SUMARIO: Se deplora que en plena crisis del Golfo, el gobierno italiano no haya adoptado ninguna iniciativa política comunitaria europea, "sirviendo, de esta manera, a la lógica centrífuga de no cohesión ... de los gobiernos francés, alemán, inglés". El Partido radical solicita al ministro De Michelis iniciativas inmediatas, con el abandono de la "grotesca" misión de los tres países Italia, Irlanda y Luxemburgo", totalmente inútil. Confía en que el Presidente del Consejo italiano, Giulio Andreotti, "recupere las riendas de la situación".
(NOTIZIE RADICALI, agencia, 18 de agosto de 1990)
La ausencia de iniciativa política comunitaria europea por parte de la Presidencia italiana corre el riesgo de ser inauditamente grave, y asimismo de crear un auténtico escándalo político, por omisión, considerando los veinte años de política federalista casi unánime, del Parlamento italiano, y del referéndum con carácter de plebiscito con respecto a los poderes constituyentes (y la constitución de los Estados Unidos de Europa) que habrá que otorgar inmediatamente al Parlamento Europeo.
El Gobierno italiano ha omitido poner en acción mecanismos tradicionales, como los de la "cooperación política", sirviendo de esta manera a la lógica centrífuga y de no cohesión intrínseca en las políticas nacionales y básicamente nacionalistas de los gobiernos francés, alemán e inglés, con motivo de la enésima, grave, trágica crisis en el Oriente próximo y Oriente medio. El Gobierno italiano no ha puesto en marcha ningún medio de intervención ni de diálogo, no ha permitido que la Comisión ejecutiva de Bruselas diese su contribución institucional (y la Comisión es responsable de haberse quedado de brazos cruzados también) ni ha solicitado ninguna reunión ni sesión extraordinaria del Parlamento europeo, resultando ajeno o desinteresado - hasta el momento presente - ante la reunión extraordinaria de la Comisión política (y la de las Relaciones económicas) que se celebrará el martes 28 de agosto en Bruselas.
El Partido Radical, transnacional y transpartido deplora que el Gobierno italiano no haya cumplido con sus deberes institucionales y políticos, nacionales y comunitarios. Solicita que el Ministro de Asuntos Exteriores De Michelis anule todo compromiso anterior para participar en la mencionada reunión del Parlamento Europeo.
La "misión" que corre por cuenta de la que se ha dado en llamar "troica" - Italia, Irlanda y Luxemburgo - es grotesca, considerando que las decisiones y los compromisos comunitarios a aplicar e ilustrar brillan por su ausencia.
La política exterior europea, de esta manera, es inexistente y suicida. La italiana confirma su veleidad, su confusión y su carácter pseudoscosmopolita y provinciano.
El haber renunciado a proponer públicamente, ante la opinión pública mundial, un encuentro de las altas cúpulas de los doce, y por consiguiente haber impuesto, de alguna manera, la congelación de toda iniciativa; el haber mantenido sin movilizar a las instituciones europeas, como si estuviesen de vacaciones, y limitarse a pasearse como grillos parlanchines o abejas obreras ante interlocutores distraídos y comprensiblemente atraídos por otros y otras iniciativas, todo ello confirma la dolorosa desconsideración irreflexiva que ha acabado por obligar, por ejemplo, a los electos radicales en el Parlamento italiano a romper la tradición de veinte años de unidad en las principales acciones internacionales de nuestros Gobiernos.
En este contexto, y si el presidente Giulio Andreotti no recobra las riendas de la situación, maduran las condiciones para recoger en el Parlamento, y precisamente por el ejercicio inaceptable e irresponsable de la Presidencia italiana de la CE, las firmas para una moción de desconfianza en el Parlamento italiano así como iniciativas coherentes en el Parlamento europeo.
S. A. Stanzani Secretario general PR
E. Bonino Presidente
P. Vigevano Tesorero
M. Pannella Presidente del Cons. Federal