SUMARIO: Es inimaginable que el sistema industrial informático se plantee el problema de introducir códigos otros que el americano para el intercambio informativo?
Es inimaginable plantear a nivel de los Parlamentos de Europa y del mundo el problema de la democracia lingÜística mundial como uno de los más importantes de nuestra época?
(EL PARTIDO NUEVO - Nº 5 - FEBRERO DE 1992)
Si nos fijáramos un poco más en los ordenadores que cada vez más se utilizan en el mundo, nos daríamos cuenta que para definir las letras escritas de nuestras lenguas, éstos adoptan algunos códigos numéricos procedentes del código estándar americano para el intercambio informativo: trátase de los códigos ASCII (American Standard Code for Information Interchange).
Letras y características de muchos idiomas han quedado fuera de dicho código y la reacción de muchos ha sido o ya es la de modificar sus propias lenguas, adaptándolas a ese código o, hasta, hacerlas parecidas al inglés desde el punto de vista de letras y acentos.
Es inimaginable que el sistema industrial se plantee el problema de introducir códigos diferentes? Por ejemplo, un »Código Mundial , quizás bajo la égida o financiado por la »United Nations Educational Scientific and Cultural Organization ?
El problema es que demasiado a menudo organismos tales como la ONU o la UNESCO resultan ser inadecuados para el papel que en vez deberían desempeñar. Y es cada vez más creciente la convicción de que »mundial sea sinónimo de »american .
Lo que ha pasado en la informática con los códigos ASCII está pasando en la comunicación entre los habitantes de la tierra por medio del inglés: los principales bancos de datos del mundo, por ejemplo, aceptan sólo noticias en lengua inglesa y lo mismo se aplica a las mayores agencias de prensa o televisión del mundo. Sin embargo, si la escritura de nuestras lenguas puede salvarse con los nuevos ordenadores de 16 o 32 bit, que permiten codificaciones mucho más numerosas, todavía lo que está pasando hoy con respecto a los medios de información es que sólo quien cuenta con los medios más poderosos puede ejercer su derecho de mensaje.
Uno de los fundamentos de la democracia es la necesidad de conocer para deliberar y esta situación amenaza hasta las raíces la posibilidad de una democracia mundial y de un federalismo planetario. No olvidemos asimismo que la conquista de espacios cada vez mayores por parte de la lengua hegemonizadora está turbando los equilibrios culturales del globo.
Hoy nuestros países deben enfrentarse no sólo con la contaminación ambiental de nuestro planeta sino también con su contaminación cultural: el peso del inglés, cuya fuerza se fundamenta en la supremacía americana, amenaza destruir en pocas generaciones las demás lenguas y culturas, con un ritmo mucho más veloz que el del latín en la Europa antigua o del español en la América centromeridional.
Es evidente que la tierra, al haberse convertido en una »aldea global , imponga el diálogo y la comprensión entre todos sus habitantes, aunque esto no será solucionado por el acto violento y aniquilador de una lengua imperial que fagocita todas las demás. Es el federalismo lingÜístico el que deberá ganar terreno. Este, igual que el federalismo político, deberá indicar el desarrollo de un nivel de comunicación realmente sobrenacional (y por consiguiente de ninguna nación o etnía) que defienda y promueva, en vez de destruirlas, las lenguas y las culturas de todos los pueblos. En otras palabras, la adopción de una lengua viva a nivel planetario y en este sentido ética y no étnica.
Los esperantistas afirman que el esperanto ha sido, desde siempre, la forma de una idea interna de hermandad humana, una hermandad que va más allá de las razas, las lenguas, las nacionalidades, el internacionalismo y el pacifismo, tradicionales que aun tendiendo a facilitar las relaciones entre las naciones todavía no crean nada que pueda ponerse por encima de las mismas. Según los esperantistas, esto explicaría el por qué hayan sido siempre perseguidos, ofendidos y ridiculizados tanto por dictadores tales como Stalin o Hitler, como por demócratas nacionalistas cerrados. Se explica también por qué las relaciones con organizaciones internacionales tales como la ONU y la UNESCO sean insatisfactorias e inadecuadas para las ideas y necesidades esperantistas, a pesar de las dos Resoluciones aprobadas en 1954 y 1985 respectivamente en favor del esperanto.
Para llamar la atención de los políticos sobre la cuestión de la democracia lingÜística mundial, los esperantistas manifiestan su intención de actuar mediante el logro de objetivos parciales:
1. Sensibilizar sobre el triunfo inevitable de la prepotencia (en nuestro caso, el idioma inglés).
2. Llamar la atención sobre el »genocidio lingÜístico-cultural y la destrucción del ecosistema lingÜístico planetario que nos espera al triunfar el inglés.
3. En espera de que una potencia política sobrenacional - la Federación Europea y luego el gobierno mundial - pueda elegirlo,
actuar urgentemente para preparar el terreno para una difusión del esperanto. Esto se basa, en particular, en dos posibilidades inmediatas: el carácter propedéutico del esperanto con relación al conocimiento de otras lenguas, y la creación de leyes »anti-trust que sancionen el libre mercado y la libre elección de todas las lenguas, inclusive aquella internacional del Esperanto.
A los esperantistas de todo el mundo, el Partido Radical les ofrece la oportunidad de un lugar de acción política, de adhesión directa, transnacional y multiparlamentario, no controlado por los gobiernos nacionales; un lugar donde las personas son consideradas como tales y no en virtud de su pertenencia lingÜística o étnica; un lugar que considera el planeta como patria única de la humanidad entera.