SUMARIO: 31 DE MARZO DEL 90 - POR INICIATIVA DEL PARTIDO RADICAL SE DESARROLLARON EN MOSCU, ROMA, BRUSELAS, PRAGA Y ZAGREB MANIFESTACIONES EN PRO DEL DIALOGO ENTRE SOVIETICOS Y LITUANOS. EN DICHA OCASION, LOS MANIFESTANTES ENTREGARON A SUS RESPECTIVOS EMBAJADORES UNA CARTA PARA EL PRESIDENTE DE LA URSS, MIJAIL GORBACHOV, Y OTRA PARA EL PRESIDENTE LITUANO, VITAUTAS LANDSBERGIS.
Al Presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Mijail Gorbachov:
Al Presidente de la República Lituana, Vitautas Landsbergis:
El mundo democrático occidental ha expresado sin reservas su confianza y esperanza en el esfuerzo llevazdo a cabo por Mijail Gorbachov para consolidar los principios de la democracia política y del Estado de derecho en la Unión Soviética y en los países del Pacto de Varsovia. Por primera vez en la historia de la humanidad, gracias a su trabajo, se han producido, sin derramamientos de sangre, revoluciones políticas de gran envergadura. Los derechos de la persona, y en primer lugar el derecho a la vida, durante tanto tiempo sometidos a los intereses del Estado o del Partido, han sido declarados prioritarios. Esto demuestra el grado de civismo y de tolerancia que tanto nos ha impactado a nosotros los demócratas.
Somos conscientes de las resistencias, las dificultuades, y las inmensas pruebas que el presidernte soviético tiene que afrontar en su difícil camino para lograr que la Unión Soviética abandone el totalitarismo y el subdesarrollo económico. Podemos compartir o no las maneras y los ritmos escogidos para llevar a cabo esta transformación, pero ello forma parte de la dialéctica política, de la contraposición vital de las ideas para que puedan brotar las opciones más acertadas.
Somos conscientes de que la dificultad más grande con la que se encuentra la Urss en estos momentos es la consolidación de los nacionalismos y el riesgo de fragmentación debido al estallido de las distintas nacionalidades que configuran la Urss.
Nosotros estamos convencidos de que no existe espacio en el mundo para contraposiciones nacionales y étnicas, que ya no existen razones históricas, políticas ni económicas para volver a las antiguas lógicas nacionales, que la concepción federalista es la única capaz de conciliar y velar por las distintas nacionalidades, y consideramos que la firma todo acuerdo federativo debe ser fruto del libre albedrío y no de la presión de chantajes y violencias.
Pero, las repúblicas bálticas merecen un análisis distinto al de las demás peticiones de autonomía nacional han estallado en su país. Lituania, Letonia y Estonia solicitan en primer lugar una reparación histórica, es decir renegar un pacto desalmado que ha privado a estas repúblicas de su propia identidad y soberanía nacional.
Las alternativas federativas de estos países son algo a posteriori y no a priori de la reparación histórica.
Por otra parte, nosotros consideramos que todos los dirigentes democráticamente elegidos de la República de Lituania son conscientes de que sus apiraciones a la plena soberanía han podido encontrar espacio sólo gracias a la existencia de las nueva política de Mijail Gorbachov y que las esperanzas mismas de encontrar una solución satisfactoria están estrechamente vinculadas al desarrollo progresivo de la "perestroika" y no a su fracaso.
Estamos convencidos de que forzar las cosas e impacientarse no favorece las legítimas aspiraciones del pueblo lituano, antes al contrario corre el riesgo de dañarlas.
Señor Presidente Mijail Gorbachov:
Nosotros estamos aquí para manifestarnos con amistad y confianza, ante las embajadas de su país, para comunicarle que la renuncia de la Unión Soviética a dar por sentados los derechos sobre las repúblicas bálticas sería interpretado por el mundo entero como un acto de fuerza y no de debilidad. Que, por el contrario, el intento de intimidación militar o, de represión violenta sólo serviría para dispersar en un abrir y cerrar de ojos todo ese patrimonio de confianza y de esperanza que usted se ha ganado a pulso en el mundo democrático. De hecho, sería un cálculo erróneo pensar que puede hallar nuestra complicidad y "comprensión" cuando se producen actos que violan los derechos del individuo y de los pueblos, por mucho que se "justifiquen" en nombre de la estabilidad política.
Así pues, le rogamos que antes de que sea demasiado tarde, retire inmediatamente las fuerzas militares de dichos países, sustituya la fuerza de las armas con la del diálogo y evite que se ahogue en sangre e intolerancia esa primavera de democracia que usted ha tenido el valor de suscitar. El mundo entero se lo agradecerá.
Señor Presidente Vitautas Landsbergis:
Al renovar nuestra promesa, total y sin reservas, de apoyar todos sus esfuerzos para borrar los inicuos pactos que han obligado a su pueblo a sufrir, desde hace más de cuarenta años, la opresión totalitaria, le rogamos no lleve a cabo acciones que puedan perjudicar toda forma de diálogo con la Unión Soviética, acciones que refuercen a aquellos que en Moscú están al quite para hacer prevelecer la política de los tanques, acciones que hagan que la confrontación, aun siendo tensa, precipite en un enfrentamiento violento.
Sólo el diálogo, paciente y obstinado, podrá convencer a la Unión soviética de que perder Vilnia no es una derrota sino una victoria de la credibilidad democrática de dicho país.