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Chaparro Camino, Edelman Nathan - 25 ottobre 1993
HACIA EL CAMINO DEL MEDIO?
Entrevista a Ethan Nadelman por Camilo Chaparro (redactor de "El Tiempo")

SUMARIO: Colombia ha sido incapaz de debatir el problema de la legalización de las drogas en instancias internacionales. El debate no estriba entre prohibición y legalización sino en la búsqueda de una vía intermedia. El enfoque de Clinton supone un viraje en la política norteamericana, al haber nombrado a personas más liberales para desempeñar los cargos de la Central de Inteligencia y el Departamento de Justicia. La administración Reagan y la administración Bush se entusiasmaban encarcelando traficantes y diciendo que la droga era el diablo. "El presidente de Bolivia ha dicho que la legalización puede ser impracticable políticamente, pero que economicamente es la unica salida".

Colombia no ha sido capaz de ventilar el debate sobre la legalización de las drogas en los foros internacionales, ese es un tema de consumo interno.

La polémica en torno a la legalización de estas sustancias también está mal planteado: no es una guerra entre quienes buscan la penalización del cultivo, trafico y consumo de drogas y quienes buscan su legalización. El debate se debe abrir a la búsqueda de camino intermedios.

El presidente Bill Clinton quiere darle al problema de las drogas un perfil bajo y hay señales de cambio de actitud sobre el problema de la legalización en el Congreso estadounidense.

Estas apreciaciones son del profesor Ethan Nadelman, considerado un verdadero estudioso del tema de las drogas, y quien por estos días está en el país para participar en un seminario en la Universidad de los Andes sobre la legalización o no de estas sustancias.

Nadelman estudió ciencias políticas y derecho en la Universidad de Harvard, trabajó entre 1984 y 1985 en el Departamento de Estado de Estados Unidos como consultor de la oficina de narcóticos, lavado de dinero y tráfico de drogas, además, condujo investigaciones con la DEA y la CIA en 18 países, todas ellas relacionadas con drogas.

Pregunta - Por qué sostiene que hay que legalizar la droga?

Respuesta - Porque las actuales políticas contra las drogas no han sido eficaces y cada vez son más contraproducentes e inmorales.

P - Por qué son inmorales?

R - Por muchas razones: las formas como hace cumplir la ley, por ejemplo, se basan en tener agentes secretos que pagan informantes, y esa no es una manera adecuada de conseguir información. Eso es inmoral porque a la sola mula le dan diez años de cárcel sin derecho a ninguna rebaja porque no pueden dar información contra otra persona que esté en el negocio. En cambio, al gran traficante le conceden rebajas porque puede brindar información. Otro aspecto inmoral es que en Estados Unidos hay campesinos que cultivan tabaco legalmente, producto que mata anualmente a miles de personas de cáncer, mientras los campesinos que cultivan la coca en America Latina, que lo han hecho por dos mil o tres mil años, se les considera delincuentes, cuando el efecto de la cocaína es peligroso, pero no tanto como el del tabaco.

P - Una de las críticas a la legalización es que con ella los indices de consumo se incrementarían enormemente.

R - Se incrementarían pero algo, no mucho, y la gente utilizaría una variedad más grande de drogas, pero el abuso disminuiría. Se daría más el uso y menos el abuso. Es decir, se consumiría la droga a un nivel normal. El problema grave de las drogas, más que el uso, es el abuso. El problema con la heroína, por ejemplo, no es su consumo, lo malo es su abuso. Hay estudios que indican que si una persona consume heroína pura la puede utilizar por sesenta o setenta años sin graves problemas para su salud. La legalización también garantiza la calidad y pureza de la droga, su prohibición produce que la rindan con sustancias daninas para la salud de los consumidores.

P - El problema de la droga no tiene vía diferente a la legalización?

R - No es un problema de escoger entre legalizar o no legalizar. Hay una serie de caminos entre estos dos extremos. Una salida es fijar pautas de legalización para cada sustancia e incrementar las campañas para evitar su consumo.

P - En la administración del presidente Bill Clinton hay cambios en la lucha contra las drogas?

R - El primer año tiene el mismo presupuesto que tuvo Bush para combatir las drogas, pero la retórica ahora es diferente. En tres o cuatro años la política será muy diferente, entre otras cosas, porque el presupuesto se designará de otra manera. Además, la gente que el presidente nombró para orientar la Central de Inteligencia, la DEA y el Departamento de Justicia son personas más liberales. Bajo la administración Reagan y bajo la administración Bush había un gran entusiasmo por encarcelar a los traficantes y por decir que la droga era el diablo. Esta nueva gente no es de esa corriente, no hay entusiasmo por encarcelar sino por ir al fondo del problema.

P - La política Clinton apunta a la legalización?

R - No van a apoyar la legalización como tal, pero privadamente miembros del propio Gobierno apoyan la legalización. Se van a mover del extremo de la represión hacía el medio, sin llegar a la legalización total. La nueva filosofía es reducir los riesgos del consumo, un poco siguiendo los ejemplo de Holanda, Suíza, Gran Bretaña y Australia. Ellos dicen: los adictos no son animales, sino ciudadanos que usan drogas. Esos países son conscientes que es imposible acabar con el consumo. La retórica estadounidense que dice que debe existir una sociedad libre de drogas es ridícula, porque nunca se podrá lograr. La política de cero tolerancia es injusta, inmoral y antidemocrática. El objetivo central de la nueva filosofía no es parar el consumo, sino reducir los riesgos de ese consumo y reducir el abuso. El consumo debe ser seguro, por ejemplo, si se usa la heroína hay que garantizar que no se utilicen agujas contaminadas con sida o hepatitis, que los consumidores no maten ni roben para comprar la sustancia. Para eso

hay que facilitar su consecución. Bajo esta estrategia, la publicidad oficial podría llegar a decir: adicción a la drogas es más malo, pero no mata, mientras que el sida sí mata.

P - De esa nueva filosofía es amigo Clinton?

R - Clinton tiene tantos problemas que ahora no le queda tiempo para concéntrarse en esta nueva política. Muchos de sus más altos colaboradores son amigos de este camino intermedio, y seguramente van a dar pasos por ahí.

P - El problema de la droga es una prioridad en la agenda Clinton?

R - No. Sus prioridades son la salud, el déficit fiscal, Bosnia... Mientras que en los años ochenta la prioridad de uno a tres era la lucha contra la droga, ahora dentro de las 23 prioridades que tiene la CIA la droga es la número 23. Hay una cosa clara: el hecho de que Clinton tenga una alta prioridad sobre el problema de las drogas no lleva a que se solucione. Durante la época Bush él no estaba muy interesado en los problemas internos de Estados Unidos, su prioridad era el exterior, por eso cuando la gente le preguntaba qué problemas va a resolver aquí. Bush decía: el problema de las drogas, porque es un tema que gana la atención, y con sólo decir eso la gente creía que se estaba haciendo algo, pero en la práctica no se hacía mucho. Con el presidente Clinton pasa lo contrario, él está interesado en resolver los problemas internos, pero no quiere manejar el tema de la droga con la opinión publica, sino mantenerlo detrás para llevarlo con más facilidad, él quiere cambiar la política calladamente. Esa actitud

se refleja en el cambio de actitud del Congreso. Por ejemplo, Charles Rangel que era el congresista que más hablaba sobre el problema de las drogas, el más severo con los países cultivadores y exportadores, perdió piso. Ahora hay dos congresistas - Charles Schumer y Joe Biden - que están comenzando a mirar el problema más alla de la represión. El senador Biden dice, por ejemplo, que cambatimos la droga con interdicción y con cárcel, y eso no produjo resultados, ahora dice que hay que cambiar de perspectiva, se mueve hacia la legalización, aunque no le gusta, pero está buscando caminos intermedios.

P - Los estudiosos del tema de la droga dicen que Colombia no puede, por más que quiera, promover en los foros internacionales, a menos que quiera ser considerado por la comunidad mundial como un país paria, el tema de la legalización. Comparte esa teoría?

R - El presidente de Bolivia ha dicho que la legalización puede ser impracticable políticamente, pero que economicamente es la unica salida, cuando Febres Cordero era el presidente del Ecuador dijo lo mismo, los alcaldes de Cuzco, Trujillo y Lima (Perú) han pedido que se analice el tema de la legalización y el subdirector de la Policía de Río de Janeiro sostiene lo mismo, pero en Colombia nadie se atreve a decir algo así, aunque privadamente mueven el tema. Colombia puede dar varios pasos en ese sentido primero ponerse de acuerdo con Bolivia, Perú y Ecuador sobre aspectos puntuales de la legalización: después acudir a escenartos como las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Comisión de Viena para concientizar a la comunidad internacional sobre el fracaso de la polítical actual. Colombia debe, además, buscar alianzas con Australia, Suiza, Holanda y Gran Bretaña y plegarse a la búsqueda de un camino intermedio entre combatir el consumo o legalizar totalmente la droga.

*ETHAN NADELMAN, estudió en Harvard y trabajó en el Departamento de Estado de Estados Unidos como consultor de la oficina de narcóticos. Tambén condujo investigaciones con la DEA y la CIA.

 
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