Radicali.it - sito ufficiale di Radicali Italiani
Notizie Radicali, il giornale telematico di Radicali Italiani
cerca [dal 1999]


i testi dal 1955 al 1998

  RSS
ven 13 giu. 2025
[ cerca in archivio ] ARCHIVIO STORICO RADICALE
Archivio Partito radicale
Pannella Marco - 20 settembre 1994
A MARIA TERESA
Marco Pannella

SUMARIO. El autor recordó la vida política de Mariateresa Di Lascia, en la Piazza del Pantheon a lo largo de la ceremonia fúnebre en su honor. Recordó el Congreso de Florencia en el que salió elegido secretario del partido e impuso como vice secretaria precisamente a Mariateresa. Desde aquel entonces, su presencia en el partido fue siempre "puntual", personal aunque nunca "privada". Niega que en los últimos tiempos existiese una

"dificultad de diálogo", aunque Mariateresa minuciosamente suscitase cuestiones serias e importantes, preocupada como lo estaba de que el partido lograse sobrevivir una vez más. La confianza de Mariateresa al colaborar en la organización de marchas y de iniciativas importantes ha sido fundamental. Ahora el partido recopilará lo mejor de sus intervenciones, de manera que puedan ser releídas y constituir materia de mayor reflexión. (Publicado en "Il Corriere del Sud" del 20 de septiembre de 1994 en el número especial dedicado a la muerte de Maria Teresa Di Lascia)

Sin lugar a dudas nos cruzamos en Congresos y reuniones del Partido Radical, antes de dialogar y conocernos.

Conocía su compromiso en Campaña, junto a Geppi Rippa y a Anna Autorino sobre todo. En 1981, estábamos en la recta final de una campaña dramática, literalmente hablando vital, de gran crecimiento de la conciencia y del compromiso radical, contra el exterminio causado en el mundo por el hambre, por una parte, y contra los coletazos del golpismo feroz y sanguinario de la llamada "unidad nacional" partidocrática. Decidí romper una tradición por la que excluía tener poderes oficiales de Partido, y me presenté candidato a la Secretaría, cargo para el que salí elegido en un Congreso florentino del Pr. Puse como condición que compartiesen conmigo las responsabilidades de guiar el Pr cuatro vice-secretarios: Maria Teresa, Giovanni Negri, Gaetano Quagliarello y Francesco Rutelli. Y así lo estableció el Congreso, casi unánime, con sus más de mil militantes que votaron. Cada cual puede, hoy, comprender mejor que los criterios de aquella decisión, de aquellos cuatro vicesecretarios, fueron absolutamente los del valor de

cada cual, de su capacidad de dar rostro y fuerza al Partido y a sus objetivos políticos e ideales. Y de Maria Teresa, hoy, podemos decir que a partir de ese momento su vida fue la del Partido también, sin tregua y sin descanso. Sus intervenciones, puntuales, constantes, siempre esenciales y singulares, han sido anhelados por mí y escuchados con suma atención. Siempre muy personales, a parte de políticas: nunca "privadas" y era ella la que nos recordaba y nos amonestaba que lo "privado" es privación, no refugio ni fuente.

Maria Teresa ha estado en medio de algunas de las más vastas y difíciles movilizaciones de opinión pública, de militantes, como aquellas Marchas contra el exterminio causado por el hambre en el mundo, con la adhesión de muchos cientos de alcaldes, y miles de personalidades. La última movilización fue la de la campaña actual para la abolición de la pena de muerte antes del año 2000.

Se me pregunta si es cierto que en los últimos "virajes" del Partido radical ha habido discrepancias o "dificultad de diálogo" conmigo. Que yo sepa no. Había en ella, eso sí, la preocupación de que dejásemos de ganar contra la falsificación de imagen y de información sobre lo que hacíamos, tras décadas de milagrosa victoria en esta condición o de clandestinidad o de afeamiento, en que nos han hecho irreconocibles.

La confianza con la que me ha ayudado y asistido, en estos a veces inhumanos años y eventos, ha sido equiparable sólo a su singularidad y a su autonomía; y ha vivido sobre todo en diálogo con los demás, en una obra a la vez humilde y consciente de su unicidad.

De esta manera Sergio, pero también otros muchos, hallaban en ella una intérprete de la vida y de las decisiones del Partido, y mías, además de protagonista de su crecimiento, de su conciencia e historia.

Recopilaremos todas sus intervenciones, y sus discursos que tenemos grabados, gracias al archivo de Radio Radical, y los estudiaremos, los volveremos a escuchar. Estoy convencido de que sus palabras resultarán todavía más creativas y ricas, más políticas, incluso, a largo plazo. Decidiremos entonces como transmitir su historia y valor.

No lo habíamos hecho hasta el momento presente, para ninguno de nosotros. De nuevo, así pues, de Maria Teresa tendremos lo opuesto del final: un final con un nuevo principio.

 
Argomenti correlati:
stampa questo documento invia questa pagina per mail