Intervención de Marco Pannella en el Parlamento europeoSUMARIO. Reivindica la necesidad de la Federación Europea, para superar "este universo de Europa, resquebrajado, atomizado, el universo de las soledades, de las veleidades..."
(DISCUSIONES DEL PARLAMENTO EUROPEO, 11 de julio de 1990)
Pannella (NI), (FR) Señora Presidenta, señor Presidente del Consejo, señor Presidente de la Comisión, creo que este debate concluye en condiciones que distan mucho de ser satisfactorias. Algunos se hallan en Houston o están de viaje, otros todavía no han llegado o ya se han ido. Los presidentes de los grupos, salvo, y quiero subrayarlo, aquel admirable parlamentario que es el diputado Giscard d'Estaing, no están presentes. Jean-Pierre cot lo hemos visto de reojo y luego se ha ido. El diputado Klepsch no se halla presente. Cabe destacar, sin embargo, una presencia excepcional, y lamento decir que es excepcional, tenemos con nosotros al presidente Fabius...
(Interrupción de un diputado)
Me encanta que tú estés aquí hoy también al igual que el presidente Fabious, pero tú estás aquí a menudo, mientras que el presidente Fabious no lo está nunca, por lo que nuestra alegría es inmensa.
No estoy perdiendo el tiempo, señora Presidenta, porque cuando se oye hablar, por ejemplo, de legitimidad por partida doble, no me fío. Entonces, la legitimidad de los Länder, la legitimidad representativa de las regiones es una legitimidad por partida triple. No sigo este sistema jacobino y quiero destacar que no es que confíe mucho en él. Sin embargo, considero que nosotros tenemos nuestra legitimidad al 100%, los parlamentarios regionales la tienen al 100%, cuando existen, y los parlamentos nacionales tienen al suya al 100%. Por ello tenemos que administrar y reivindicar nuestra legitimidad.
Francamente, señor Presidenta, creo que nos arriesgamos a pagar muy cara una situación que es extremadamente difundida en estos tiempos. De la misma manera que se produce un divorcio entre el saber, la conciencia y la ciencia, el conocimiento y la política es un divorcio de cuya gravedad todos nos damos cuenta. No es un hoyo sino un abismo. A principios de los años 50, el Club de Roma nos había advertido del riesgo que corríamos de matar a nuestro planeta y la biosfera. Lo sabíamos, pero la política no ha actuado en consecuencia, sino todo lo contrario, y ha seguido colaborando, si así podemos decirlo, en esta muerte, i un peligro de muerto, de nuestro planeta.
Desde hace 30-35 años, salta a la vista que los pueblos necesitan una federación europea. No hay más que echarle un vistazo al mapa geopolítico mundial, diputado Blot, para comprender que este universo de Europa, fragmentado, atomizado, el universo de las soledades, de las veleidades, adolece de voluntades. Es algo que pagamos históricamente. Asistimos asimismo a un curioso viraje, diputado Martin, de los términos de utopía y de realidad. El informe Colombo es realista, el tuyo lo honro como un informe utópico. Seguir pensando que la realidad pasa por una serie de datos puntuales y no por la movilización de una idea-fuerza o por medios preconizados por el profesor Duverger, significa actuar con realismo político, significa disponer de los medios para realizar nuestras ideas. Cuántas veces hemos reconocido a nivel jurídico o a nivel político el uno o el otro de los poderes que nos han sido otorgados? Podríamos incluso decir que el Acta única nos ha atribuido poderes y deberes que han rebajado la calidad de n
uestro Parlamento. Estamos aplastados.
Pero entonces, caminemos en la dirección correcta; los cuatro informes, en su conjunto van en la dirección justa. Estoy de acuerdo con el diputado Vandemeulebroucke cuando subraya lógicamente que el realismo exige que partamos de ideas y de realidades históricas concretas y no de falacias de eficacia. Pero creo también, señora Presidenta, que o utilizamos nuestro derecho de veto negándonos a expresar pareceres y concretando por el contrario cuando son básicos o tal y como hacía Spinelli evitamos indicar fechas y proferir amenazas concretas. Es lo que confío aportarán los informes interlocutorios.
Confío en que nos aporten, señora Presidenta, fechas y condiciones para que nuestro Parlamento le permita a otras instituciones que puedan funcionar.