SUMARIO: Duro y riguroso análisis de la situación en la Antigua Yugoslavia, errores de Cyrus Vance y del ministro Koutchner: "No se trata de sacar a los niños de Sarajevo, sino en todo caso de llevar "a Sarajevo a sus propios niños, entre los agredidos ...". Así pues, cabe reconocer inmediatamente las nuevas realidades estatales que se han formado en la Antigua Yugoslavia y garantizarlas con pactos de asistencia mutua. Es necesario reconocer el pleno derecho a la autodeterminación del pueblo de Kosovo, etc.
(NOTICIAS RADICALES agencia, 4 de enero de 1992)
Zagreb, 4 de enero de 1992
Lo que ocurrió ayer a las 18 horas sirvió - al igual que en las treguas anteriores - para proseguir con la destrucción sistemática de la realidad económica, productiva, cultural y artística de Croacia. Para asesinar con bombardeos terroristas a hombres y mujeres inermes. Cyrus Vance miente, y sabe que está mintiendo.
Al igual que en los años treinta, asistimos a una falsa confrontación entre imbéciles y corruptos por una parte, y locos y criminales por otra. Para que la historia no se repita hasta el final, para que no paguen en primer lugar los pueblos inermes o engañados, y los demócratas, es necesario movilizarnos mientras estemos a tiempo.
Los moralistas de turno no son suficientes. El mismísimo Koutchner es ministro de una política antidemocrática y propia de la Europa de los años treinta.
No se trata de quitarles a los niños de en medio, para que así los agresores puedan matar a sus padres, y de esta manera quedarse fácilmente con la conciencia tranquila. En todo caso se trata de llevar a sus propios niños entre los agredidos, contra los opresores. Y presentar la dimisión de ministro de Munich.
Lo mismo sirve para ese tipo de "pacifistas" siempre equidistantes entre fascismo y antifascismo, que a lo largo de todo el siglo fueron cómplices de los agresores, para posteriormente acabar entre sus víctimas.
Nosotros comprendemos la política responsable, valiente y prudente del Presidente Tudjman. Pero nosotros no estamos en condiciones para poder decir claramente que las tropas de la ONU iban a ser enviadas aquí en servicio de la realpolitik del complejo militar, financiero-industrial, no del derecho y de los derechos. En complicidad con la política racista, chantajista, fascista y paleo-bolchevique de Milosevic y compañía.
Es necesario llevar a cabo el reconocimiento inmediato y sin condiciones de las Repúblicas democráticas y que democráticamente se han declarado independientes de la política y del poder de Belgrado. Es necesario tutelar con pactos de asistencia mutua, inmediatamente, incluso a nivel bilateral, a las Repúblicas reconocidas, ante la guerra que un ejército golpista y fuera de la ley les impone.
Es necesario rechazar todo tipo de reconocimiento de la República de Serbia, se llame como se llame o se caracterice como se caracterice, si no adopta las leyes que Zagreb ha aprobado en defensa de las minorías y de los derechos del ciudadano.
Es necesario reconocer el pleno derecho a la autodeterminación del pueblo de Kosovo, no como obsequio a un principio abstracto demagógico e irresponsable, sino considerando la situación concreta histórico-política actual. Asimismo, la república de Kosovo tendrá que adoptar leyes en defensa de las minorías. Es necesario apoyar la lucha de liberación democrática del pueblo serbio, oprimido y obligado a la guerra por un régimen basado en el demagogo racista y nacionalista Milosevic y en un ejército cuyos jefes hay que condenar a nivel penal, internacional y político.
Es necesario internacionalizar inmediatamente el conflicto a nivel político con una oleada de hermandades por parte de ciudades europeas con las croatas - en primer lugar las que se hallan en primera línea, en pleno frente de agresión; con la prohibición del espacio aéreo croata los aviones "Serbios", con la financiación inmediata internacional de las carísimas leyes a favor de las minorías adoptadas en Zagreb; con la progresiva creación de "brigadas de la no violencia y del derecho" en servicio no violento y no armado de demócratas europeos en todos los frentes.
Es necesario derrocar democráticamente con las armas del derecho, de la tolerancia, pero también del rigor y de la intransigencia contra violentos, agresores, opresores, racistas, antidemócratas, el actual régimen de Belgrado.