INTERVENCION DEL LIDER RADICAL MARCO PANNELLA CONTRA EL JEFE DEL ESTADOSUMARIO: Ante el comportamiento del Presidente de la República italiana, Francesco Cossiga, quién, según gran parte de la doctrina jurídica, configura un continuo atentado contra la Constitución, la mayoría de los partidos guarda silencio. No merece estima ninguna su comportamiento de complicidad - afirma Pannella - menos que el de Cossiga. Es necesario desafiarle, incluso formalmente, para que interrumpa sus inconstitucionales "exteriorizaciones ante el pueblo".
(IL MANIFESTO, domingo 11 de agosto de 1991)
Hay momentos, en la historia política o simplemente en la de las personas, en las que es necesario escoger si no se desea simplemente que nos escojan las cosas o los demás. Gran parte de la doctrina jurídica, interpretando la letra y el espíritu de la Constitución, nos indica que el Presidente de la República italiana, Francesco Cossiga (1), está perpetrando con absoluta determinación, desde hace por lo menos un año, día tras día, un atentado contra la Constitución (2), contra la República, fallando al juramento de fidelidad que pronunciara. Ahora bien, o esto es verdad o esto es mentira. Todos los partidos salvo Rifondazione Comunista, todos, el Pds, los Verdes, los llamados laicos, consideran que no es cierto o hacen ver como si no lo fuese. Yo considero, con la mayor parte de mis compañeros radicales (aunque no con el Pr que le va a dedicar una parte de su Consejo Federal a este tema) que es necesario y tal vez posible, salvar la ley, la constitución, acabar con los que pisotean y matan.
Si nos hallamos ante una delito in flagrante tan grave, lo que hay que hacer es interrumpirlo, ponernos de parte de la ley y no solo de las víctimas que asienten, con los hechos, ante quién les ataca.
Si las "exteriorizaciones" (3) ante "el pueblo" son anticonstitucionales, son el medio fundamental del atentado, es necesario - por ejemplo - que los órganos de información no las resalten con bombo y platillo.
Si la acción penal es obligatoria, es necesario obligar al cuerpo judicial a que no sea cómplice determinante de los atentados contra los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, tal y como ha sucedido hasta ahora y cada vez más. En vez de quedarnos todos como moscas alrededor de la miel y la hiel, presidencial y delictiva, lo que hay que hacer es informar, informar e informar sobre la realidad jurídica y política de lo que se está llevando a cabo. O acaso no existen, En Italia, hoy por hoy, ni tan siquiera 11 constitucionalistas que correspondan a los 11 profesores de universidad que no le juraron fidelidad al Fascismo?
Los Violante, los Rodotà, los Onorato, que desde hace muchos meses hubiesen podido defender su honorabilidad presentando querella contra el Presidente de la República Cossiga, arrastrándolo ante el tribunal, no lo han hecho ni lo hacen.
Por mi parte no siento ninguna estima por ellos y su comportamiento (en cualquier caso "sólidamente" motivado), incluso menos que por el presidente Francesco Cossiga, de la misma manera que tampoco la siento por toda la política relacionada con el Partido democrático de la izquierda, equivalente a la inconfesable, de colaboración con el Estado piduista (4) y violento, que utilizó a las Brigadas Rojas (5) y a los terrorismos, protegiéndoles, agigantando la cuestión, por tal de afirmar definitivamente el consociativismo partidocrático, y un concepto tardo-fascista de la ley.
El presidente Cossiga está jugando un partido dramático, tal vez trágico, con absoluta evidencia, lealtad, incluso con una pizca de ferocidad provocadora, riéndose del "rey desnudo" de los sistemas de poder partidocráticos, ridiculizándolos cada día, afirmando temerariamente su supremacía entre ellos, y, por lo tanto, contra ellos.
Se oye soltar como si tal cosa: "se no, ciccia!! (6). Con un golpe de Estado moderno, Cossiga se ha apoderado de los medios de comunicación de masas, empezando por los públicos, él a quién la Constitución le prohibe de forma implícita pero sin vacilar que se dirija "al pueblo", que se meta en política, que interfiera hasta anularla con la esfera de autonomía del Ejecutivo, el Legislativo y el Jurídico.
En teoría, lo que hoy tal vez cuenta más que nada para quiénes tengan suficiente conciencia, quién colabore con este golpe de Estado es cómplice; comete, omite sea cual fuere su comportamiento.
Llegado a este punto, permítanme darle las gracias a Cossiga por los años de amistad que nos unen; cada vez más, creo, incluso debido (y de buen grado) a estos acontecimientos. Siento, en cierto modo, que lo haya hecho y lo siga haciendo en público pues porque su única obligación es: callarse. Pero se lo agradezco. En el fondo al igual que Mussolinni (7) que le dijo a su "prensa" (por aquel entonces Ovra) que no le hiciese daño a Nenni (8). Añadiendo, tal vez, un no convencido: "De todas maneras no cuenta (traduzco para el hoy: "ni tiene que contar") nada".
Por mi parte, me comprometo a llevarle naranjas (9), y amistad. En la cárcel en la que, por lo que se refiere a mi conciencia y responsabilidad de ciudadano, de representante de la nación, de persona, Cossiga ya tiene un sitio guardado, y que acabará por ocuparlo. Como representante el más estricto, el más vigoroso, el más loco, por lo tanto, del régimen partidocrático que ha usurpado la historia de la posible democracia italiana. Y que, hoy, intenta perseguir y salvar finalmente, él, con el rostro y con la conciencia al descubierto.
Al amigo, por lo tanto le repito: traidor por amor y por afirmación de conciencia, al estilo Tomás Moro (y no Aldo (10), asesinado no por "grandes razones" sino con repugnantes medios), o golpista desesperado que se droga día a día en un trágico juego, en el que todos acabaremos por perder.
Lo que queda por hacer es enviarle al presidente de la República una buen desafío, con las debidas formas, para que se calle, tal y como debe.
N.d.T.
(1) COSSIGA FRANCESCO . (Sassari 1928) Presidente de la República italiana desde 1985 hasta 1992. Diputado desde 1958, fue posteriormente subsecretario (1966) y Ministro (1974). Ministro del Interior (1976-78) en la época del secuestro de Aldo Moro, presentó su dimisión cuando se descubrió el cuerpo del estadista asesinado. Jefe del Gobierno (1979-80). Como presidente de la república, en la segunda parte de su mandato ha hecho de todo para que cambiase la Constitución italiana, abandonándose a feroces polémicas con la mayor parte de los exponentes políticos y sobrepasando los límites establecidos por la ordenación constitucional. Por estas razones fue denunciado por Marco Pannella en agosto de 1991, por delito de atentado contra la constitución.
(2) Francesco Cossiga, presidente de la República, alejándose de las competencias de su cargo, tras cinco años de rotundo silencio, a finales del 89 empezó a ofrecer declaraciones desconcertantes cada dos por tres. Sus acusaciones van dirigidas básicamente contra los comunistas (PDS) e incluso contra el que durante tanto tiempo fuese su propio partido: la Democracia Cristiana. Sus declaraciones han propiciado ríos de tinta y discusiones inacabables. Cossiga empezó a "esternare" (exteriorizar) inmediatamente después de la caída del muro, a finales de 1989, cuando el Partido Comunista Italiano (PCI) decidió transformarse en Partido Democrático de la Izquierda (PDS).
(3) En italiano "esternazioni", la verborrea de Cossiga.
(4) P2 . Nombre de una Logia masónica, cuyos miembros estaban encubiertos por el secreto. Su jefe era Licio Gelli. Indicada como el lugar en el que se tramaron oscuras maniobras políticas y se movieron grandes escándalos financieros. En 1981 fue disuelta por decisión del gobierno. Sus miembros sufrieron casi todos ellos una larga cuarentena política y social.
(5) BRIGADAS ROJAS . (Conocidas con las siglas BR). Organización terrorista clandestina de extrema izquierda, nacida en Italia en 1969. Proclamando la revolución obrera, intentó abrir frentes de revuelta armada contra el Estado y el sistema político, reivindicando los atentados, heridos, secuestros, homicidios de políticos, periodistas, magistrados y dirigentes industriales. Tuvo por líder a Renato Curcio. En 1978 secuestró y asesinó a Aldo Moro.
(6) En cierta ocasión Cossiga utilizó esta expresión, bastante de argot para un presidente: "se no, ciccia!!, que viene a querer decir: «y si no a la porra! o «ya se lo montarán! ..
(7) MUSSOLINI BENITO . (Predappio 1883, Giulino di Mezzegra 1945). En un principio socialista, director de "L'Avanti" (1912 - 14). Intervencionista, expulsado del Partido socialista, fundó el periódico "Il Popolo d'Italia" y tras la guerra los Fascios de Combate. Tras la llamada Marcha de Roma (28 de octubre de 1922) se convirtió en Jefe del Gobierno. Tras 1925 suprimió libertades políticas y constitucionales. Se alió en 1939 con la Alemania nazi, hizo intervenir en la guerra a una Italia que no estaba preparada para ello. El 25-25 de julio de 1943 fue desautorizado por el Gran Consejo del Fascismo y fue arrestado por el rey Víctor Manuel II. Liberado por los alemanes, creo la República Social Italiana. Arrestado por los partisanos, fue ajusticiado por los mismos.
(8) NENNI PIETRO . (Faenza 1891 - Roma 1980). Político italiano. En sus comienzos fue republicano, posteriormente a partir de 1921 socialista. Director del periódico del partido, "L'Avanti", exiliado en Francia, en 1930 fue artífice de la reunificación de los sectores socialistas y, en 1934, del pacto de unidad de acción con el Partido comunista Italiano (PCI). Secretario del PSI en 1943 y desde 1949 hasta 1964, vicepresidente del Consejo (1945) y Ministro de asuntos exteriores (1946-47). Creador del acuerdo orgánico con el PCI, sufrió la derrota electoral de 1948. Premio Lenin de la paz, asumió progresivamente una postura autonomista y en los años 60 luchó por un gobierno de centro izquierda con la Democracia Cristiana (DC); con el centro izquierda fue vicepresidente del Consejo (1963-68) y ministro de asuntos exteriores (1968-69). Senador vitalicio en 1970.
(9) lo de las naranjas viene de la expresión: "ya te llevaré naranjas" (a la cárcel - se sobreentiende - cuando te metan).
(10) MORO ALDO . (Maglie 1916 - Roma 1978). Político italiano. Secretario de la Democracia cristiana (1959-65). Artífice de la política de centro izquierda. Ministro en repetidas ocasiones, Presidente del Consejo (1963-68, 1974-76). A partir de 1976 presidente de la democracia cristiana (DC). Preconizó el acercamiento del Partido Comunista Italiano (PCI) al gobierno delineando al hipótesis de una "tercera fase" (tras la del "centrismo" y la del "centro izquierda") del sistema político. Secuestrado por las Brigadas Rojas en Roma, el 16 de marzo de 1978, fue encontrado muerto el 9 de mayo del mismo año.