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Il Partito Nuovo - 1 luglio 1991
Armas: se necesita un nuevo régimen

SUMARIO: En virtud de la moción - de la cual publicamos el dispositivo - presentada por un grupo muy amplio, aprobada por la Cámara de los Diputados italianos el 14 de mayo de 1991 por una mayoría casi absoluta (350 favorables, 9 contrarios, 3 abstenidos) el gobierno debe comprometerse a trabajar para la creación de un régimen internacional o, en alternativa, de un cartel de países productores que impida transferir a los países en desarrollo los mayores sistemas de armas convencionales y, especialmente, los medios de destrucción de las masas, así como la tecnología y las componentes necesarias para su fabricación.

(El Partido Nuevo, n.2, julio 1991)

La Cámara obliga al Gobierno a:

1) empeñarse en todas las sedes, sobre todo en las Naciones Unidas, para la creación de un régimen internacional, o de un cartel de productores, que impida la proliferación de los mayores sistemas de armas convencionales, así como de la tecnología y componentes necesarias para su fabricación. Este régimen o cartel, análogamente a lo previsto por el Tratado de no Proliferación nuclear, debería ofrecer incentivos y garantías de transferencias de tecnología civil (simultáneamente a la creación de salvaguardias encaminadas a impedir su diversión para fines militares), así como ayudas económicas a los Países en desarrollo que renuncien a adquirir sistemas mayores de armas convencionales y la tecnología correspondiente. Transferencias de tecnología civil y ayudas económicas deberían dirigirse en manera prioritaria a aquellos Países en desarrollo que reduzcan sus gastos militares y ajusten su política nacional a los principios de la democracia y respeto riguroso a los derechos humanos;

2) empeñarse en todas las sedes para que sea atribuido a las Naciones Unidas el poder de control y sanción, también mediante la creación de un específico tribunal internacional u otros instrumentos adecuados, en lo tocante a la transferencia de los sistemas mayores de armas convencionales;

3) tomar en consideración la creación de un régimen, o de un cartel, contra la proliferación de los sistemas mayores de armas convencionales como una etapa intermedia hacia el objetivo del desarme generalizado y completo de todos los Estados;

4) empeñarse en todas las sedes para respaldar los regímenes ya existentes contra la proliferación de las armas para el exterminio de las masas, especialmente en vista de las citas que se dan a continuación: la tercera conferencia de revisión de la Convención sobre las Armas Bacteriológicas, que se celebrará en 1991; la quinta y última conferencia de revisión del Tratado de No-Proliferación nuclear que tendrá lugar en 1995;

5) empeñarse en todas las sedes, sobre todo en la Conferencia sobre el Desarme de Ginebra, para que se concluya y subscriba la Convención relativa a la Prohibición del desarrollo, producción y posesión de las Armas Químicas;

6) empeñarse en todas las sedes, sobre todo en las Naciones Unidas, para realizar un mejor sistema de control sobre la exportación de productos de elevada tecnología destinados a la producción de armas químicas, bacteriológicas y nucleares;

7) empeñarse en todas las sedes para la abertura de negociaciones regionales, en primer lugar en la región del oriente medio, basadas en el patrón de la CSCE, es decir, negociaciones capaces de tratar y solucionar los nudos y problemas de la democracia y de los derechos politicos en los varios Estados, del desarme, del control de los armamentos, de la deuda y de la cooperación en las relaciones entre los Estados;

8) someter al Parlamento, dentro de seis meses, un informe sobre las medidas adoptadas con relación a los compromisos arriba indicados.

 
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