SUMARIO: "... Nosotros, los abajo firmantes, dirigimos un llamamiento a todos los hombres y todas las mujeres de buena voluntad, a los poderosos y a los humildes, cada cual con sus responsabilidades, para lograr que cientos de millones de personas que agonizan a causa del hambre y del subdesarrollo, víctimas del desorden político y económico internacional que reina en la actualidad, puedan volver a la vida (...) Es necesario forjar una nueva voluntad política así como organizarla concretamente con el objetivo directo y explícito de superar las causas de esta tragedia y zanjar inmediatamente sus consecuencias ...". Esto es lo que pedían 130 Premios Nobel, hombres del mundo de la ciencia y de las letras, hombres de paz, signatarios del Manifiesto contra el exterminio causado por el hambre, difundido el 14 de junio de 1981 por el Partido Radical. A lo largo de estos diez años, su llamamiento ha caído en el vacío; la voluntad pública que solicitaban no se ha manifestado ni se ha organizado. Y la muerte, la enfer
medad, el subdesarrollo, el desorden nacional e internacional se han salido con la suya. No nos podemos fiar de las estructuras existentes para obtener lo que los Nobel pedían. Es necesario concebir, organizar y consolidar una fuerza política, un "nuevo" partido transnacional y transpartídico. Sí, es posible.
(El Partido Nuevo, n.1, Junio 1991)
Iglesias y demografía
Actualmente, en China, imperio comunista, concebir hijos es de hecho un crimen y el aborto es obligatorio. Para la Iglesia católica, en cambio, el aborto es un crimen y también (si no se elige la castidad) el no procrear.
Sin embargo, hasta mediados de los años setenta, las dos Iglesias fueron juntas, convergentemente, "antimalthusianas", contrarias a cualquier forma de "planificación familiar" y de "control de la natalidad", e impidieron durante veinte años al sistema de las Naciones Unidas la adopción preventiva y a nivel mundial de las campañas necesarias de información y de emancipación cultural, sanitaria, social y sexual contra el catastrófico "boom demográfico" bomba que de lo contrario estaba destinada a estallar causando más estragos que cualquier bomba nuclear o guerra militar. De hecho estalló.
Para los demócratas se trataba de permitir que todos pudieran realizar una elección cultural consciente, moral, personal y también política a través de la información, especialmente actuando en el Tercer y Cuarto Mundo de la pobreza, trasladado al Sur, aunque no solo ahí. Se trataba de permitir al individuo concebir de forma responsable nuevas vidas, y no condenarlo a procrear como las bestias, no solamente en la miseria sino desde la miseria, este es un ideal y una necesidad de humanismo civil y democrático; y de liberación radical y emancipación de la mujer. Las dos Iglesias vencieron en aquella triste batalla. Cientos de millones de personas exterminadas por el hambre, la miseria, las opresiones, los cataclismos, y mil millones de personas condenadas a seguirlas; éste es el precio fatal que la Tierra paga al fanatismo y a la intolerancia, además del desorden establecido al cual ha dado un formidable apoyo.
La barbarie de Pekín, de su política criminal, dirigida a imponer con el terror y la violencia, hoy, lo que ayer impedía con las mismas armas, nos debe inducir a combatir la política cómplice, cínica, suicida de Occidente, que sacrifica a las poblaciones asiáticas como ayer sacrificaba las poblaciones del imperio europeo o africano entregándolas a Moscú, obedeciendo a los peores e inmediatos intereses de poder. A la Iglesia, como radicales, tal vez bastará que les contestemos en Polonia lo que en su día contestamos nosotros en la católica Italia: derrotando las pretensiones fanáticas y temporales con el 80 por ciento de los votos en un referéndum popular libre.
----
El Manifiesto de los Premios Nobel
Los abajo firmantes, mujeres y hombres del mundo de la ciencia y de las letras, cada uno de nosotros con una cultura, historia y religión distinta, galardonados por buscar, honrar y venerar la verdad en la vida y la vida en la verdad, para que nuestra obra sea un testimonio universal de diálogo, de fraternidad y de civilización común en la paz y en el progreso.
Nosotros, los abajo firmantes, dirigimos un llamamiento a todos los hombres y todas las mujeres de buena voluntad, a los poderosos y a los humildes, cada cual con sus responsabilidades, para lograr que cientos de millones de personas que agonizan a causa del hambre y del subdesarrollo, víctimas del desorden político y económico internacional que reina en la actualidad, puedan volver a la vida.
Está teniendo lugar un holocausto sin precedentes, cuyo horror abarca en un sólo año el espanto de las masacres que nuestras generaciones conocieron en la primera mitad de este siglo y que desborda por momentos el perímetro de la barbarie y de la muerte, no sólamente en el mundo, sino también en nuestras conciencias.
Todos aquellos que constatan, anuncian y combaten este holocausto están unánimemente de acuerdo en que el motivo principal de esta tragedia es de carácter político.
Es necesario crear una nueva voluntad política y una nueva forma de organizar esta voluntad, que tenga como objetivo prioritario superar las causas de este exterminio y evitar sus efectos.
Es necesario elaborar, escoger y realizar inmediatamente un método y un procedimiento adecuado, tanto si se trata de los ya existentes como de los que se puedan imaginar. Es necesario que un conjunto de proyectos convergentes y que correspondan a la pluralidad de las fuerzas, de las responsabilidades y de las conciencias los apoye.
Es necesario que las máximas autoridades internacionales, los Estados y los pueblos - tan a menudo mantenidos en la ignorancia sobre las posibilidades concretas de una política de vida y de salvación - tal y como reivindicaron angustiadas algunas de las máximas autoridades espirituales de la Tierra, actúen, uniéndose o unidas por la acción, con objetivos determinados, seguros y adecuados con el objeto de atacar y vencer la muerte que se extiende, acosa, y condena a gran parte de la humanidad.
Hay que sublevarse contra el falso realismo que incita a resignarse a una fatalidad, que en realidad es el producto de la política y del "desorden establecido".
Es necesario luchar de manera realista para que se realice lo posible en vez de desperdiciarlo - tal vez para siempre.
Es necesario que se conviertan en algo positivo esas modas y esos gestos de asistencia que tan fácilmente dejan la conciencia tranquila pero que no salvan a aquellos a quienes están destinadas, así como esas utopías crueles y estériles que sacrifican a los hombres de hoy en aras de un proyecto de hombre, y a la sociedad de hoy en aras de un proyecto de sociedad.
Es necesario que los ciudadanos y los responsables políticos elijan y voten, cada cual a su nivel, electoral o parlamentario, de gobierno o internacional, nuevas leyes, nuevos presupuestos, nuevos proyectos o nuevas iniciativas que sean inmediatamente puestas en práctica para salvar a millones de seres humanos de la malnutrición y del subdesarrollo y a cientos de millones de seres cada nueva generación, de la muerte a causa del hambre.
Es necesario que todos y cada uno de nosotros demos valor de ley al deber de salvar a los seres vivos y de no matar y no exterminar aunque sea por inercia, por omisión o por indiferencia.
Los poderosos de la tierra son responsables, pero no son los únicos.
Si los que no tienen ni el poder ni las armas no se resignasen a la apatía; si fueran cada vez más los que declarasen no obedecer ninguna otra ley que la ley fundamental de los derechos humanos y de los pueblos, que es ante todo el Derecho y el derecho a la vida; si éstos mismos se organizasen y utilizasen sus pocas pero duraderas armas - las armas de la democracia política, las grandes acciones no violentas, al estilo de Gandhi - proponiéndose e imponiendo posibilidades y objetivos cada vez más delimitados y adecuados; si todo ésto sucediese, nuestra época dejaría de ser una época catastrófica. Y ya no sería una posibilidad sino una certeza.
Nuestro saber no puede limitarse únicamente a contemplar impertérritos e irresponsables el trágico final que se avecina.
Nuestro saber, que nos dice que la humanidad corre peligro de muerte, debe ser ciencia de la esperanza y ciencia salvadora, sustancia de las cosas en las que creemos y confiamos.
Si los medios de información, si los poderosos que nos han querido honrar con las muestras de agradecimiento con las que nos han agasajado consienten en escuchar y en hacer escuchar en esta ocasión nuestra voz, nuestra obra, así como la de todos aquellos que actúan por una misma causa, si mujeres y hombres supieran, si se les informase, no nos cabe la menor duda de que el futuro sería diferente de ese que hoy por hoy se muestra indefectible.
Pero sólo en ese caso.
Es necesario tomar una decisión, actuar, crear, vivir y hacer vivir.
El Manifiesto-LLamamiento firmado por los Premios Nobel:
Vicente Aleixandre (Literatura 1977), Hannes Alfven (Física 1970), American Friends Service Committee (Paz 1947), Philip Anderson (Física 1977), Christian Anfinsen (Química 1972), Kenneth Arrow (Economía 1972), Julius Axelrod (Medicina 1970), David Baltimore (Medicina 1975), Samuel Beckett (Literatura 1969), J. Georg Bednorz (Física 1987), Saul Bellow (Literatura 1976), Baruj Benacerraf (Medicina 1980), Gerd Binning (Física 1986)
Baruch S. Blumberg (Medicina 1976), Heinrich Boll (Literatura 1972), Norman E. Borlaug (Paz 1970), Daniel Bovet (Medicina 1957),
Willy Brandt (Paz 1971), Joseph Brodsky (Literatura 1987), Bureau International de la Paix (Paz 1970), Elias Canetti (Literatura 1981), Owen Chamberlain (Física 1959), Subrahmanyan Chandrasekhar (Física 1983), Stanley Cohen (Medicina 1986), Mairead Corrigan (Paz 1976), André Cournand (Medicina 1956), Jean Dausset (Medicina 1980), Gérard Debreu (Economía 1983), John Carew Eccles (Medicina 1963), Odysseus Elytis (Literatura 1979), Ernst Otto Fischer (Química 1973), Paul John Flory (Química 1974), William A. Flowler (Física 1983), Alfonso G. Robles (Paz 1982), Sheldon L. Glashow (Física 1979), William Golding (Literatura 1983), Ragnar Granit (Medicina 1967), Roger Guillemin (Medicina 1977), Haldan Keffer (Física 1964), Hartline (Medicina 1967), Odd Hassel (Química 1969), Dudley Hershbach (Química 1986), Gerhard Herzberg (Química 1971), Dorothy Hodgkin (Física 1979), Robert Hogfsadter (Química 1964), David Hubel (Medicina 1981), François Jacob (Medicina 1965), Brian Josephson (Física 1973), Alfred Kastler (F
ísica 1966), Lawrence R. Klein (Economía 1980), Georges Kohler (Medicina 1984), Polykarp Kusch (Física 1955),Yuan Tseh Lee (Química 1986),
Jean Marie Lehn (Química 1987), Rita Levi Montalcini (Medicina 1986), Wassily Leontief (Economía 1973), Salvador Luria (Medicina 1969), André Lwoff (Medicina 1965), Sean Mc Bride (Paz 1974), Cweslaw Milosz (Literatura 1980), César Milstein (Medicina 1984), Franco Modigliani (Economía 1985), Eugenio Montale (Literatura 1975), Rudolf Massbauer (Física 1961), Nevill Mott (Física 1977),
Gunnar Myrdal (Economía 1974), Daniel Nathans (Medicina 1978), Louis Neel (Física 1970), Marshall Nirenberg (Medicina 1968), Philip Noel-Baker (Paz 1959), Severo Ochoa (Medicina 1959), Linus Pauling (Química 1954 y Paz 1962), Arno Penzias (Física 1978), Adolfo Pérez Esquivel (Paz 1980), John Polanyi (Química 1986), Rodney R. Porter (Medicina 1972), Ilya Prigogine (Química 1977), Quaker Peace and Service (Paz 1947), Isidor Isaac Rabi (Física 1944), Tadeus Reichstein (Medicina 1950), Burton Richter (Física 1976), Heini Rohrer (Física 1986), Carlo Rubbia (Física 1984), Martin Ryle (Física 1974), Anwar El Sadat (Paz 1978), Andrei D. Sacharov (Paz 1975), Abdus Salam (Física 1979), Frederik Sanger (Química 1958 y 1980), Arthur Schawlow (Física 1981), Jaroslav Seifert (Literatura 1984), Kai Siegbahn (Física 1981), Claude Simon (Literatura 1985), Robert M. Solow (Economía 1987), Albert Szent Gyorgy (Medicina 1937), Henry Taube (Química 1983), Hugo Theorell (Medicina 1955), Jan Tinbergen (Economía 1969), Nikolaas T
inbergen (Medicina 1973), Sir Alexander Todd (Química 1957), Susumu Tonegawa (Medicina 1987), Charles Hard Townes (Física 1964), Desmond Tutu (Paz 1984), Simon Van Der Meer (Física 1984), Ulf von Euler (Medicina 1970), George Wald (Medicina 1967), Lech Walesa (Paz 1983), Ernest Walton (Física 1951), James Dewey Watson (Medicina 1962), Patrick White (Literatura 1973), Elie Wiesel (Paz 1986), Torsten Wiesel (Medicina 1981), Maurice Wilkins (Medicina 1962), Betty Williams (Paz 1976).