SUMARIO: Los ciudadanos de la ciudad croata de Osijek solicitan a los gobiernos y a los parlamentos de los países que participan en la CSCE que intervengan para impedir la destrucción y la ocupación de su ciudad por parte el ejército golpista.
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Como responsables civiles y militares y como ciudadanos de Osijek, como personas que han querido compartir la suerte de esta ciudad, lanzamos un llamamiento a los Jefes de Gobierno, a los Parlamentos de los países participantes en la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa para que los países democráticos no asistan indiferentes al desgarro y a la violencia contra las personas, las cosas y las condiciones mismas de la convivencia cívica en esta ciudad.
Desde mayo de 1991, Osijek se halla sometida a violencias inauditas por parte de un ejército declaradamente golpista y exento de todo tipo de legitimidad constitucional: la gran mayoría de sus habitantes se ha visto obligada a huir tras meses de continuos bombardeos y los que quedan se ven obligados a vivir en los sótanos y en los refugios; 3.500 personas han sido heridas y 650 han sido asesinadas, la mitad de ellas población civil; gran parte de las viviendas, de los servicios y de las estructuras productivas ha sido gravemente dañada o destruida.
La continua presión militar en la ciudad hace pensar que existe, por parte de los agresores, la voluntad de ocupar, tras Vukovar, también Osijek antes del 15 de enero para poner a la Comunidad internacional ante un hecho consumado.
Todo ello tiene lugar en el corazón de Europa, con la violación más patente de los principios constitutivos de la CSCE.
Con dolor asistimos a la ausencia de intervenciones eficaces para frenar al agresor y desalentar las voluntades de opresión.
En nuestra misma condición se hallan gran número de ciudades croatas y, si no se impide que se imponga la ley del más fuerte, sucederá lo mismo en otros lugares de la ex-Yugoslavia.
Consideramos que la conciencia europea no puede seguir sufriendo y tolerando. Sería un precedente gravísimo, con reflejos muy peligrosos incluso en lo que se refiere a las demás repúblicas y provincias de la ex-Yugoslavia, si la comunidad internacional tolerase que la pura fuerza militar pueda imponer con la violencia y con los siniestros su propia voluntad contra las decisiones adoptadas democráticamente por algunas repúblicas.
No nos cabe la menor duda de que se hallan en juego, al igual que los nuestros, los derechos de democracia y de libertad de las poblaciones serbias, de las de Kosovo, Bosnia Herzegovina, Montenegro, de todos aquellos que se ven obligados a asesinar y ser asesinados en nombre de un malentendido sentido de la nación y de pretensiones y aspiraciones hegemónicas.
Por ello solicitamos que cada cual en el marco de sus responsabilidades haga lo posible para que se reconozcan inmediatamente las Repúblicas que libremente han decidido ser independientes y que dictaminen el carácter agresivo de la guerra llevada a cabo contra las personas y las cosas de la República de Croacia.
Solicitamos, en especial, a los Parlamentos que garanticen sin más demora la presencia de delegaciones calificadas en Osijek y en las demás ciudades croatas más afectadas por la guerra para desalentar la agresión militar y servir de testimonio de la voluntad común de construir una Europa unida, basada en el derecho y en el respeto de los derechos humanos.
Primeros signatarios del "llamamiento de Osijek"
Zlatko Kramaric - alcalde de Osijek - profesor de literatura.
Srecko Lovrincin - presidente de la Junta municipal de Osijek,
profesor de arquitectura.
Branko Roso - vicepresidente de la Junta municipal -
economista
Adam Mestrovic - asesor de enseñanza - profesor.
Zoran Gucunski - asesor cultural - economista.
Josip Valincic - diputado del Parlamento croata, elegido en
Osijek, inscrito al Pr
Vlastimir Kusik - Director del museo de arte moderno de Osijek,
inscrito al Pr
y otros 246 signatarios.