caso la búsqueda de sustancias que alteran la psiquis. Y desde que el mundo es mundo aquel que lo afirma es linchado por vuestra cultura como actor de dichos fenómenos.

Y, sin embargo, aunque indirectamente, todos los horizontes culturales acaban por reconocerlo. Basta citar las palabras de S. Giovanni Crisostomo (354 d.C.), o tal vez, mucho más modestamente, una frase de nuestro colega Tassi (Movimiento Social Italiano) pronunciada en el congreso de su partido que me ha llamado la atención: "El fascista es hermoso, gusta a las mujeres y ama el buen vino". Abreviando, desde el 5000 a.C. (con los sumerios que consumían opio) hasta el éxtasis o el crak de las discotecas de Nueva York, pasando por las carabelas de Colón que en el 1400 trajeron a Eruopa ese tabaco del que muchos somos tóxicodependientes, la relación entre hombre y droga es una realidad inborrable.

2. Y no sólo. Desde que el mundo es mundo, existe una utilización política de la droga según las exigencias del poder político. A menudo, como en el caso de los blancos wasp (white, anglosaxon, protestant) considerados la élite del mundo, dicho uso ha sido contradictorio. Son wasp Kennedy, Johnson, Nixon, Reagan y Bush (que ha llegado a la quinta guerra contra droga, todas ellas un fracaso). Pero también era wasp Su Majestad británica, que en 1839 y en 1856 desencadenó dos guerras para imponer la producción y el tráfico de opio a los chinos. Son wasp los pioneros blancos que en los EEUU juzgan más eficaz el whiski que la carabina, en la guerra de conquista contra los pieles rojas.

Y existe un uso religioso de las drogas, en los ritos ceremoniales de todas las religiones. Desde los Maya a los budistas, pasando precisamente por el catolicismo. Regalaré a la diputada Russo Jervolino de un expléndido ensayo sobre la función del incienso en los templos católicos (ligera embriaguez para favorecer la oración) así como el uso de sustancias psicotrópicas para soportar flagelaciones físicas, de lo contrario insoportables. Y qué vamos a decir del fenómeno de la brujería, inquisida sobre todo por la posesión de sustancias determinadas (tal vez ese acónito y esa belladonna que dan la sensación de volar, ni más ni menos que las drogas químicas usadas en la actualidad).

3) El debate en la comisión ha sido muy interesante, ameno y revelador. Por lo menos por las siguientes tres razones:

a) Las omisiones. En Italia la facturación del narcotráfico se calcula entre los 40 y los 100 trillones de liras (Censis - Instituto de investigación). Una de las primeras industrias nacionales. En Italia, mueren 20 mil ciudadanos al año por alcohol, y al menos 300 por tabaco. En el mundo, los países productores de droga han pasado en nuestro siglo e 10 a 49. En el mundo, se multiplican golpes de Estado, guerras civiles, corrupción de policías y de jueces.

Qué porponen ustedes con esta ley? Nada. De hecho, proponen ese régimen prohibicionista que incrementará la mafia, la criminalidad, la droga y el Sida.

b) La perversión de las profesiones y de las profesionalidades, que explota inmediatamente en el momento en el que - a partir del principio de la ilegalidad - fijan un sistema de sanciones. De manera que el médico se verá obligado a violar su juramento entregando el paciente a la autoridad judicial. El juez tendrá que hacer las veces de terapeuta, estableciendo si el acusado es un enfermo o un criminal. El juez se convertirá en sacerdote: cien sacerdotes para predicar aproximadamente a 3 millones de pecadores-fumadores de marihuana (y el diputado Benvelli, citando el ejemplo del juez de Mantua, ya les ha contado como ha acabado la cuestión). Y los aduaneros (que ya han hecho huelga para protestar contra esta ley), la policía, los directores de las cárceles (he visitado "L'Ucciardone", con más de cien tóxicodependientes que no están asistidos...).

Pero no se da ninguna respuesta a todo esto. A parte de la mesa de negociaciones citada por la diputada Russo Jervolino que claramente baila y requetebaila, siendo ésta una ley fantasma. Asistimos a la perversión de otra profesionalidad: la de la amiga y colega Fumagalli Carulli, jurista. El de jure condendo fumagalliano ha parido la perla conceptual del "valor preventivo de la sanción y de la pena". En resumidas cuentas, es como decir más o menos que la guilotina da la vida, naturalmente eterna.

C) El "mensaje cultural" que se lanza. Ha sido muy valiosa la intervención de un colega de la Democracia cristiana, que ha acusado a algunos conciertos rock (me imagino que se refería a Bob Marley o algo por el estilo). Yo pienso seguir su camino y voy a presentar una enmienda sugerida por el cantautor De Gregori. Para qué seguir sufriendo, en los valles del norte, los descompuestos coros de cientos de extrañas personas con extravagantes sombreros de plumas en la cabeza que cantan, a veces demasiado alegremente, la canción "Mi sun alpin, me piase 'l vin"(1)?. Es un mensaje culturalmente horrible. Porque la invitación a la marihuana de ciertos conciertos no produce 20 mil muertos al año.

Concluyendo, qué vamos a hacer ahora? A mi juicio, totalmente personal, sería necesario aprobar y aplicar el monstruo legislativo que se ha parido. Sé que, de esta manera, me estoy adecuando a la horrible adaptación del "cuanto peor, mejor". Pero la tentación es fuerte, ante el inoxidable pacto político que conduce a no querer escuchar lo que es obvio y ver lo que es evidente. Dentro de un año se encontrarón ante la no aplicación o el desastre. Pero al menos (esta es una petición formal) las actas de nuestros trabajos, de nuestro conocimiento y de nuestra conciencia, seguirán siendo al menos el parecer de aquellos que en el informe mafia-droga, en el debate internacional que aquí se querría ignorar, sobre las profesiones condenadas a la degradación, tenemos derecho a escuchar en audiencias públicas.

O acaso tras el prohibicionismo sobre la droga y el prohibicionismo sobre la información practicado por las televisiones públicas y privadas, llegaremos al prohibicionismo sobre el saber y el conocer?

(1) Mi sun alpin, me piase 'l vin: dialecto veneciano: soy alpino,

me gusta el vino. Canción de los soldados alpinos.

 
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