SUMARIO: El inglés, que en la actualidad se encuentra en la posición de lengua franca mundial, amenaza destruir en unas pocas generaciones la existencia de todas las demás lenguas. Sólo una lengua sobrenacional, neutra y diseñada para la comunicación universal y sobre todo europea, puede cumplir con este objetivo sin que las demás lenguas y culturas corran el riesgo de desaparecer, según afirman los esperantistas. Esta opinión puede ser compartida o rechazada, pero lo que no se puede tolerar es que sólo una minoría se dé cuenta de que también el problema de la comunicación lingÜística es un problema de democracia. El Partido Radical quiere ser un instrumento de acción transnacional para aquéllos que creen en el federalismo, en la democracia, en el derecho y en la no violencia, extendiéndose a los diferentes niveles lingÜísticos y culturales.
(El Partido Nuevo, n.4, Septiembre 1991)
Proyecto del Manifiesto
Existe un problema relacionado con la democracia y su afirmación: la comunicación universal y sobre todo europea sin arriesgar la existencia de las demás lenguas. Sólo una lengua planificada y neutra puede cumplir con este objetivo. El esperanto cuenta con una literatura cuantiosa, tanto traducida como original. Sobresale también la cantidad de comunicación verbal en los coloquios internacionales, en las reuniones de estudio, en los Centros de cultura esperantista, en las relaciones humanas e incluso familiares.
Una lengua viva en la posición hegemonizadora de lengua franca europea y mundial, tal como es hoy la lengua inglesa, amenaza directamente la destrucción de las demás lenguas en unas pocas generaciones.
El latín, por ejemplo, destruyó las lenguas autóctonas de la Europa antigua así como las lenguas de los pueblos blancos, que colonizaron el nuevo mundo, destruyeron las hablas indígenas de las dos Américas: en estos dos casos, el tiempo necesario fue mayor sólo porque la comunicación internacional era embrional y sobre todo, no existían los medios de comunicación de los cuales disponemos hoy.
Sin embargo, el ejemplo del latín indica también la solución del riesgo de una desaparición universal de las lenguas ya amenazadas. Al dejar de ser la lengua de un Imperio y transformándose en una lengua muerta (y en este sentido, »artificial y no hablada como lengua materna por nadie), el latín desempeñó durante siglos el papel de lengua de la cultura (y no sólo de lengua auxiliar) sin obstaculizar el desarrollo y la afirmación de las lenguas vulgares.
Por lo tanto, sólo una lengua planificada y neutra puede servir para la comunicación universal y antes de todo europea. Más de cien años de experiencia comprueban que sólo el esperanto hoy está preparado para conseguir este objetivo. Este cuenta con una cuantiosa literatura tanto original como traducida. Asimismo sobresale la cantidad de comunicación verbal en los coloquios internacionales, en las reuniones de estudio, en los Centros de cultura esperantista y a nivel de relaciones humanas, hasta familiares.
Cabe recordar también que es una lengua extremadamente fácil y de carácter sobrenacional que ni favorece ni discrimina a nadie y pone a todos en el mismo plano. Ya no existirían pueblos privilegiados que al imponerle al mundo su lengua, no estarían obligados a aprender otra, ni clases privilegiadas que disponen de los medios costosos para aprender una lengua difícil y complicada tal como es la lengua inglesa.
Sin embargo, una lengua franca no se impone como tal por sus méritos prácticos o éticos. Esta es el resultado de un debate político-cultural encaminado a tomar conciencia del alcance del problema y de un poder político capaz de afirmarla. Por lo tanto, el logro de la unidad política de Europa es la condición esencial para que el esperanto pueda afirmarse.
Estamos por consiguiente enfrentando un dilema. Por un lado la unidad política de Europa no se ha realizado y se necesitará todavía un poco de tiempo antes de contar con un gobierno, un parlamento y un sistema federal continental, poseedores del poder y la fuerza para imponer soluciones tales como la esperada por nosotros que, por otra parte, está siendo obstaculizada por los prejuicios y las incomprensiones. Por el otro, es necesario actuar inmediatamente porque los peligros de la desaparición universal de las lenguas son siempre más graves y cada retraso podría ser fatal llevándonos a »un problema sin solución .
Sin embargo, existe una salida a este dilema: un primer paso, pero decisivo, que puede y debe darse en seguida. Varios experimentos llevados a cabo en lugares y tiempos diferentes - y hoy en día estudiados y cuantificados científicamente por el Instituto de Cibernética de la Universidad de Paderborn, en Alemania - demuestran que, por su racionalidad y simplicidad, el conocimiento preliminar del esperanto representa para los niños que se inician en el estudio de las lenguas nacionales, un instrumento insustituible para aprender mejor y más rápidamente, después de dos años, dichas lenguas.
Por otra parte, en muchos países, está por introducirse la enseñanza de una lengua extranjera desde la escuela primaria. Por lo tanto, es este el momento para adoptar en dicho foro el esperanto como instrumento y medio, esperando que mañana pueda ser escogido también como objetivo.
Decidiendo de extender a todos, desde la más corta edad, el estudio de una lengua extranjera, Europa está por realizar, o ya realizó, la elección de política cultural más importante del siglo entero. Dicha elección puede desembocar en la desaparición de nuestras lenguas y culturas es decir del pluralismo que constituye la »identidad misma de Europa, o, en cambio, en el primer paso decisivo para solucionar el problema de la comunicación internacional justa y racionalmente, respetando todas las culturas a través de la introducción del esperanto propedéutico.
Las autoridades nacionales y europeas competentes deberían dar pronto por lo menos este primer paso. Esto no significa por supuesto renunciar al objetivo final y más ambicioso, sino proponer una solución moderada, razonable e inmediatamente viable, que no puede no ser aceptada hasta por los enemigos de aquel objetivo más lejano. Sería una solución que permitiría llevar a cabo experimentos adicionales y oportunos para luego adoptar una decisión definitiva »ex informata conscentia .
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Comunicar en Europa
SUMARIO: El mercado único de 1993, aun debido a la no comunicación entre los europeos, corre el riesgo de ser una etapa retrasada, retórica y antidemocrática en el proceso de integración europea; favorece a quienes se han organizado desde hace tiempo en la comunicación internacional, aceptando el poder y el monopolio linguistico impuesto por los países de lengua anglosajona. Sin embargo puede el poder comunitario aceptar una imposición parecida, sabiendo que una opción distinta, democrática y sobrenacional, contaría con un mercado de 350 millones de personas?
(El Partido Nuevo, n.4, Septiembre 1991)
Un suceso importante interesará dentro de poco tiempo a los pueblos de gran parte de Europa, es decir el probable inicio de una verdadera unidad económica. Esta representará un empuje, tal vez decisivo, para alcanzar aquella unidad política que cabe entre los votos de quienes creen en el futuro del Continente.
Entre los problemas fundamentales a solucionar para la creación de la unión política europea, toca enfrentar el de la comunicación entre personas que hablan idiomas diferentes. Estas dificultades obligarán a la mayoría de los ciudadanos comunitarios, ya a partir de 1993, a desempeñar exclusivamente el papel de consumidores pasivos, dejando a quien no posee suficiente dinero para »consumir en una soledad y una crisis aún mayor, impidiendo una real mobilidad de todos los trabajadores europeos en el territorio entero. Luego estas dificultades inevitablemente aumentarán también a causa de los flujos migratorios y de la consolidación de la democracia en todo el continente. Cada pueblo cree justamente que su patrimonio cultural y por lo tanto su idioma, deba ser salvaguardado. Esto no pasaría si una de las lenguas de la Comunidad fuera elegida oficialmente o monopolizara de hecho la comunicación europea. Todas las demás lenguas, en este caso, tendrían espacios cada vez más reducidos y correrían el riesgo real de
desaparecer incluso a breve plazo. La sustitución de un monopolio linguistico con un oligopolio linguistico, así como sugerido por el »Programa Lengua de la Comunidad Europea, significaría garantizar el poder político y cultural de algunas lenguas respecto a otras, sin llegar a la libertad de mercado también a nivel lingÜístico con adecuadas leyes antitrust y sin llevar a cabo una verdadera comunicación entre los europeos. Sin embargo, además de la necesidad de una comunicación directa sin privilegiar a algunos pueblos respecto a otros, existe también la necesidad de construir un verdadero civismo europeo, abierto también a la extensión de la Comunidad a otras regiones.
Es preciso brindar a la humanidad el objetivo de una comunicación paritaria, al alcance de todos, junto con la adquisición de una verdadera conciencia cívica sobrenacional: la realidad cultural de la comunidad esperantista demuestra que esto es posible. Por qué no proponer el esperanto como segunda lengua capaz de facilitar en la manera más eficiente la integración democrática de Europa y asimismo ahorrar tiempo y recursos? Esto permitiría el nacimiento de una cultura europea original con una identidad realmente sobrenacional y garantizaría la integridad y el desarrollo de las etnías individualmente consideradas. Y constituiría también el presupuesto esencial para llegar a una rapidísima constitución política de los Estados Unidos de Europa, seguramente más rápida que la vía económica hasta ahora perseguida desde el año 1950.