SUMARIO: Resolución presentada por el Grupo Federalista Europeo y la diputada del Grupo verde, Rosa Filippini, en la sesión de la Cámara de los Diputados el 16 de enero de 1991. Insistiendo en la necesidad de una "ofensiva informativa" con respecto a la opinión pública iraquí y árabe, compromete al gobierno a investir inmediatamente al Consejo de la Comunidad europea para que se anuncie la Convocatoria de una "Conferencia sobre los derechos humanos y la seguridad en el Mediterráneo y en Oriente Medio" y a "presentar formalmente la propuesta de un acuerdo internacional para el control del comercio de armas y para la predisposición de un registro internacional sobre el traslado de grandes sistemas armamentistas. La resolución ha sido acogida por el Gobierno como recomendación.

(Cámara de los diputados - informe dactilografiado de la sesión del 16 de enero de 1991)

La Cámara,

remitiéndose y afirmando las resoluciones nºs 660, 661, 662, 664, 665, 666, 667, 669, 670, 674, 677, y 678 del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas y las declaraciones adoptadas por el Consejo europeo;

constatando que el régimen iraquí sigue siendo responsable de atrocidades de todo tipo, del asesinato y de la tortura de miles de personas; de la preparación de una campaña terrorista en el mundo que, como es fácil de imaginar, es de alcance y gravedad sin precedentes, puesto que las principales organizaciones del terrorismo son acogidas, organizadas, incitadas y potenciadas en Bagdad, y el anuncio de su acción es utilizado como instrumento de chantaje; de una campaña de odio, de amenaza, de desinformación de la opinión pública internacional, de la árabe y en particular de la iraquí;

afirmando solemnemente que cabe considerar que las primeras víctimas de la acción criminal del régimen iraquí son las poblaciones de Iraq, objeto sistemático desde hace dos décadas de violencia, desinformación, guerra, opresión, y considerando asimismo que la responsabilidad de las democracias es muy grave, pues no se han tomado medidas como consecuencia de estas violaciones de los derechos humanos fundamentales, contribuyendo a reforzar la prepotencia iraquí;

constatando que el apoyo militar y tecnológico proporcionado anteriormente a Iraq por parte de algunos países industrializados le ha permitido al régimen iraquí contar con una tremenda fuerza armada y ser responsable de la guerra de agresión a Irán, de la ocupación de Kuwait así como de atrocidades terribles con respecto a las poblaciones curdas y los ciudadanos de Kuwait;

constatando que las deliberaciones de la ONU y las decisiones adoptadas por los gobiernos, en primer lugar por el estadounidense, ejecutándolas o apoyándolas, han garantizado hasta el momento presente la contención y el bloqueo de la estrategia criminal de violencia del régimen iraquí, y por lo tanto expresando agradecimiento profundo a los cientos de miles de soldados que están a punto de jugarse su vida y la de los demás en defensa del derecho y de un mínimo de orden internacional que se base en el mismo;

expresando su solidaridad también al pueblo de Kuwait, que tiene todo el derecho de confiar tanto en liberarse de las tropas que ocupan y oprimen de forma bárbara, como en que se conquisten los derechos democráticos que hasta el momento presente se le han negado.

denunciando por infame, irresponsable, demagógica y abiertamente falsa la equiparación entre el régimen iraquí y el régimen israelí, sin por ello querer atribuir a la política actualmente aplicada por el Gobierno de Shamir, tanto en los territorios ocupados, como en Israel, solidaridad, justificaciones ni nada por el estilo;

considerando que la disposición de la resolución nº 678, al autorizar a los Estados miembros, a partir del 15 de enero de 1991, "a utilizar todos los medios necesarios para que se respete y aplique la resolución 660 del Consejo de seguridad y todas las resoluciones posteriores y a restablecer la paz y la seguridad internacional en la zona" atribuye a los países que cooperan con el gobierno de Kuwait la decisión sobre el momento en el que se debe pasar de la adopción de las medidas previstas por el artículo 41 de la Carta de las Naciones Unidas a las previstas por el artículo 42 de la misma Carta;

considerando que aún no han sido utilizadas todas las medidas que no implican el empleo de la fuerza militar para obtener la retirada de Iraq de Kuwait, sobre todo por lo que se refiere a la información de la opinión pública iraquí y árabe sobre los crímenes perpetrados contra la humanidad y el derecho por parte de Sadam Huseín y su régimen;

considerando la necesidad de subrayar ante la opinión pública mundial que las fuerzas que cooperan con el Gobierno de Kuwait lo hacen por cuenta de las Naciones Unidas y por mandato concreto de las mismas y por lo tanto tienen que ser autorizadas a utilizar, durante las operaciones, la bandera de las Naciones Unidas;

considerando que Italia ha contestado positivamente a la petición formulada en mayo de 1990 por el Secretario general de las Naciones Unidas de identificar tropas y tripulaciones para contribuir a las futuras "peacekeeping operations";

compromete al Gobierno

1) a dirigir un llamamiento solemne a todos los Estados que, a partir de la resolución 678 cooperan con el Gobierno de Kuwait, al Consejo de Seguridad y al Secretario general de la ONU, a la Comunidad europea para que, antes de pasar al eventual uso de las armas, se disponga y realice, de acuerdo con los poderes otorgados con la resolución nº 678, una gran ofensiva de información de la opinión pública iraquí, árabe e internacional, con todos los medios de que dispone la tecnología moderna y que la potencia de las fuerzas en acción permiten, en defensa del derecho y de la paz, de las determinaciones de la ONU y de la independencia de Kuwait, para denunciar los crímenes pasados, presentes o en preparación por parte del régimen de Bagdad, y para desestabilizar la violencia dictatorial y criminal del régimen iraquí;

2) A solicitar al Consejo de seguridad de las Naciones Unidas que las fuerzas de los países que cooperan con el gobierno de Kuwait estén autorizadas a utilizar la bandera de las Naciones Unidas a lo largo de las operaciones;

3) A investir inmediatamente al Consejo de la Comunidad europea para que se anuncie la convocatoria de una Conferencia de los derechos humanos y la seguridad en el Mediterráneo y Oriente Medio:

4) A presentar formalmente la propuesta de un acuerdo internacional para el control del comercio de armas y para la disposición de un registro internacional sobre el traslado de sistemas armamentistas de envergadura;

5) A estudiar y disponer instrumentos legislativos necesarios para la constitución de una Brigada de las Fuerzas Armadas italianas especializadas para actuar bajo mandato del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas y provista de todos los medios necesarios para llevar a cabo operaciones de información a través de sus medios de comunicación de masas e intervenciones en caso de emergencias alimentarias o de catástrofes naturales;

6) a promover inmediatamente reuniones de la Comunidad europea - del Consejo europeo, del Consejo, de la Comisión así como del Parlamento europeo - para que se supere la actual situación irresponsable de iniciativas contradictorias y nacionalistas que están dando un duro golpe a la Comunidad europea, y para que se garantice una postura coherente de la Comunidad europea misma en la dirección aquí expresada;

7) A referir, antes de 60 días, en el Parlamento sobre el estado de aplicación de los puntos 4 y 5 de la presente resolución.

SERGIO STANZANI GHEDINI

GIUSEPPE CALDERISI

EMMA BONINO

ROBERTO CICCIOMESSERE

GIOVANNI NEGRI

MAURO MELLINI

BRUNO ZEVI

ALESSANDRO TESSARI

GAETANO AZZOLINA

ROSA FILIPPINI