SUMARIO: Se trata, bajo forma de comunicado de prensa, de un auténtico artículo en el que se analizan por partes las responsabilidades de la Comunidad Europea, y de los "Doce Estados" que la componen, con respecto a la crisis yugoslava: Lord Carrington, el "mediador", se comporta como Chamberlain y Churchill en tiempos de Munich y de la rendición ante el nazifascismo. Pannella anuncia haber emprendido una "acción no violenta de ayuno indefinido" en favor del reconocimiento inmediato de Croacia y Eslovenia, y en pro de la defensa de los derechos del pueblo albanés de Kosovo.

(NOTIZIE RADICALI agencia, 7 de octubre de 1991)

La Comunidad Europea es hoy heredera de la Europa de la vergüenza y de la traición que, en los años treinta, fue cómplice del fascismo alimentándolo, del nazismo y, en los años cuarenta y los que siguieron, del comunismo.

Esta Comunidad cada vez es más antidemocrática en sus mismísimas estructuras, al estar el Parlamento despojado de sus funciones naturales, y el Ejecutivo mero momento burocrático, mientras que los Doce Estados Nacionales están demoliendo la construcción comunitaria haciendo de Bruselas una suerte de puntoo de compensación de sus exigencias, en donde predominan intereses y vicios de las tradicionales y frustradas Cancillerías: la francesa y la británica, a la cabeza.

La Comunidad Europea, y los Doce Estados que la descomponen, es actualmente cómplice de la obra criminal del Ejército que se da en llamar "yugoslavo", Ejército, en primer lugar, "golpista", bolchevique, racista, chauvinista, en sintonía con el poder autoritario serbio del Presidente Milosevic.

La Comunidad se sitúa como mediadora entre agresores y agredidos, entre golpistas y legalistas, entre racistas y demócratas, entre asesinos y asesinados.

En La Haya, Lord Carrington demuestra actuar como heredero de aquella parte del mundo conservador británico que con Chamberlain inspiró y condujo la política de Munich y con Churchill declaraba: "Si fuese italiano sería fascista", a quienes Stalin y sus sucesores preferían "por su realismo" a los socialdemócratas y a los laboristas. Pero la Internacional Socialista, hoy, defiende las mismas posturas. La "democracia real" está tomando distancias de la democracia a un ritmo que salió, en determinados momentos, de un humanismo socialista y "socialismo real".

El Partido Radical, transnacional y transpartido, denuncia la complicidad europea, y la italiana, con la opresión de las poblaciones albanesas de Kosovo, con la ocupación de más del 40% del territorio croata, con las tropas golpistas y racistas que se hallan a pocos kilómetros de Zagreb, que han conquistado para Serbia una salida al mediterráneo, que han destruido centros históricos dálmatas, croatas, istrianos, y que están brindando un "modelo" para superar el "desorden democrático" incluso en otros países, en Rumania, y en la mismísima URSS.

El Partido Radical denuncia el comportamiento de la prensa italiana que, en sus editoriales y en los artículos de sus enviados especiales, a menudo defiende posturas correctas y justas, mientras que se esfuerza totalmente por desinformar, censurar, sabotear, toda acción política concreta, italiana y europea, coherente con dichas denuncias.

Por lo que a mí se refiere, vuelvo a la acción no violenta de un ayuno indefinido, para el reconocimiento de las soberanías nacionales de Croacia, de Eslovenia, de Macedonia, de los derechos humanos y políticos, constitucionales y democráticos del pueblo albanés de Kosovo.